Noa Lur: "En el jazz me siento libre. Soy yo misma, sin límites"

Ainhoa Vidaurreta se ha refugiado en el seudónimo de Noa Lur por dos razones bien simples: para simplificar su nombre (dejándolo en Noa) y en homenaje a su origen vasco (lur significa ‘tierra’ en euskera). "Sin embargo, las dos son la misma persona. No hay ninguna diferencia entre una y otra, comenta esta cantante y compositora bilbaína, cuya vida disfrutó de un vuelco hace ya una década cuando abandonó la zona de confort que le proporcionaba un trabajo estable en un sello discográfico para someterse a tiempo completo a su devoción musical, lo que ha permitido convertirse en uno de los valores imprescindibles del jazz vocal español más reciente. «La música ha formado parte de mi vida y siempre ha estado dentro de mí.

Me gusta conectar con una emoción concreta para poder trasladársela al públicoDurante mucho tiempo, la compatibilicé con otras cosas hasta que decidí dedicarme a ella al cien por cien. No hay otra manera. Llegó un momento en que no podía mantener las dos actividades, ya que cada una de ellas me exigía toda la atención. Lo que más me gusta es la música vivida desde el escenario y por ello tomé la decisión de dedicarme a ella». A partir de ese momento, Noa Lur ha grabado dos discos, ‘Badakit’ y ‘Troublemaker’, en cuya producción ha participado, y emprendido una trayectoria como cantante y compositora que ratifica su relevancia en el contexto jazzístico nacional. "El jazz surge en mí de manera muy natural.Cuando llega a tu vida, acabas dándote cuenta de que estás atrapada y ya no hay escapatoria. Es un espacio muy libre, muy expresivo, muy espontáneo… En mi caso, responde mucho a mi manera de ser. En el jazz me siento enteramente libre. Soy yo misma, sin límites". Por supuesto, Noa Lur ha ido cuajando un estilo propio tras sumirse en un proceso de evolución en el que no faltan las referencias a algunas de los grandes vocalistas de todos los tiempos, «los clásicos siempre están ahí y son indispensables para formarte como intérprete», y por supuesto su pasión por la música sin cortapisas o etiquetas. "Me gusta escuchar música de todo tipo. La mezcla de todas esas cosas permite que tengas un estilo propio, además de tu contribución más personal, tu cosecha propia, tu creatividad…"

Noa Lur abre este viernes una nueva edición del Festival de Jazz de Cerezales del Condado (22:00 horas; entrada libre), incluida en el programa ‘Encerezados’, al frente de una banda formada por Jorge Castañeda (teclados), Daniel Pozo (bajo), David Fernández (batería), Mauricio Gómez (saxo tenor) y Tony Pereyra (guitarra) y entregada principalmente al contenido de ‘Troublemaker’, disco en cuya grabación participó el excepcional trompetista norteamericano Christian Scott y el saxofonista gaditano Antonio Lizana. Los aficionados leoneses podrán, así, disfrutar de una intérprete que no se conforma sólo con la simple reproducción de una partitura sino que asume, con letra mayúscula, la idea de interpretación haciéndola propia y personal. "No sólo cantamos. También somos actores y por encima de eso comunicadores. Durante la hora y media de un concierto, tengo delante a un público que ha venido a verme y me está dedicando toda su atención. Por eso, he de contarle algo verdadero, algo que merezca la pena… Cuando estoy en el escenario he de hacer un ejercicio de sinceridad. Me gusta mucho trabajar a partir de las letras y conectar con una emoción concreta para poder trasladársela al público". No tiene ninguna duda acerca de la condición superlativa de la voz. "Es un instrumento más, participa en la interacción con los demás y se suma a esa necesidad de que todo quede ensamblado. Cada concierto debe ser distinto y no tener nada que ver con el anterior. Para ello, abordamos las canciones de una manera muy fresca, conversando entre nosotros y aportando cada día matices distintos. Tiene que existir una conexión no sólo con el público sino entre nosotros para que realmente pase algo y lo que hacemos acabe teniendo trascendencia. En eso consiste la magia y la emoción del directo. Se trata de ir descubriendo nuevas cosas e ir más allá del disco.Me sigue emocionando subirme al escenario. De hecho, es lo que más me gusta y más feliz me hace. La posibilidad de compartir cosas, de hacer reflexionar o emocionar a alguien, de que algo o alguien se transforme…, me satisface plenamente".


Donde más brillamos es en los espacios en los que nos sentimos libres, la gente conecta con lo espontáneoNoa Lur no sólo canta. También compone y escribe las letras de sus temas. La cantante y la compositora se llevan bien, reconoce la artista vasca, quien no duda en enfrentarse a los retos vocales que ella misma se propone. "Me gusta cantar las cosas que compongo, cerrando el ciclo sobre el que se despliega el proceso creativo y disfrutando de cada de uno de sus pasos y momentos. Y siempre, por supuesto, apoyada en un equipazo que contribuye a que aquello brille". Ejerce como compositora de una manera muy natural aprovechando las ideas que le van brotando. "Me gusta dejar que las cosas fluyan por sí mismas y cuando llega cada momento lo aprovecho. Esa primera llamada tiene que venir de un modo intuitivo".

Ella ejerce el liderazgo sobre todos sus proyectos, coordinando y equilibrando todos los recursos, físicos, materiales y humanos, que participan en ellos. A pesar de su exigencia, no se siente incómoda en ello. "Para mí es algo muy bonito. Como siempre cuento con gente muy talentosa, aprendo mucho, y eso me encanta. Cuando eres sincera y de verdad, la vida te sorprende". Las pautas musicales las marca ella pero sus colaboradores disfrutan de la suficiente libertad para que todo se enriquezca y no haya espacio para la convención, la rutina o el acartonamiento. "Donde más brillamos es en los espacios donde nos sentimos libres. La gente conecta mucho con lo espontáneo y nosotros no sólo no lo rehuimos sino que lo fomentamos".

Además de moverse por España con el repertorio de ‘Troublemaker’, es protagonista de un espectáculo de jazz para niños, Jazz for Childrens, que pronto tendrá traducción discográfica. Le encanta la acción y, reconoce, su vida es plena porque "hago lo que más me gusta, y eso es todo un privilegio".