La lectura del mes de 'LEE con FEE': ‘Vallesordo’, de Jonathan Arribas

El club de lectura de autores y autoras o editoriales emergentes nacido en León, en colaboración con La Nueva Cronica, recomienda leer en abril la obra de este autor español

Begoña Valverde
27/04/2025
 Actualizado a 27/04/2025
La lectura del mes de 'LEE con FEE' es ‘Vallesordo’, de Jonathan Arribas.
La lectura del mes de 'LEE con FEE' es ‘Vallesordo’, de Jonathan Arribas.

Como lectura de abril hemos escogido un autor español cuyo libro enamoró a Luis Solano, su editor en Libros del Asteroide. Jonathan Arribas dejó el Derecho para abrazar la literatura y su primer paso en la novela es ‘Vallesordo’ (2025), una historia ambientada a principios de este siglo en un pueblo imaginario de Zamora. El protagonista: un niño pelirrojo al que le encanta bailar sobre latas de Coca-Cola, hacer ‘bumbumplac’ y moverse con mucha ‘eneryi’ [sic]. El autor se reunirá con el club de lectura LEE con FEE el próximo martes 29 de abril para comentar su obra.

Puede que ‘Vallesordo’ aparente ser uno más de esos libros que se desarrollan en pequeños pueblos. Sin embargo, el debut del zamorano Jonathan Arribas consigue algo que se cree sencillo a priori pero resulta muy complejo: un narrador infantil verosímil. La voz de su novela es la de Nico, un niño que vive a principios de los 2000 en el pueblo ficticio de Zamora que da título a la obra.

La novela se centra en su verano de 5º de Primaria, un momento en el que pasa sus tardes pegado a la tele para ver el programa ‘Fama, ¡a bailar!’, sueña con las coreografías de Rafa Méndez, juega al esconderite con sus amigos y está pendiente de La Yesi, su perra. Y todo mientras se enfrenta a diferentes inquietudes personales y familiares. 

Arribas ha explicado que muchos de los lugares que aparecen en su novela se inspiran en los que conoció en su infancia, especialmente Montamarta y Palacios del Pan. Quizá por ello, el entorno que acompaña las andanzas de Nico y sus pensamientos construye un mosaico lleno de autenticidad que seguro que trae algún que otro recuerdo a los que vivieron su niñez en un momento en el que las redes sociales aún no dominaban la forma en que nos relacionamos. 

A través de los ojos del narrador leemos además los conflictos de los adultos: la soledad de las personas mayores, el amor y el desamor, la familia, la salud mental y la depresión. También vivimos con él las cuestiones que lo van inquietando sobre su propia identidad, sobre sus sentimientos y afectos, siempre desde ese momento vital en que la inocencia y la ingenuidad están a punto de despegar antes del comienzo de la adolescencia y todos los acontecimientos se viven como algo nuevo, único e ilusionante.

‘Vallesordo’ puede leerse como una novela de aprendizaje, un relato conmovedor, pero nada sería posible sin un arma, el lenguaje, que aporta naturalidad y agilidad a esta historia sobre el transcurso de uno de esos veranos aparentemente eternos de la infancia.

Es posible que una de las mayores virtudes que podamos mencionar en un libro es que cuando lo termines sientas que conoces a los personajes desde siempre. Nico, su abuela y el resto de personas que pueblan Vallesordo se sienten reales al terminar la novela y es inevitable preguntarse dónde se encontrarán hoy, en 2025. El próximo martes tendremos la oportunidad en Lee con FEE de preguntárselo a su autor.

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