Llega a León una oportunidad para escuchar hablar de prostitución a quienes la ejercen

La obra ‘Mujeres caracoles’ de la Asociación In Género aterriza este jueves en el Palacio del Conde Luna con los testimonios reales de siete personas como protagonistas

25/09/2025
 Actualizado a 25/09/2025
Uno de los ensayos del elenco participante en la obra de teatro inmersivo ‘Mujeres caracoles’. | CEDIDA
Uno de los ensayos del elenco participante en la obra de teatro inmersivo ‘Mujeres caracoles’. | CEDIDA

Personas que, «como caracoles, caminan por el mundo llevando su casa, su historia, su dolor y su esperanza sobre la espalda». Personas que, sin destino fijo, pero portando consigo «un mundo entero», se presentan a sí mismas, en una metáfora poética y política, como caracoles. Es el paralelismo con el animal lo que bautiza a la puesta en escena impulsada por una organización sin ánimo de lucro que nació para dar respuesta a las necesidades de quienes ejercen la prostitución y de las víctimas de trata en España. La Asociación In Género llega a las 19:00 horas de este jueves al Palacio del Conde Luna de la capital leonesa de la mano de la obra ‘Mujeres caracoles’.

Sobre su profundo trasfondo habla, al otro lado del teléfono, Rubén Bustamante, coordinador de la asociación en varias comunidades autónomas que concibe el teatro como una herramienta «para curar las heridas». Cuenta que la iniciativa, que forma parte del proyecto ‘Mi vida es puro teatro’ financiado por el distrito Centro del Ayuntamiento de Madrid, arrancó hace unos cuatro años en la capital española «con la idea de combatir la soledad no deseada del colectivo». Aquella incursión teatral surgió de la mano del profesor voluntario David Ortega, «experto en violencias». 

"Cuando se habla de prostitución, solemos ser personas ajenas las que nos adueñamos de un testimonio"

«Lo que hicimos fue reunir a un grupo de personas interesadas –entre 15 y 17– que empezaron a tomar clases de teatro», aclara el coordinador. No fue hasta el año pasado cuando se tomó la determinación de convertir esas imparticiones en una función teatral de la que ahora forman parte siete personas. «Dentro de esta obra, hay personas que son sobrevivientes de la trata y cuentan sus historias en primera persona y otras que ejercen la prostitución y están sometidas a violencias o diferentes vulnerabilidades», relata Bustamante: «Es una obra testimonial donde cada persona tuvo la libertad de crear su propia historia». Fue el propio coordinador el encargado de la dramaturgia de unas semblanzas narradas por mujeres bisexuales y transexuales y personas no binarias con una única característica en común: ejercer –o haber ejercido– la prostitución y haber sobrevivido a las violencias que supone.

Todas ellas llegan por primera vez a la capital leonesa para presentar, sobre las tablas, una pieza de teatro «inmersivo» en la que el público no está exento de participación. «Tiene que formar parte de ella porque la obra empieza antes de que empiece la función», asegura Bustamante: «Queremos que la gente sienta estar en un entorno en el que se ejerce la prostitución». El propósito plantea una pregunta: ¿cuánto tiene de artístico y cuánto de activista ‘Mujeres caracoles’?

CARTEL TEATRO MUJERES CARACOLES

«Yo creo que tiene el cien por cien de artístico y el cien por cien de activista y solamente se van entrelazando las realidades con la ficción», resuelve el entrevistado: «El mero hecho de que sean personas que ejercen la prostitución y que van a abandonar sus lugares de trabajo para contar sus historias ya es activismo». De la vertiente artística menciona el responsable las luces, los juegos de palabras, las voces, las coreografías... Toda una amalagama de elementos que consiguen lo que no se suele conseguir: prestar atención a los discursos sobre prostitución que emiten quienes la ejercen.

«Cuando se habla de prostitución, solemos ser personas ajenas a ella las que nos adueñamos de un testimonio y lo trasladamos», considera Bustamante: «Lo novedoso aquí es que sean las mismas personas las que cuenten sus historias». Personas que, en un ejercicio de valentía, ponen voz y rostro a lo que, muchas veces, acaba reducido a cifras. «Es mucho más impactante que cuente la historia la propia víctima porque la persona que consume prostitución es un perfil que puede estar en cualquier sitio y que, probablemente, esté sentado en una de las sillas viendo la obra», añade el profesional de In Género.

"Que estas personas hayan decidido subir al escenario sin importar lo que pueda pasar es digno de ver"

Entre quienes ocupan esas sillas, entre los individuos que, en cada función, integran el público, se producen normalmente diferentes reacciones. «Hay gente que sale enfadada, gente que sale llorando, público que se ríe», introduce el entrevistado sobre una obra que describe «cruda» y de la que destaca su «excelente acogida». «Toda esa crudeza se intenta tapar un poco con el lado artístico; con canciones o recurriendo a veces a la comedia para que no sea tan duro el testimonio», continúa: «La gente, cuando va al teatro, va a conocer, pero también a olvidarse y, en ocasiones, es mucho mejor presentar esas cosas nuevas con suavidad». O lo que es lo mismo: «disfrazar» lo cruento para convertirlo en «digerible» y, por tanto, en cuestionable, debatible... En una fuente primaria para la necesaria reflexión.

Por todo ello invita Rubén Bustamante a leoneses y leonesas a asistir a la puesta en escena de ‘Mujeres caracoles’. «Es una obra que merece ser vista porque hay un estigma con la prostitución que provoca que muchas mujeres no quieran afrontar o aceptar la violencia y las realidades que están viviendo», zanja el coordinador: «Que estas siete personas hayan decidido contar su historia y subirse al escenario sin importar lo que pueda pasar es digno de ver».

Así, el evento que este jueves llega a la ciudad en una jornada de acceso libre y gratuito, fruto de la colaboración entre la Asociación In Género y la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de León, se presenta como «un espacio alternativo», alejado de la polarización, el simplismo y la instrumentalización. Como un terreno que, concediendo el merecido protagonismo a las historias de carne y hueso, ofrece a sus espectadores «una vivencia escénica que abra preguntas, que conmueva, que cuestiones los prejuicios y que active una mirada más humana, más política y, sobre todo, más empática».

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