Lois arranca la recuperación de la mitad de su leyenda, la cátedra

Se ha convertido en un lema turístico: «Lois, la cátedra y la catedral». Y como tal, como reclamo, está muy bien pero sin olvidar que esta bella localidad de la cabecera del río Dueñas tiene otros muchos alicientes: la Casa del Humo (también restaurada con una fuerte inversión), la Fábrica de la Luz, la vieja escuela, las casas de los Reyero y los Álvarez Acevedo, el solar de los Álvarez, el palacio de los Castañones... o el propio pueblo.

Pero es cierto que ‘la cátedra de latines’ o lea preceptoría y la iglesia bautizada como la Catedral de la Montaña siempre han sido dos de los pilares sobre los que se asienta la merecida fama de pueblo singular de esta pequeña localidad del municipio de Crémenes. Como no es menos cierto que uno de ellos, la cátedra, presentaba un más que preocupante estado de conservación, prácticamente en ruinas, lo que hacia imposible su visita a su interior, ya que estaba apuntalado desde hace muchos meses y había ingresado en la nada deseada Lista Roja del Patrimonio que confecciona la asociación Hispania Nostra y a la que van a parar los edificios más abandonados.

La cátedra fue fundada por un hijo del lugarque estudió en la Universidad de Alcalá y quiso instaurar en su pueblo los métodosde la misma, para niños de Lois y Maraña   Muchas son las vicisitudes que ha sufrido este edificio y que le han llevado a su triste situación, pero la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta acaba de emitir una nota pública (¿los Reyes?) en la que anuncia «Cultura y Turismo inicia la restauración del histórico edificio de la cátedra de latín de Lois. La actuación que ya se está realizando, tiene como objetivo lograr la consolidación de la estructura del edificio del siglo XVIII con una inversión de esta Consejería que asciende a 238.347 euros».

Se inicia así la recuperación de «una de las patas» del atractivo turístico de la localidad, sin olvidar que la llamada Casa del Humo y el recuerdo de su último morador, el añorado Noris, siempre ha sido una de las visitas preferidas de quienes ascienden por este valle hasta el último pueblo del mismo, Lois.

Añade la citada nota que «el edificio conocido como Cátedra de Latín de Lois se encuentra situado a la entrada del conjunto histórico de la localidad leonesa. Su singularidad radica en que albergó una iniciativa didáctica puesta en marcha en el siglo XVIII. La Cátedra fue fundada por Jerónimo Rodríguez-Castañón Valbuena como Estudio de Gramática con objeto de favorecer la formación de jóvenes de Lois y su comarca». La profesora leonesa Isabel Cantón Mayo, autora de un libro sobre esta singular institución junto a Marta Prieto, explicaba con motivo de una conferencia sobre la cátedra que «se trata de un caso realmente único en su género; su fundador había residido en el Colegio Mayor San Ildefonso de la Universidad de Alcalá y quiso traer a su pequeño pueblo el modelo educativo universitario que había conocido y disfrutado. Tanto la estructura de las enseñanzas como la metodología o los reglamentos de funcionamiento de esta cátedra de latín».Y explicaba la existencia de un patronato para desarrollar su forma de gobernarla, el arca de las tres llaves, las características de los preceptores y de los alumnos... En lo referente a estos últimos fue fundada —el 27 de marzo de 1744— para «dar estudios absolutamente de balde a los vecinos de Lois y Maraña», con el latín como lengua vehicular; alargando su vida hasta el cercano siglo XX. Al frente de la cátedra debía haber un Preceptor que, además de ser catedrático de Gramática, debía ser también Presbítero, ya que se le imponía la obligación de decir «una misa cada semana en la iglesia parroquial. La dotación económica fue de ocho mil ducados de capital y doscientos cabales de réditos cada año».

La cátedra, o preceptoría, dirigida por un catedrático de Gramática se mantuvo abierta hasta el siglo XX, cerrando cuando el latín perdió fuerza como lengua vehicular   Sobre la intervención que se va a llevar a cabo en ella, los técnicos encargados explican que «el objetivo de la intervención es la recuperación de las condiciones de estanqueidad y estabilidad de las cubiertas y armaduras del edificio, de la estabilidad de las alfarjías intermedias, y de las carpinterías de su envolvente. El criterio de actuación mantiene su volumetría y altura original, restaurando la estructura y respetando el sistema constructivo. Se trata de la rehabilitación de un edificio cuya singularidad reside en la finalidad que le dio origen, y en el uso continuado que tuvo durante bastante tiempo en coherencia con los deseos de su fundador».

En definitiva, una buena noticia para otro edificio cargado de historia que desde 2017 es de titularidad municipal, pero cuyo Ayuntamiento no podía utilizarlo porque el estado de abandono y ruina impedía realizar allí cualquier tipo de actividad de ningún tipo, por peligrosa.