En la jornada de ayer la CNT de Valladolid y la de León se reunieron en torno a un nombre y una historia:la del médico y dirigente anarquista leonés Emilio Pedrero Mardones, fusilado en Valladolid el 2 de junio de 1938. Las dos ‘federaciones’ acudieron en la mañana al cementerio de la ciudad para rendirle allí homenaje al ‘médico de los pobres’ y en la jornada de tarde, en la sede que la CNT de León tiene en el Barrio de San Mamés se presentó el libro que recoge la vida y las circunstancias del médico leonés, titulado ‘Hasta que la tierra habló’ y del que es autora la profesora e historiadora Elisabet Lacasa Falcó.
El título del libro tiene una fácil explicación, la biografía de Pedrero sale a la luz cuando es inhumado su cuerpo por la ARMH en una fosa común y a través del ADN de un familiar se comprueba una identidad que se sospechaba por una característica física, que el médico leonés medía 1,92 metros, algo muy poco común en la España de los años 30. Pero, además del olvido de su figura, llamó la atención, incluso a la autora, un documento hallado a última hora y con difícil explicación. «En el Archivo Militar de El Ferrol encontramos la documentación del Consejo de Guerra de Emilio, pero además había un folio que no seguía la numeración del resto de la documentación y absolutamente desconocido. Era sobre una carta de una hermana de Pedrero, dirigida al mismísimo Franco para pedirle audiencia. El dictador se la concede, la recibe en Burgos y le concede el indulto para su hermano. Lo llamativo viene a partir de ahí, pues el Auditor de la causa le niega el indulto por el carácter grave de los hechos que se imputan y el general responsable no aplica el indulto. Esto nos viene a demostrar que el poder central no es tal, pero es un enigma», explicaba la historiadora en la presentación del libro en la tierra de Emilio Pedrero, ya que éste había nacido en León, el 5 mayo de 1911 y fue bautizado en la Iglesia de San Marcelo, igual que sus hermanas, Matilde y Luisa, maestras ambas. La educación y la sanidad eran las disciplinas de la familia de Emilio;sus hermanas maestras, su abuelo médico, con más maestros en la familia. El abuelo médico influyó en el joven leonés cuando supo que estuvo destinado en un pueblo de Palencia, «donde pasaba consulta gratuita para los más pobres» y parece que Emilio indicaba que quería ser como él;explicó su biógrafa.
En Ferrol apareció un dodumento desconocido, una hermana de Emilio pidió ser recibida por Franco, lo hizo en Burgos y le concedió el indulto pero ni el instructor ni un general hicieron caso
En niño Emilio estudió en León, primero en las Anejas y después cursó el Bachillerato en el Padre Isla, aprobando el Preuniversitario en Oviedo, a cuyo distrito pertenecía León y se fue a estudiar medicina en Valladolid. «Siempre fue buen estudiante», señalaba Elisabet Lacasa Falcó, quien explicó que no incluyó en el libro su expediente académico por parecerle «algo personal. En el año 1928, Emilio ee matriculó en la facultad de Medicina en Valladolid, donde también se trasladó su familia al fallecer los padres, uno cuando Emilio tenía 4 años y el otro al cumplir los 17. Su tía Eloisa es quien cuida de todos ellos».
Aquel alumno brillante era, además, «un líder natural en todos los campos; incluso era un manitas. En 1934 era presidente de las Asociaciones Profesionales de Estudiantes de Medicina; el 30 de mayo 1934 fue nombrado Inspector de Sanidad, rama a la que se entregó y daba cursos de Higiene, una disciplina muy necesaria en aquellos años», señalaba la historiadora para recordar que «ya era militante de la FAI; se afilió a la CNT cuando acabó medicina y también había sido activista de la FUE, de la que se fue alejando. Jamás cejó en su compromiso con la CNT».

Hay unan fecha que marca la trayectoria personal de Emilio Pedrero:« El 4 de marzo 1934, en el teatro Calderón de Valladolid se celebra la fusión de la Falange con las JONS. Hubo disturbios y a causa de ellos falleció (unos días más tarde) un militante falangista, de 18 años. Pedrero fue detenido pero pudo demostrar que no había tenido participación, ni siquiera estuvo allí pero la denuncia tuvo repercusión posterior pues en su detención en 1937 fue acusado de haber participado, pese a haber sido exculpado». Antes, en la huelga de octubre del 34, el leonés volvió a ser detenido, fue juzgado y condenado a 8 meses de cárcel y enviado al Dueso. Le condenan por tener una pistola ametralladora, que quiso legalizar pero no pudo. Pese a la amnistía casi cumplió casi los 8 meses».
Curiosamente, en todos estos hechos jugó en su contra su altura. Ya en 1936, el 19 de julio, fue a la casa del pueblo pero no se quedó pues se sabía señalado. Decidió esconderse y permaneció 14 meses acogido por una familia , a la que pagaba la familia de Emilio por esconderlo. «Cuando ya no podían pagar fue detenido y torturado (el 2 septiembre de 1937) para que delatara a sus contactos. No lo hizo y fue condenado a muerte por uno de aquellos tribunales sin formación jurídica, sin pruebas, por sospechas. La sentencia estaba predeterminada».Los plazos fueron corriendo, de aquel indulto de Franco nada se supo y fue ejecutado y enterrado en una fosa común, en la fosa número 7 del cementerio del Carmen de Valladolid, donde fueron localizados sus restos y los del gudari Ángel Eraña Mendibil.
Los de Emilio fueron trasladados a su tierra. Y ayer homenajeados.