"Mi infancia de niño pobre marcó mi forma de ver y contar el mundo"

El leonés Pedro Baños, coronel, escritor y habitual en televisión, protagonizó un multitudinario acto en Celadilla del Páramo

Fulgencio Fernández
17/04/2023
 Actualizado a 17/04/2023
Itxaso, Nerea y Lucía, tres fieles lectoras de Pedro Baños, compartieron mesa y coloquio con el escritor en la segunda mitad del acto. | J.V. CELADILLA
Itxaso, Nerea y Lucía, tres fieles lectoras de Pedro Baños, compartieron mesa y coloquio con el escritor en la segunda mitad del acto. | J.V. CELADILLA
No se colgó este domingo en el amplio salón de actos de Celadilla el cartel de ‘No hay entradas’ porque no se estila en este pueblo que apuesta por la cultura cerrar la puerta pero el lleno fue de época, ni un lugar libre para escuchar al coronel leonés Pedro Baños, que llegó hasta este ‘pequeño’ pueblo en su gira gracias al tesón de tres fieles lectoras vinculadas al pueblo —Itxaso, Lucía y Nerea— que compartieron mesa y conversación con el autor en uno de los apartados de un acto que no se hizo nada largo, pese a serlo, pues fue muy variado y dividido en varias escenas: Recibimiento a cargo del presidente (Poli) y alcalde (Alejandro) para que Rodri le pusiera música al inicio con dos canciones; vino después el primer coloquio sobre la vida y obra de Baños con presencia en la mesa —junto al moderador— del criminólogo y escritor leonés Ricardo Magaz; tras otras dos canciones subieron al escenario las tres lectoras para hablar, sobre todo, de la obra de Baños y se cerró la tarde con un singular obsequio para el coronel Baños: las últimas publicaciones nacidas en Celadilla, que le entregó la madrina (Gusti) y una obra del excelente artista de la comarca, Santocildes; lo que provocó que el coronel reconociera que «he estado en escenarios y locales de todo tipo, pero os aseguro, y no soy de decir lo que no siento, que es un día y un lugar muy especial, que no olvidaré».

Las obras de Baños marcaron buena parte de la jornada, pero se mostró el leonés especialmente sincero a la hora de hablar de su infancia leonesa, en el barrio del Crucero, y la influencia que ésta ha tenido en su forma de ver y entender el mundo: «Mi infancia de niño pobre, de barrio, marcó mi forma no solo de ver el mundo, también la forma de contarlo». Explicó Pedro Baños su expresión niño pobre, recordando que «mi padre era cristalero, primero como empleado en El espejo azul y después ya se puso por su cuenta, con lo que mis dos hermanos pequeños ya tuvieron mejor vida, por así decirlo, pero yo no voy a decir que pasara hambre, no fue eso, pero sí que no comí de todo, recuerdo las papillas de maicena. Pasamos muchas penalidades, ésa es la verdad y vi cómo mi padre trabajó 66 años para levantar este país y eso te configura una forma de ver el mundo. Os digo una cosa, podréis verme en mil polémicas, el mundo de las redes sociales es así, pero jamás veréis que haya dejado de pagar ni un euro de mis impuestos, ni me veréis buscando atajos para no pagar».

No voy a decir que pasara hambre, pero sí pasamos muchas penalidades, vi cómo mi padre trabajó 66 años para levantar este país y eso te configura una forma de ver el mundoRecordó su infancia en una casa muy pequeña, «en la que nos duchábamos con agua fría, por lo que daba corriendo dos vueltas a la manzana para entrar en calor». Y reconoció que siempre tuvo muy clara su vocación castrense: «Desde niño quería ser dos cosas: militar, en un 80% o cura, en el otro 20%; y creo que encontré la solución siendo algo que une ambas facetas pues defiendo a pies juntillas la definición de milicia como una religión de hombres honrados».

Baños, que fue interrumpido en numerosas ocasiones con aplausos, recordó a su amigo de la infancia y en el Colegio Leonés, el fallecido ministro socialista José Antonio Alonso. «Vivíamos en la misma calle, jugamos mucho juntos, fuimos piratillas de barrio y bajábamos juntos al Leonés. Digo lo de bajábamos para significar que íbamos desde afuera a la ciudad, desde el barrio. Antoine no fue un político al uso sino un tipo con una gran voluntad de servicio, pues sabía muy bien entender las necesidades de los sencillos, del pueblo llano».

En la parte dedicada a sus libros habló de los grandes temas que aborda en ellos, con especial interés en los movimientos migratorios o los problemas del campo, la agricultura, las modas en alimentación, la falta de preparación de los políticos, la verdad a medias... siempre con una verdad marcada por su origen y ser leonés.
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