Las perseidas o lágrimas de San Lorenzo (la coche del 11 de agosto) es un fenómeno que cada año reúne a miles de personas en diferentes puntos de la provincia para observar el cielo y disfrutar de la famosa lluvia de estrellas.
El Museo de la Siderurgia y la Minería, en Sabero, siempre ha prestado especial atención a este fenómeno y este año lo vuelve a hacer con una doble actividad: Hoy jueves, con un taller sobre el perfecto manejo de los telescopios; y mañana viernes con la obcservación nocturna del fenómeno de la mano de dos grandes divulgadores y expertos, José Vicente Casado y Ana Mª Ordóñez, que explicarán a los asistentes los secretos del cielo bajo la lluvia de estrellas de las ‘Lágrimas de San Lorenzo’.
A las 18:00 horas de hoy comienza el taller sobre manejo de telescopios, donde el conocido divulgador José Vicente Casado enseñará las nociones básicas para manejar estas herramientas imprescindibles para ver los secretos del cielo. Por la noche los participantes que lo deseen podrán realizar una clase práctica con sus telescopios en el alto de La Camperona, uno de los mejores lugares de toda la comunidad para disfrutar de la astronomía.
Al día siguiente, viernes día 11 de agosto a las 21:30 horas de la noche tendrá lugar una observación astronómica para contemplar el fenómeno de las Perseidas a cargo de José Vicente Casado y Ana María Ordoñez, que como en ediciones anteriores ‘leerán’ para los asistentes el cielo estrellado, situando en el mismo las constelaciones, planetas, satélites y principales estrellas.
Jose Vicente y Ana María forman parte del reducido club de buscadores de meteoritos y a lo largo del año permanecen atentos al cielo a la espera de la entrada de estos bólidos celestes y recorren el mundo en busca de sus pedazos desintegrados, las rocas más antiguas y lejanas que se pueden tocar.
Recuerdan desde el MSM que las perseidas, que deben su nombre a la constelación de Perseo, son también conocidas con el nombre de lágrimas de San Lorenzo al asociarlas con las lágrimas que vertió este santo al ser quemado en una parrilla por estas mismas fechas. Son una lluvia de meteoros que se produce de forma cíclica en agosto y aunque puedan parecer estrellas fugaces, se trata de partículas de polvo del tamaño aproximado de un grano de arena que dejan los cometas alrededor del sol. Proceden del cometa 109P/Swift-Tuttle que posee un diámetro de 26 kilómetros y su órbita alrededor del Sol tiene un período de 135 años.
El museo quiere recordar las noches estrelladas que los trabajadores del turno de noche de la Ferrería de San Blas contemplaban en estas fechas hace más de ciento setenta años, en el mismo lugar y bajo el mismo cielo que verán los participantes en la actividad.