Manuel Cortés Blanco: "El palíndromo entra por la vista antes que por el oído"

El médico y escritor aragonés afincado en León, logró alcanzar su cuadro de honor, recibiendo por sus creaciones una mención especial en el XI Premio Internacional de Literatura Palindrómica REVER

L.N.C.
23/03/2021
 Actualizado a 23/03/2021
El médico y escritor zaragozano afincado en León, Manuel Cortés Blanco, con algunas de sus publicaciones.
El médico y escritor zaragozano afincado en León, Manuel Cortés Blanco, con algunas de sus publicaciones.
Organizado por el Movimiento Literario Palindrómico REVER y avalado por el Club Palindromista Internacional, acaba de celebrarse el XI Premio Internacional de Literatura Palindrómica en idioma castellano, considerado uno de los más importantes del mundo en su género. Los palíndromos son textos capicúas que pueden leerse igual de izquierda a derecha que en sentido inverso. En este certamen han participado los mejores palindromistas del momento, pertenecientes principalmente a Latinoamérica y España, si bien ha habido varios de otros países europeos e incluso de Estados Unidos. Entre ellos, los campeones del mundo Pablo Nemirovsky (Francia) y Rodrigo Marroquín (Guatemala), el reconocido Raúl Lovaldi (Argentina) o el maestro canario Carlos Martell, que a la postre resultaría ganador.

La representación leonesa corrió a cargo del médico y escritor Manuel Cortés Blanco, quien consiguió alcanzar su cuadro de honor, recibiendo por sus creaciones una mención especial.

Las bases de este año incluían la obligatoriedad de idear dos palíndromos: uno utilizando las letras de la primera mitad del alfabeto (de la A a la N) y otro con las de la segunda (de la Ñ a la Z).

Las propuestas del representante leonés fueron las siguientes:

«Amada mamá: A cada bala, el día daba la nada. La lámina allá camina, amad el alba helada. Dale, háblale dama. Anima, calla animal al Adán. Alabada, idle. Alabad acá a mamá dama».

«¡Sos, oso, ñu! Yo voto, roto voy. ¿Rusos o suyos...? Yo soporto otro poso y soy usos o sur... Yo voto roto, voy uñoso. ¡Sos!».

Para Manuel Cortés, autor de ocho libros publicados (entre ellos ‘Catorce lunas menguantes’, dedicado a la defensa de nuestra Naturaleza, con el que ha alcanzado recientemente el II Premio Liliput de Narrativa Joven), el palíndromo, a diferencia de otros géneros literarios, «entra por la vista antes que por el oído. Introduce las matemáticas en la palabra, permitiendo combinaciones que resultan tan logradas como sorprendentes. Es intuitivo, creativo y, desde luego, también divertido. A menudo, juego a crearlos con mis hijos».

Manuel Cortés ya participó en la III Copa del Mundo de Palíndromos REVER e incluso ha compartido detalles de este género en su obra literaria, al convertir en avezados palindromistas a dos de los personajes de su última historia, aún no editada. «A ti no, bonita» (palíndromo), le dice el protagonista a su pareja en uno de sus pasajes; a lo que ella, por supuesto, le responde con otra frase capicúa «No subas, abusón».
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