Paragüero, para aguas... y para soles

Volvemos a recordar lo simple y práctico; hay que escribir, a veces, de estas cosinas tan necesarias y que tanto olvido tienen, y además, en aquellos años donde llovía como si el diluvio no hubiera sido suficiente. Mira que llovía por el norte, aquella meona u orvallo que llamaban en Asturias, el chirimiri por el País Vasco y otras regiones. Aquí también, cuando le daba, le daba, y no solo en tormentas de mayo en adelante, que había inviernos que se cerraba de agua, y llovía que tela. Y claro, para aquellos días de tanta agua caída del cielo, pues las buenas gentes, se las ingeniaban para mojarse lo menos posible, bien en los trayectos andando, bien en algunos trabajos a la intemperie, y entre algún chubasquero casero y sacos puestos encima de la cabeza y hacia la espalda, se quitaba algo de humedad, pero el gran invento fue el del paraguas; una cosa tan aparentementefácil de inventar, pero que tiene una bonita historia detrás de ellos, los paraguas. Muchos recordamos en los pueblos a los pastores siempre con el paraguas en la mano, o colgado de la chaqueta pegado al pestorejo… parecía algo incómodo de llevar, pero si te pillaba en campo abierto una tormenta o la lluvia fina, para uno tenía; había que ser precavido y llevar siempre el paraguas. Y como la pobreza era la que era, pues los paraguas también se arreglaban, vaya que si se arreglaban; un paraguas en aquellos años, era casi un artículo de lujo. Y cada cierto tiempo, pasaba el paragüero o el afilador y paragüero, y tenía cola de parroquianos en las plazas de los pueblos para arreglar alguna varilla, el tope, los agarrederos o mangos… los descosidos ya los arreglaban las mujeres, y casi siempre, los paraguas se dejaban a las entradas de las casas, no solían meterlos dentro; la arquitectura popular, sabia como pocas, casi siempre tendía a dejar un tejadillo, portalón, u otros añadidos para dejar las madreñas, los paraguas, algunos sacos con cosinas y aperos de cuero para las caballerías, y un largo etcétera; dependía de zonas y de los habitantes de las casas. Pero a la vez de llevar el paraguas, el tabardo, el ir bien abrigado, muchos llevaban papel de periódico en el pecho y espalda para que las humedades no entraran para los huesos y los pulmones, pues eranmuchas las enfermedades que las aguas traían a los hombres del campo y obreros de todo tipo. Y esa función de guarecerse del agua debajo de unparaguas, tenía también otras connotaciones sociales… y no hablemos de las sombrillas o paraguas que también se utilizaban para que el sol no te hiciera daño. Hubo una época, sobre todo en lasmujeres, que estar blanca era sinónimo de ser de buen nivel, pues las campesinas u obreras estaban morenas y denotaban el trabajo manual; nada de lo que avergonzarse, obviamente, pero siempre hubo clases y clases…

Hay historias y leyendas que fabulan y que crean grandes inventos para la humanidad. Y China, es uno de esos paraísos… En una noche, Lu Mei construyó un bastón del que pendían 32 varillas de bambú cubiertas de tela. La jovenhabía retado a su hermano a idear algo que les protegiese de la lluvia.Pero parece ser, como la gran mayoría de cuentos populares, que lo cierto es que el paraguas ya existía en China en el siglo XI a. C. De allí pasó a Egipto y Grecia, donde fue usado como sombrilla. El químico escocés Charles Macintosh presentó en 1823 el primer impermeable, que olía a caucho… Y, también cuenta la historia, que el primer intento de paraguas plegable data de hace 1.700 años… habría que verlo. Este invento comenzó a expandirse gracias a la ruta de la seda por Japón, Corea, Persia, y posteriormente a imperios como el griego, el romano o el egipcio. Tan sólo en el país asiático era utilizado como paraguas para la lluvia, en los reinos occidentales se utilizaba más como parasol. Tras la caída del imperio romano, el invento chino cayó en el olvido. Pero a finales del siglo XV, resurgió en Francia, especialmente en París, que era visto como un objeto de lujo utilizado únicamente por los linajes más altos. Los primeros paraguas europeos estaban fabricados con madera o huesos de ballena, y cubiertos con pelo de alpaca. A medida que avanzaba la sociedad lo hacía también el material del paraguas, que iba adaptando diferentes materiales como la seda, el algodón, o más recientemente el nailon.En el siglo XVIII las damas británicas comenzaron a llevar sombrillas y paraguas, mientras que la mayoría de los hombres se negaban a usar tales artículos por considerarlos «refinamientos femeninos». Pero un siglo antes, en el siglo XVII Jonas Hanway se atrevió a salir a la calle bajo un «techo portátil» y fue, durante 30 años, el hombre más ridículo de Londres, para sus conciudadanos.Londres es la ciudad de la lluvia y de ahí le viene el sobrenombre de “la ciudad de los paraguas”. El paisano inglés obtuvo la idea en un viaje de negocios por el medio oriente, donde las mujeres llevaban usando parasoles enormes desde que estos fueron importados de China en la ruta de la seda. Le pareció una buena idea…el parasol persa a la lluvia inglesa, y sin pensarlo dos veces, eso fue lo que hizo. Ya Robinson Crusoe, el personaje de Daniel Defoe, había inventado en la literatura una suerte de paraguas hecho de pieles… Y como cabíade esperar en la época, ningún gentleman inglés se arriesgó a ser visto en público con un paraguas. Los cocheros repudiaban a este pomposo yhombre que se paseaba seco bajo la diminuta e invencible lluvia inglesa. También existieron las sombrillas religiosas. Desde tiempos muy antiguos este artilugio iba de la mano de la religión. En Egipto, creían que la diosa Nut arropaba la tierra con su bello cuerpo, a modo de palio. En China y la India, una sombrilla abierta representaba la bóveda celeste. En la década de 1920 comenzó a hacer furor el bronceado, con lo que el quitasol cayó en desuso y dio paso a la era del caballero urbano, en cuyo atuendo no podían faltar el bombín y el paraguas negro cerrado, que hacía las veces de distinguido bastón. Y luego se reían del paisano inglés que anduvo con él más de treinta años. A mediados del siglo XIX, Samuel Fox patentó el modelo Paragón, con armazón de acero fuerte y liviano. Además comenzaron a usarse telas como la seda, el algodón o el lino encerado, mucho más ligeras que las antiguas. Había nacido el paraguas moderno. Los mangos de metal en forma de “U”llegaron en 1850 y los paraguas redujeron considerablemente su peso y su costo. El conopeo es una pieza histórica. Es una especie de sombrilla a modo de baldaquino semiabierto, con anchas rayas alternadas de color dorado y rojo, los colores tradicionales del pontífice. También es parte del escudo de armas de la Santa Sede en los periodos vacantes, es decir, entre dos pontificados.

Y ya no escuchamos por las calles y plazas al paragüero ambulante, gritando… - ¡Paragüero, paragüero!, igualmente eran muchos los afiladores quearreglaban paraguas, pero lo hacían de maravilla los componedores o lañador, que aparte de arreglar cacerolas, cubos y baldes de chapa, pues además eranparagüeros; y también hubo solamente paragüeros, exclusivamente reparaban los paraguas y sombrillas, buenos hombres que tan pronto recomponían una varilla, la rotura del mango, los cierres… y el buen negocio era cuando había viento, ahí había cola para arreglar tan singular y particular invento. Y hoy en día ya no quedan paragüeros, sale más caro arreglar el paraguas, que comprar otro anti-aire, se da la vuelta sin más, se olvida en cualquier sitio, te vas a bazar un chino, y por tres euros paraguas plegable y anti todo… ¿Qué habrá sido de los últimos paragüeros que anduvieron por estas tierras y otras…?