En este tiempo el proyecto que nació en una furgoneta averiada en algún lugar de la autovía que une León y Benavente ha pasado de ser una simple escapatoria para las inquietudes musicales de los músicos y técnicos que acompañaban – y siguen haciéndolo – a Nacho Vegas a convertirse en una de las bandas más exitosas del panorama nacional.
Ir a León tiene mucho peligro, la última vez nos quedamos en el Húmedo y casi no llegamos a la prueba «Nos queda Benavente, pero ir a León siempre es una alegría porque tenemos muchos amigos, aunque sea por cercanía en mi caso», asegura al otro lado del teléfono el guitarrista del grupo Luis Rodríguez. Él, asturiano, comparte banda con un gallego (Abraham Boba, voz y teclados), un maño (Eduardo Baos, bajo) y un murciano (César Verdú, batería), un grupo que desde que en abril viera la luz ‘2’, «un título muy democrático para un segundo disco», no ha parado de girar por toda España aumentando progresivamente el tamaño de la letra con la que se les anuncia en casi cada festival a lo largo y ancho del país. Ahora toca seguir disfrutando de su directo en formatos mucho más modestos:«Apenas hemos parado fines de semana contados, pero es verdad que el cambio a las salas está bien porque al menos a mí me gusta mucho la cercanía con la gente, notarla, se crea una sinergia que en un festival no existe, tienes una limitación de tiempo y vas un poco a la carrera. Ahora tú manejas los tiempos, pero aún así me gustan las dos cosas».

Una situación que les obliga a hacer malabarismos para atender a todos sus compromisos, especialmente con la banda de Nacho Vegas con la que continúan girando:«Por suerte estamos en la misma agencia y se supone que cuando acabe la gira de LeónBenavente empezará la de Nacho, con lo cual descansa el grupo, pero no los músicos», asegura tan resignado como feliz entre risas.
Músicos que han tenido que reinventarse y asumir roles que habitualmente no tenían –Abraham toca el teclado con NachoVegas, el propio Luis es bajista, César técnico de sonido – y a los que aseguran ya haberse acostumbrados:«Son ya cinco años, aunque sí que es verdad que la promoción del primer disco con 15 entrevistas diarias durante una semana te hace perder un poco el norte, ahora ya lo asumes como una charla más o menos agradable, pero sí que es cierto que incluso como músico te hace afrontar un reto que pelear. Yo por ejemplo llevaba 25 años tocando el bajo, sabía tocar solo acordes abiertos de canciones de Dylan en la guitarra y de repente me encuentro en un escenario con un montón de pedales».
León Benavente se subirán este viernes al escenario de Espacio Vías (entradas anticipadas a 15 euros en Carta Blanca, La Mona Se Viste de Seda y Belmondo además de en Ticketmaster en internet y a 18 en taquilla) para presentar, si alguien que no las conozca ya, las canciones de un segundo disco que ha recibido el favor de un público y una crítica con expectativas mucho más altas que con su debut, algo que no les ha pesado:«No somos de analizar, pero es obvio que las las cosas van bastante bien. De cualquier forma ya desde el proceso de composición tratarnos de abstraernos del primer disco, simplemente ser fieles a nosotros mismos, no repetirnos y seguir por el camino que queremos».
Es por eso que este ‘2’ no cambia algunas de las cosas que hicieron triunfar a su debut homónimo (2013) y que pasan por melodías pop con alma rockera o letras con un marcado contenido social:«De las letras se encarga Abraham, pero tiene algo que agradecemos el resto y es que escribe pensando en los 4. No es nada panfletario ni canción protesta, otros eligen hablar del amor, es una opción, pero nos sentimos cómodos con esa forma más sutil de cuestionarnos las cosas».
Un disco que respira cierto homenaje a bandas de todo pelaje y condición (El Columpio Asesino, The Clash, Triángulo de Amor Bizarro, Randy Newman, Los Planetas, Mark Kozelek o Lagartija Nick), tanto en el contenido como en el continente.«Más que un homenaje creo que es tener referencias comunes de hace mucho con muchas de ellas», asegura Luis, que también confirma que esta nueva colección de canciones se presta mucho más al directo:«Al final cuando grabamos el primer disco no teníamos la química que te da meterte a hacerlo cuando llevas 150 conciertos junto a otras personas. Al final eso se cuela en el estudio y lleva al directo un punto más arriba, porque la verdad es que nos consideramos eso, un grupo de directos».
Las etiquetas no tienen sentido y generalmente son erróneas, Elvis y Metallica son rock Un directo potente, atrevido, con un auténtico show como ‘frontman’ en la figura de Abraham Boba, que atrae tanto al público joven como al más maduro, sin duda una de las noticias más positivas que vive esta banda:«La verdad es que no miro mucho al público, bastante tengo con los pedales (se ríe), pero sí que es verdad que notamos un público muy heterogéneo, vemos a gente muy joven que se entera de que con estos tipos pasa algo en el escenario y lo quieren ver porque el boca a boca funciona mucho igual que otros igual más mayores nos conocen de ir con Nacho». Es precisamente por eso que las etiquetas no encajan con León Benavente «porque no sirve de nada y generalmente están erradas. Rock es Elvis y también Metallica, aunque bueno, es cierto que por el momento no hacemos cumbia».
A buen seguro ‘2’ les pondrá en las listas de lo mejor de 2016, algo a lo que aseguran no mirar:«A mí me gusta mirar en internet recetas de cocina, no puedes estar pendiente de todo eso porque es imposible». Eso sí, confensando que en la furgoneta de León Benavente no se escucha música, «somos siete personas las que viajamos con personalidades muy distintas y es casi imposible ponernos de acuerdo», Luis asegura que lo que más ha escuchado este último año «han sido cosas muy clásicas, el ‘Street Legal’ de Dylan, Motorhead, Iron Maiden... de aquí me gustan Mihassan, que hacen una cosa un poco loca o Belako».
De cualquier manera, por el momento la banda disfrutará de León, una visita «con mucho peligro, porque la última vez que fuimos se nos pasó el tiempo tomando vinos por el Húmedo y cuando nos dimos cuenta tuvimos que ir a carreras a hacer la prueba de sonido». Pasarán a buen seguro ellos un buen rato e igualmente lo hará el público leonés, que sea por el nombre o por la relación con la ciudad considera a León Benavente poco menos que un grupo de casa.