Orzonaga insiste en darle caza al esquivo paquidermo

La Cacería del Elefante de Orzonaga celebra este sábado en su VI edición; nuevamente los vecinos de la localidad y los voluntarios que acuda intentarán dar caza a ese elefante que según su vieja copla vive en el faedo y marca la vida del lugar

Fulgencio Fernández
22/07/2023
 Actualizado a 22/07/2023
Armas de todo tipo y vecinos de todas las edades acuden cada verano a tratar de dar caza al elefante que vive en el faedo del pueblo. | fb el elefante
Armas de todo tipo y vecinos de todas las edades acuden cada verano a tratar de dar caza al elefante que vive en el faedo del pueblo. | fb el elefante
Lo de Orzonaga es otra historia. Y mucho más en todo lo referente a fiestas, reuniones, música tradicional, convivencia... y coplas.

Baste recordar que tiene una escuela de música tradicional ‘alternativa’ que lleva el nombre de dos históricos músicos del lugar, Firme y Taitas, cuyos miembros amenizan la vida diaria del pueblo pero también improvisan filandones vermú en cualquier otro pueblo de la comarca; que sus carnavales son de los que marcan tendencia, que tuvieron su propio entierro de Genarín... en fin, y desde hace unos años harecuperado una curiosa historia, a la que están sacando un jugo increíbles, la del elefante del faedo. Yeso que se les ha ido uno de los grandes animadores de todas las celebraciones, el recordado Jaimito, cuya semilla sigue allí.

‘El elefante de Orzonaga’ era una vieja copla compuesta por un minero que apenas sabía escribir, El Tío Faldas, de nombre Manuel Laiz y minero de profesión, que gozaba de esa facilidad para contar la vida diaria que siempre tuvieron los copleros de nuestros pueblos.

Las coplas, de las que se sabía su existencia y algunos vecinos las tenían, son de hace casi un siglo (de 1929, se acerca su Centenario)pero pasaron tiempo bastante olvidadas, hasta que hace años cayeron en manos del ‘gaitero’Miguel Ángel García, también minero y que pese a su apodo y a que toca la gaita sus instrumentos más habituales son el rabel y la zanfoña. El músico no dudó en darles vida, interpretarlas en sus conciertos y realmente calaron entre el público y, por supuesto, en Orzonaga.

Acababa de nacer un nuevo fenómeno, la leyenda del elefante de Orzonaga, que cada año va creciendo. Primero fue un vecino, Pedro Miranda (nieto de uno de los citados en la copla, Nene)quien colocó un elefante en su huerto, se lo robaron y lo repuso. Después se colocó un elefante de grandes dimensiones en lo más alto del pueblo presidiendo todos los horizontes de las fotos, el nombre del elefante fue elegido para el bar y las asociaciones del lugar, también para industrias de miel u orujo... y también nació «la cacería del elefante», ahora hace seis años. «El elefante tiene una larga vida, sabemos que sigue en el faedo, hay vecinos que lo han escuchado como cuenta la copla... y queremos cazarlo... ojo, para protegerlo, no para matarlo», explicaron los organizadores cuando nació aquella primera edición, ya hace casi una década pues también sufrió los contratiempos de la pandemia.

Ynuevamente en este julio de 2023, hoy sábado 22 de julio, se celebra una nueva edición de La cacería del elefante, la VI, que sigue creciendo y ca incorporando nuevas actividades ‘paralelas’ a la propia cacería (o intento) que sigue siendo el eje central de una jornada muy completa, que convoca a todos a las 11.30 horas, en el Campillo, para una quedada previa a la cacería, para organizarse, homologar las armas y salir hacia el faedo hacia las 12 de la mañana.
Son optimistas y creen que hacia la una de la tarde ya pueden estar de regreso en el pueblo con el paquidermo en sus redes y así arranca un baile vermú para celebrarlo, la presentación del elefante a las autoridades y dar paso a una comida popular.

La tarde está repleta de actividades diversas: Marionetas que representarán ‘La leyenda del elefante’;pintacaras;concierto de Los Tolinches y celebración del III Memorial de Música Tradicional Firme y Taitas.

Asu vez, a lo largo de la tarde se irán conociendo los nombres de los ganadores del premio al arma más original, un galardón muy peleado.

Otro de los méritos de esta historia del elefante es cómo ha ido calando en el pueblo y la zona, con nombres, vida, conocimiento de las coplas que las estudian los niños del colegio e incorporan a su legado cultural. Incluso se ha bautizado la interpretación de las coplas como ‘La Marcha Radetzky’ de Orzonaga. Casi nada.
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