La galería de arte Ármaga está de celebración. El proyecto acaba de cumplir 25 años «acercando el arte contemporáneo a visitantes, críticos y coleccionistas en su búsqueda de crear un referente en León del panorama artístico actual, con vocación constante de relacionar al artista, a su medio y a su creación con la persona que visita», en palabras de Marga Carnero, que junto a su tía, Asunción Robles, esta última con una experiencia de veinte años al frente de la histórica Galería Sardón, abrió este reducido local en uno de los pasajes de la céntrica calle Alfonso V, que ahora se ha visto ampliado al anexionar un local colindante que hasta el fallecimiento de su propietaria había funcionado como herboristería. «Ahí estaba Loli con 96 años al frente de Santiveri. La teníamos mucho cariño», comenta Marga Carnero, que dirige la galería tras la jubilación hace diez años de Asunción Robles. Marga reconoce que la idea de ampliar el local viene de tiempo atrás, pero no se ha podido materializar hasta ahora, gracias a la buena disposición de los herederos de la dueña de Santiveri.
El local dispone ahora de 120 metros cuadrados, algo más del doble que tenía antes de las obras de remodelación que se iniciaron tras el verano y que han terminado a tiempo de ofrecer en estas fiestas navideñas una muestra colectiva de treinta ‘artistas de la casa’ que han aportado sus obras para esta exposición conmemorativa del 25 aniversario de la galería Ármaga. «Llevo muchos años invirtiendo en la web, pero yo siempre he luchado por el espacio físico y por León, porque hay compañeros de profesión que me dicen que vaya a Madrid, Coruña o Málaga, pero a mí me gusta estar en León, aunque hoy es complicado mantener un espacio físico dedicado al arte», sostiene Carnero, consciente de que el negocio ha cambiado desde aquellos inicios en que se utilizaba el listín telefónico para captar posibles clientes y ahora los contactos se hacen a través de la web y las redes sociales.
Al contrario de la exposición conmemorativa del 20 aniversario que se hizo en los meses de verano, mayormente con fondos de la galería en un guiño a los años 90, esta vez han sido una treintena de artistas los que han ofrecido obras recientes para esta exposición en la que, como no podía ser de otra manera, también está presente el añorado Miguel Escanciano, así como Amancio González, Adolfo Álvarez Barthe, Juan Rafael, Pablo Jeje... «En principio son artistas con los que me siento muy cómoda, pero también es verdad que la galería ha ido creciendo en otra dirección con la presencia de nombres nuevos como el japonés Tadanori Yamaguchi», señala Carnero.
La idea de Marga Carnero de cara al próximo año y los venideros es convertir Ármaga en un espacio cultural que además de arte pueda albergar presentaciones de libros, encuentros, talleres de artistas, de escritura creativa... Aunque todavía está por concretar, la próxima exposición, que llegará en febrero, estará dedicada a Juan Carlos Mestre y Alexandra Domínguez.