Luis Miguel Alonso Guadalupe: "El mundo interior cada vez me parece más misterioso"

El artista astorgano presenta este miércoles en la Biblioteca de Astorga el poemario ilustrado ‘Teoría de los afectos’, en un acto en el que estará arropado por Juanmaría G. Campal y Juan M. Martínez Valdueza

27/12/2023
 Actualizado a 27/12/2023
El poeta, escritor, pintor y cineasta Luis Miguel Alonso Guadalupe. | L.N.C.
El poeta, escritor, pintor y cineasta Luis Miguel Alonso Guadalupe. | L.N.C.

La Biblioteca Municipal de Astorga servirá de escenario este miércoles a la presentación del poemario ilustrado ‘Teoría de los afectos’ (elacritica.com), del que es autor el artista multidisciplinar Luis Miguel Alonso Guadalupe, quien estará acompañado en la presentación, que dará comienzo a las 19:30 horas, por el poeta y columnista de La Nueva Crónica, Juanmaría G. Campal y por Juan M. Martínez Valdueza, el editor de la publicación. 

El autor astorgano comenta que ‘Teoría de los afectos’ es básicamente una obra de nueva creación que ha realizado a lo largo de los últimos cinco años. «Yo estoy escribiendo siempre», reconoce Alonso Guadalupe, que recuerda que sus primeros escritos literarios datan de su época de estudiante en la Universidad de León. «Entre estudio y estudio, sobre todo en la época de exámenes, siempre solía salir a dar un paseo por San Mamés, el Arco de la Cárcel, la Catedral... y en esos momentos de soledad de aquella me dejaba influenciar mucho por lo que veía, la gente, las calles tan bonitas de León, el Barrio Húmedo y todo eso. Y ahí empezó un poco mi interés por la poesía», confiesa el astorgano, que reconoce «me salían cosas muy extrañas que ni siquiera yo comprendía muy bien, porque la filosofía, la pedagogía, etc, que eran las disciplinas que yo estudiaba, tienen su propio lenguaje, pero yo necesitaba una alternativa a esas materias tan interesantes, y era dejar mi cabeza libre, mi espíritu libre, para que se expresara a su manera. Como te decía me gustaba pasear en solitario por esa bella ciudad que es León y dejarme atrapar por esas imágenes que daban aliento a mi sensibilidad».

Luis Miguel Alonso Guadalupe se sincera todavía más y a costa de causar cierta extrañeza en el lector confiesa que uno de sus primeros poemas estaba dedicado a las bolsas de basura. «En León veía muchas en mi recorrido por esa larga avenida que es San Mamés y veía bolsas de basura en cada portal, siendo la mayoría negras. Son imágenes que entonces me llamaban la atención y aunque no tienen mucho de poéticas tampoco me dejaban indiferente, pues yo me dejo influenciar por todo lo que veo y disfruto tanto de lo imaginario como de lo real», confiesa Alonso Guadalupe. 

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A la pregunta de cómo ha evolucionado su poesía desde aquellos primeros escritos de su etapa de estudiante hasta la actualidad con los poemas que se recogen en ‘Teoría de los afectos’, Luis Miguel Alonso reconoce que sí ha experimentado una evolución que describe muy gráficamente al asegurar que va desde fuera hacia dentro. «Cada vez miro más hacia dentro. El mundo interior cada vez me parece más misterioso. Si al principio, como te decía, la poesía nace en las calles de León, ahora la investigación es hacia los sentimientos, los afectos, el conocimiento de las personas, pero no físicamente sino de los sentimientos y los afectos que las personas tienen entre sí y en relación conmigo, que los veo», argumenta el poeta astorgano, que no cree que el ictus sufrido hace algunos años y que le ha dejado evidentes secuelas haya servido como catalizador de esa evolución, que a su juicio hubiera tenido lugar de todas las maneras. «Se hubiera dado de igual forma. Además, curiosamente, me sobrevino el ictus hablando de la poesía de Leopoldo María Panero en la casa familiar de los Panero en Astorga. Yo diría que toda la vida es poesía y la cuestión está en saber verla. Te diré más, la poesía y el periodismo desde mi punto de vista van muy unidos, igual que la pintura, el arte en general», sostiene este artista que a lo largo de su vida ha tocado diferentes palos que van de la literatura a la pintura pasando por el cine, el periodismo o la gestión cultural. «Yo creo que el nacimiento de todo arte en el mundo es la poesía, y los griegos no estaban equivocados. Por algo era una de las siete artes. Pero yo la pondría en el vértice de toda creación artística. Cada uno podemos tener un concepto de poesía, pero pienso que en realidad la poesía es una actitud ante la vida. Hay textos periodísticos y novelísticos que son verdaderos poemas. Estoy leyendo el libro de Juan Ramón Jiménez ‘Tiempo y espacio’ . ‘Platero y yo’ es poesía en estado puro, lógicamente, pero para mí ‘Tiempo y espacio’ es la pieza de donde parte todo el nudo poético de toda esa generación, porque Juan Ramón Jiménez era un genio, la verdad. De ahí yo creo que hemos bebido todos los españoles y gracias a ‘Platero y yo’ todos los niños españoles hemos tenido ahí ese fondo de armario poético que es ese libro maravilloso. Que después empiezas a investigar en la obra de Juan Ramón Jiménez y te das cuenta de que es universal y todos somos de alguna manera alumnos, pobres alumnos del gran maestro de Moguer», asegura.

Una de las pinturas del autor que aparecen en ‘Teoría de los afectos’. | L.N.C.
Una de las pinturas del autor que aparecen en ‘Teoría de los afectos’. | L.N.C.

Luis Miguel Alonso Guadalupe ríe abiertamente cuando le pregunto, parafraseando el título de su nuevo poemario, si los afectos se quedan en la teoría o conviene llevarlos a la práctica. «Te voy a desvelar solo a tí, porque sino no se van a vender libros, que el título responde al hecho de que los afectos no tienen norma. Entonces no hay teoría, con lo cual en teoría tampoco hay libro. Pero curiosamente también es verdad que el que lee el libro se hace un verdadero abanico de teorías afectivas porque cada poema es una historia y cada historia para el lector son un montón de poemas, son un montón de historias; es decir, que es un libro no de una única poesía sino que cada poesía es una historia con la que hay lectores que se van a identificar y otros lectores que no se van a identificar con ese poema. De alguna manera son poesías que transmiten imágenes al lector y como te he dicho antes cada lector se puede sentir identificado o no dependiendo del grado de sensibilidad que tenga cada uno».

Esas imágenes no tienen correspondencia con las ilustraciones del propio Alonso Guadalupe que acompañan a los poemas de ‘Teoría de los afectos’. «No para nada. Podía ser esa opción pero me parece demasiado fácil y manipuladora en ese caso. Yo lo que quiero es que cada poesía genere en el lector su propia imagen, por eso es un libro interactivo entre el autor y el lector. Los dibujos están escogidos un poco al azar. Yo con la pintura realmente no trato de expresar. Hay pintores que tratan de retratar una persona, un paisaje. Yo trato de retratar el alma, el espíritu, y sensaciones que hay dentro de nuestra mente. Entonces, claro, son formas que no son reconocibles. La gente que esté buscando ver la catedral no la va a encontrar en el libro, pero en cambio sí va a encontrar otras figuras que son su propia catedral mental, su propio corazón, sus sentimientos, sus colores, porque, claro, son unos matices y unos colores sorprendentes», señala.

Para terminar pregunto a Luis Miguel Alonso Guadalupe por el papel que juega la música en todo este proceso de búsqueda interior que propone el autor astorgano a través del lenguaje poético. «Al tocar las siete artes estamos tocando todo pero muy en especial la música. Yo creo que la música surge del propio poema, que en el lector produce sensaciones, recuerdos, imaginación. Y esa imaginación, como en una película, produce también su banda sonora. Yo creo que esa banda sonora la pone el lector. De ahí lo de poesía interactiva. La figura del poeta no es como antes. Ahora el poeta da pie para que el lector participe del poema al cien por cien, poniendo la música y las imágenes que le transmiten esas palabras de un señor que no conoce de nada, más que el nombre a través de un libro», concluye. 

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