Toño Benavides: "El lobo es un personaje fundamental del legendario leonés"

El escritor e ilustrador leonés exhibe desde este miércoles en el Camarote Madrid un adelanto de lo que será su exposición ‘León de leyenda’, que podrá visitarse a partir del 12 de diciembre en la galería Espacio_ E de Trobajo del Camino

29/11/2023
 Actualizado a 29/11/2023
Ilustración para la leyenda de 'Santa Brígida'. | TOÑO BENAVIDES
Ilustración para la leyenda de 'Santa Brígida'. | TOÑO BENAVIDES

El Camarote Madrid expone desde este miércoles un adelanto de la exposición del ilustrador leonés Toño Benavides ‘León de leyenda’, que a partir del 12 de diciembre podrá visitarse en la galería Espacio_ E. Lo que puede verse en el establecimiento hostelero de la calle Cervantes son cuatro interpretaciones del artista de otras tantas leyendas leonesas que hacen referencia a ‘El topo de la Catedral’, ‘Santa Brígida’, ‘La Xana del lago de Carucedo o Xana Carisia’ y ‘La mujer lobo’. 


Aunque todavía no está cerrada la exposición de Espacio _ E, pues Benavides continúa trabajando en ella, en principio están contempladas 18 leyendas en las que el artista leonés ha elaborado una serie de textos breves que tienen como objetivo «dar unas claves para una interpretación correcta del dibujo, porque son interpretaciones mías», sostiene Benavides, que desde el punto de vista artístico se vale una vez más del carboncillo para mostrar un dibujo de inspiración expresionista, en la misma línea utilizada para publicaciones como ‘Fortunata y Jacinta’ (Reino de Cordelia). «Es el clásico dibujo al carboncillo. En ese sentido no me salgo de la técnica más académica, por decirlo así. Digamos que la suerte de lo que presento debe ser el tipo de interpretación que se hace. La técnica importa poco en este caso pues utilizo los medios que necesito para representar lo que quiero representar», argumenta Benavides.

 

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Ilustración para 'La mujer lobo'. | TOÑO BENAVIDES

Las ilustraciones que se presentan son en blanco y negro, aunque Benavides no descarta que en un futuro incorpore el color de cara una posible publicación. «Hace tiempo que llevo trabajando así, llevando el blanco y negro al programa de edición gráfica y dándole color con las técnicas que me brinda el programa», apunta el artista, que reconoce que el objetivo final es una publicación que recoja las leyendas presentadas en la exposición y algunas más. «Pretendo en un futuro no muy lejano publicar un libro, porque el libro ha estado siempre en el horizonte de lo posible de este proyecto».


Las ilustraciones que podrán verse en un número de cuatro en el Camarote Madrid y cercana a la veintena en el caso de la próxima exposición en Espacio _ E se presentan en formato A3. «Casi todas son del mismo tamaño de 30 por 42 cm, están enmarcadas para proteger el dibujo y nada más», señala el poeta e ilustrador leonés, que a la pregunta de si tiene preferencia por alguna de las leyendas que conforman la exposición responde que todas ellas han logrado captar su atención, si bien reconoce que quizás por el impacto que le causaba de niño los cuentos que le contaban sus padres todo lo que tiene que ver con el lobo le provoca una gran fascinación. «Además, en León parece imposible no referirse a las leyendas sin mencionar al lobo. Para mí es un personaje fundamental del legendario leonés», asegura Benavides, al que comento que no solo es un personaje fundamental de las leyendas leonesas sino de toda la tradición del cuento universal. Prueba de ello es el más popular de los cuentos, ‘Caperucita Roja’. «El lobo y la Vieja del Monte, porque la Vieja del Monte también es un personaje reflejado en ‘Caperucita Roja’. La abuela de Caperucita, que vive sola en el bosque, es la Vieja del Monte ancestral de toda la vida de León. Curiosamente todo gira alrededor del cuento más conocido», indica el artista, que ha incorporado a la exposición la leyenda de ‘La mujer lobo’, donde se hace eco de un relato de Jesusa Rellán, recogido en ‘El imaginario tradicional leonés’ de Nicolás Bartolomé Pérez, según el cual cierta muchacha lobo solía devorar a los jóvenes del lugar hasta que un valeroso criado consiguió sorprenderla despojándose de la piel de lobo que la cubría, momento que aprovechó aquel para arrebatársela y arrojarla al fuego, con lo que esperaba romper el maleficio. Mientras el pellejo era consumido por las llamas, la mujer lobo advirtió al muchacho: «Mira, si un pelo me quedara de la piel, lo más grande que te iba a quedar a ti sería una oreja». 

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