El mapa de los afectos de Luis Mateo Díez

‘Vivir contando’, la exposición homenaje al Premio Cervantes 2023, se inaugura este jueves a las ocho de la tarde en el Centro Leonés de Arte, donde podrá ser visitada hasta el 17 de noviembre

18/09/2024
 Actualizado a 18/09/2024
Imagen de la portada del catálogo de la exposición. | JOSÉ MANUEL NAVIA
Imagen de la portada del catálogo de la exposición. | JOSÉ MANUEL NAVIA

El Centro Leonés de Arte inaugura este jueves la exposición temporal ‘Luis Mateo Díez. Vivir contando. Homenaje al Premio Cervantes 2023’, que organizada por el Ministerio de Cultura, la Dirección General del Libro, del Cómic y de la Lectura y la Universidad de Alcalá se pudo visitar del 22 de abril al 21 de junio en la sala que el Museo Luis González Robles-Universidad de Alcalá tiene en el Rectorado con motivo de la entrega al escritor lacianiego de la principal distinción de las letras españolas. 


Comisariada por el periodista, escritor y Premio Nacional de Periodismo Cultural, Jesús Marchamalo, la muestra se presenta como un homenaje al último galardonado con el Premio Cervantes a través de materiales inéditos que condensan su universo personal y creativo. «La exposición pretende mostrar episodios, aspectos de la vida y la obra del protagonista, y de las claves de su literatura.Han sido dos meses de un trabajo intensivo y sumamente gozoso. Luis Mateo nos abrió las puertas de su casa, de su biblioteca, de su estudio, las puertas de sus armarios, de sus recuerdos, de sus evocaciones familiares, por lo que solo me queda expresar mi gratitud por su generosidad, por su ánimo siempre, por su complicidad y por dejarnos entrar en ese mundo suyo que es al fin y al cabo lo que pretendemos mostrar», comentaba el comisario de ‘Luis Mateo Díez. Vivir contando’ con motivo de la inauguración de la exposición en Madrid. 


Para Marchamalo se trata de una exposición que se puede visitar en orden y en desorden. «Yo soy muy partidario siempre de que los visitantes construyan la exposición según su capricho y según su apetencia, pero hay un recorrido organizado, un orden, aunque no imperativo, que empieza hablando de sus territorios, territorios reales de Luis Mateo como Villablino, La Magdalena, el valle de Laciana, y los territorios imaginarios: el Reino de Celama y las Ciudades de Sombra. Mostramos en esa parte de la exposición aquel pequeñoMateo y el desván de la casa consistorial donde nació y donde descubrió el libro ‘Corazón’ de Edmundo de Amicis, que fue la primera lectura que le hizo llorar y en la que descubrió la magia y el portento de la literatura».


La exposición también muestra al joven Luis Mateo «que en León, en Oviedo y de la mano de un grupo de amigos poetas comenzó a escribir y a publicar sus primeros cuentos y novelas», indicó el comisario, que puso especial énfasis en señalar dos paredes importantes en la exposición ‘Vivir contando’ «en las que se despliega un buen número de fotografías de sus álbumes familiares y donde están sus padres, Milagros y Florentino, sus hermanos, Floro, Miguel, Antón, Fernando, y aquel mundo de infancia en rural, en blanco y negro, de escuela y de nevadas que le impedían ir a clase».


La exposición incluye también un apartado a la vinculación del autor leonés con el Ayuntamiento de Madrid donde trabajó 40 años, de su pasión por el cine y de esa manera singular que tiene Luis Mateo de escribir y que está presente en la muestra a través de sus cuadernos. «Creo que una de las cosas que más va a llamar la atención de los visitantes es este mundo prolífico y luminoso de Mateo. Hay manuscritos, hay originales cedidos por la Biblioteca Nacional, hay fotografías, libros, una vieja Underwood portable de su padre que le regaló para que escribiera con ella ‘La fuente de la edad’, dibujos, cuadros... y hasta un tarro de miel de Celama, que tiene el mérito de ser una estupenda miel de un lugar imaginario». 


Una parte final de la muestra, que cuenta con un impresionante catálogo presidido por la magnífica fotografía de José Manuel Navia, está dedicada a Antón, el hermano artista de Luis Mateo, y termina con una visita que realizó el escritor en 2020 a Villablino, donde estuvo en las viejas escuelas, en el cine que visitó de niño y la casa consistorial donde nació y se crió con su familia, sus padres y sus hermanos. «Allí Luis Mateo nos contó que subió al desván y recordó aquel olor de los sueños de infancia a madera vieja, a humedad, a cerrado, a enigma y hallazgo, y se descubrió en el desván, que a pesar del tiempo transcurrido seguía igual aunque se había hecho mucho más pequeño», concluyó Marchamalo. 

Archivado en
Lo más leído