«Veremos carteles y spots publicitarios que hoy llevarían ante los tribunales a susautores y, probablemente, a los fabricantes de los productos que anunciaban. Algo similar ocurriría con las letras de las coplas populares que escucharemos». Así explica el piscólogo leonés Miguel Ángel González Castañón el núcleo central de la conferencia que este sábado ofrece en el ayuntamiento de Valdepiélago con el título ‘Mujer, publicidad,sentido común y sentido del humor’; en la que estará acompañado al rabel y la zanfoña por Miguel Ángel García, que interpretará algunas coplas que inciden en el tema de la conferencia. Señala Castañón que, como se intuye en el título, «la idea es pasar una velada agradable en la que se analizará el tratamiento que la publicidad ha hecho de la mujer, reforzando, validando y modelando los valores sociales, culturales y económicos de cada época».
Profundizando algo más en el tema, en el fondo del asunto del tratamiento de la figura de la mujer e la publicidad, Castañón quiere recordar que «la mujer fue tratada, en la España en blanco y negro, en roles domésticos: madre, esposa y ama de casa. Se promovía una imagen de sumisión, cuidado del hogar y servilismo hacia el marido. Hasta llegar a la actualidad donde se percibe una representación real y diversa de la sociedad. Casi todos los anuncios adoptan políticas inclusivas y responsables, respecto a la mujer, las que no lo hacen se encuentran con una respuesta activa de la sociedad que las obliga a rectificar».

Historia de vida
Con letra de Miguel Ángel González Castañón y letra de Miguel Ángel García irán desgranando ejemplos de este tratamiento de la mujer en la publicidad y analizando ‘el alma’ y la filosofía de este uso de su imagen. «Contaremos, a través de los spots más creativos y graciosos, una ‘historia de vida’ en la que se perciben muchas contradicciones». Y se centra en un ejemplo claro de estas paradojas. «Un caso evidente fue el de promover la natalidad, muy propio de aquella época, y a su vez hacer campañas muy agresivas de preservativos, llegando a utilizar imágenes de niñas teniendo malos comportamientos o la de pedir a las niñas y niños que hagan más de lo que pueden hacer».
Todo un mundo, el de la publicidad, que es por otra parte un reflejo más de aquella sociedad.