«Lo de mi padre es flipante, a veces pienso que anda por ahí pululando, que no se ha ido, pues se me aparece casi todos los días de algunas manera. Un día me llaman de un pueblo donde quieren recordar cuando estuvo por allí y que vaya a restaurar el mural que dejó, otros pueblos quieren tenerlo presente con nuevos murales —como en Celadilla— o te llaman de unas monjas que han descubierto en una pared un dibujo que les hizo hace no sé cuántos años que pasó por allí a verlas y quieren ‘que se vea’... en fin, que lo tengo siempre presente, más allá de tenerlo por el recuerdo, por la huella que nos dejó». Lo decía Laia Redondo hablando del recuerdo siempre presente de su padre, el dibujante Lolo, de quien ha heredado la pasión por el arte y la devoción de que figura siga presente entre los leoneses, como los leoneses quieren y como Lolo bien merece.
Uno de los trabajos que Laia ‘heredó’ de Lolo, que la repentina muerte de su padre le obligó a retomar, fueron las ilustraciones de un libro —después fueron dos— en el que Lolo había puesto todo el cariño del mundo pues al margen de abordar uno de los temas que más le gustaban —la mina, la minería, los mineros, las leyendas mineras...— el autor de los textos era un gran amigo, Manuel Cortés, al que el propio Lolo inoculó la pasión por este gremio y con el que recorrió todas las cuencas mineras recopilando las historias que acabarían en un primer volumen: ‘Cuentos del carbón’ y que dejarían el material de buena parte de la continuación, ‘Cuentos de carbonilla’, que vio la luz con Lolo ya fallecido pero con sus ilustraciones... y las que faltaban por rematar las acabó Laia, y las pocas que aún no estaban hechas las realizó Laia, unas ilustraciones por cierto «muy de Lolo» pues era él quien guiaba cada trazo desde donde esté, que, como hemos visto al principio, tal vez sea muy cerca, «tal vez ande pululando por ahí». Así lo explica el prólogo de este segundo libro: «Entra en este libro y lo entenderás; además de documentar que los milagros existen pues Lolín está sin estar, está en la mirada de Manuel, incompleta sin el recuerdo de su amigo de negro; está en las ilustraciones de Laia, que colocaba el rotring sobre el papel y musitaba mirando al cielo: ‘Vamos Lolín… a trabajar’. Y su mano comenzaba a dibujar».

Y ese libro. Esa segunda parte de los relatos de la mina, 'Cuentos de carbonilla', se presenta este sábado (a las 19 horas) en el mismo lugar donde ya se había presentado el primero y, seguramente, el marco más apropiado para hacerlo, el Museo de la Siderurgia y la Minería de Sabero, donde Lolo tantos talleres impartió y donde pronto habrá una exposición suya.
El autor de los textos es Manuel Cortés, leonés de Zaragoza, médico, escritor y un fascinante personaje humano de gran sensibilidad, el complemento perfecto a la pasión y la bondad de Lolo. Así lo cuenta el prólogo: «Son historias del carbón de aquellos mineros con los que tan bien se entendía Lolo. «Son unos jambos increíbles», le decía a Manuel Cortés. Juntos fueron a verlos y Manuel les puso nombre, perfil y alma a los jambos y a sus vidas; escuchó sus palabras y su jerga, temió con sus miedos, disfrutó con sus alegrías, lloró sus muertes, entendió sus leyendas y las mezcló en la coctelera de la sensibilidad de un médico que también es psicólogo, porque sabe que curar el cuerpo dejando herida el alma solo es un mal parche».
Y así viven en las páginas de este libro las historias y leyendas del Guaje Carbonilla, del lago Carucedo, de Tamba el de Llombera; personajes como el musgosu, el basilisco, la bruxa haeda, la sierpe de siete cabezas, el duende de Viñales o, entre otros, el minero cuentista.
Historias que los mineros y ‘las paisaninas’ —la expresión favorita de Lolo— les fueron contando a los dos autores cuando recorrieron las cuencas mineras y disfrutaron de escucharlas. Después Lolo les puso ‘cara’ y Manuel Cortés las modeló con su cuidada literatura y su especial sensibilidad, demostrada en todos sus trabajos pues es autor de obras como 'El amor azul marino' (Premio Literario Amares, 2005), 'Cartas para un país sin magia', 'Mi planeta de chocolate', 'Siete paraguas al sol' (VI Premio Nacional de Novela Ciudad Ducal de Loeches), 'Catorce lunas llenas', 'El amor en los tiempos del Mindfulness' y 'Nanas para un principito'.
A la presentación de esta tarde acudirán los hijos de Lolo y la editora del mismo, Marina ‘Mariposa’.
