El establecimiento, que cuenta con terraza, tiene al entrar una zona más informal para que los clientes puedan tomarse sus vinos o raciones; una primera planta comedor con capacidad para 60 personas; y, en la tercera, la joya de la corona con un privado, bajo la buhardilla y con mucha luz, en el que entran unas 25.

La carta, con precios asequibles para todos los bolsillos, es la opción principal, animándose a optar por compartir para probar varias de las especialidades, pero también existe la opción de menús para grupos, habiéndolo también de distintos precios.
Pero no todo es comer, por lo que también ofrece unas 40 referencias de vermut.
En definitiva, un lugar que acaba de abrir sus puertas pero está llamado a convertirse en referencia. Que, abierto los siete días de la semana, espera a todos sus clientes con un servicio y un trato en el que se cuidan todos los detalles, y que le convierte en una opción ideal de cara a estas navidades en las que las comidas y cenas son comunes y constantes.