Uno de esos aspectos es el del paisaje de los ríos trucheros del norte de la provincia palentina, que son imágenes que también pueden verse en los ríos trucheros del norte de la provincia leonesa. El agua y sus brillos y transparencias, deslizándose entre las rocas, las paleras y toda la vegetación de las riberas y a lo lejos las elevadas cumbres majestuosas crean unos paisajes singulares donde el agua, la vegetación y las montañas unen sus formas y colores de un modo realista que producen unos paisajes llenos de vida y emociones.
Uno de los recursos que utiliza el autor es el agua deslizándose entre las rocas. En 2017, el gran crítico ya desaparecido, Marcelino Cuevas, decía estas palabras sobre el pintor: «El agua deslizándose entre las piedras de una brava corriente de montaña es todo un espectáculo en los cuadros del pintor palentino que, además, añade personajes a sus fieles representaciones de la naturaleza».

Por último hay una obra de su serie sobre antiguos trabajos rurales como la carga del trigo en el carro, una tarea que ha desaparecido desde hace años en los que las cosechadoras han sustituido a los trabajadores que tan correctamente ha colocado el autor en su cuadro. Se trata de uno de esos cuadros de la serie de trabajos rurales y antiguos de su tierra que llevan a un mundo pictórico clásico.
Una obra para conocer en estos momentos en los que la realidad, la ruralidad y la vida como tal se encuentra tan confinada y cuyos elementos pueden ser una ventana de aire fresco en el ambiente tan cargado y cerrado que respiramos.
Una exposición para ver en la sala Bernesga, de la calle Santa Clara, número 2, hasta este mismo jueves, inaugurándose el viernes la muestra del artista malagueño David Sancho ‘Momentos congelados’, que podrá visitarse hasta el próximo 16 de diciembre.