La voz y las canciones que forjaron un mito popular

Nino Bravo sigue vivo en el corazón de los españoles cuando se cumplen este domingo 50 años de su trágica muerte. Algunos de los autores de sus mejores canciones opinan sobre la categoría humana y profesional del gran intérprete valenciano

Joaquín Revuelta
16/04/2023
 Actualizado a 16/04/2023
Nino Bravo en la imagen utilizada como portada del disco ‘Mi tierra’.
Nino Bravo en la imagen utilizada como portada del disco ‘Mi tierra’.
Cincuenta años después de su desaparición un 16 de abril de 1973 en un trágico accidente de automóvil hay preguntas que siguen sin tener una respuesta clara. ¿Por qué Nino Bravo continúa siendo un artista recordado? ¿Por qué sus canciones permanecen todavía en la memoria de varias generaciones de españoles? ¿Qué tienen algunas de esas creaciones para que hoy sigan provocando las emociones y sentimientos de entonces en quienes las escuchan y que incluso logran ‘encandilar’ a los que se asoman por primera vez a ellas? Ni siquiera uno de los más estrechos colaboradores del cantante valenciano, el compositor Pablo Herrero que junto al también desaparecido José Luis Armenteros compusieron para Nino Bravo tres de sus mayores éxitos, ‘Un beso y una flor’, ‘Libre’ y ‘América, América’, tiene las respuestas, asegurando que «lo habitual es que las canciones duren una generación, que las vive con especial intensidad porque están vinculadas a momentos especiales de sus vidas y por eso las recuerdan. Pero que pasen de una generación a otra es más difícil», reconoce.

Que una canción sea capaz de perdurar en el tiempo no es sólo atribuible a la inspiración de un compositor ni a la calidad de un intérprete, sino a la suma de varios factores que pasan necesariamente por una música y una letra capaces de despertar sentimientos en quien las escucha, el intérprete que sirve de transmisor y no menos importante la gente que la hace suya. «Compartir una canción es cosa de dos, el que la hace y el que la escucha», sostiene Herrero, que aún recuerda con emoción el día en que regresando a casa en tren fue testigo de cómo un grupo de jóvenes iba cantando ‘Un beso y una flor’. «Se me puso un nudo en la garganta y después pensé que era un milagro que una canción hubiese saltado tres generaciones y que ellos la tuvieran como suya. Seguro que si les hubiese preguntado ¿quién ha hecho esa canción? me hubieran respondido que Nino Bravo. Pues claro. Perder un poco el patrimonio para repartirlo entre la gente me parece un prodigio», señala Herrero, que recuerda muy bien la primera vez que oyó hablar de Nino Bravo y que pudo escuchar su privilegiada voz. «José Luis (Armenteros) y yo estábamos en el estudio de Polydor grabando algo y el director artístico nos dijo: ‘He grabado a un chico que tiene una voz extraordinaria’. Tras escuchar ‘Como todos’, un precioso tema de Manuel Alejandro, le dije que no había en el panorama musical una voz como la suya», recuerda el artífice de ‘Tú cambiaras’. «A Nino le gustaban los retos porque conocía muy bien su voz, que para él era un instrumento y sabía muy bien cómo utilizarlo. Cuando se encontraba con un pasaje que entrañaba cierta dificultad, era para él una cuestión de orgullo personal y artístico el hacerlo impecable. Con Nino nunca tuvimos problema ni roce alguno porque era muy serio en todo lo concerniente al trabajo. Pero fuera del ámbito laboral era una persona jovial, de carácter algo tímido, muy juicioso, metódico, y sobre todo muy trabajador. Le hacías llegar una canción y cuando entraba al estudio se sabía perfectamente la letra. En las grabaciones era un hombre muy crítico y exigente, pues aunque le decíamos que la primera toma era buena y que estaba bien afinada, él siempre trataba de superarla. ‘Lo puedo hacer mejor’, decía, y era verdad porque no recuerdo que tras hacer varias tomas nos quedáramos nunca con la primera. La última siempre era la mejor», señala Herrero.Así habla el amorPocos compositores han cantado al amor o al desamor, pues sus letras hablan de conflictos y amores no correspondidos, como lo hizo en su día el compositor y arreglista cántabro Juan Carlos Calderón. «Soy bastante escéptico respecto al amor, se nota en mis letras. Pero tenía la obligación de hacer letras que sonaran calientes», reconocía en 2008 a este cronista el autor de canciones tan emblemáticas en la trayectoria de Nino Bravo como ‘Cartas amarillas’, ‘Vete’ o ‘¿Por qué?. «La primera canción que hice fue para Mari Trini y se titulaba ‘Algo así’, y ya hablaba de desamor. ‘Cartas amarillas’ fue la segunda. Recuerdo que me dijo Nino Bravo: ‘Oye tú, Calderón, tienes alma de poeta. He tenido la suerte de rodearme de buenos cantantes», reconocía el músico santanderino, que siempre admiró «el color» de la voz de Nino Bravo. «Los cantantes que me gustaban realmente eran Sarah Vaughan, Ella Fitzgerald o Frank Sinatra. Nino no era mi tipo de voz, pero reconozco esa dulzura, ese color que lo ha imitado todo el mundo. Los jóvenes que salen de ‘Operación Triunfo’, aparte de querer parecerse a Luis Miguel, también imitan a Nino Bravo».

Como antes habían hecho Herrero y Armenteros en ‘Aquel atardecer’, Manuel de la Calva y Ramón Arcusa pusieron a prueba la imponente voz del cantante valenciano en el tema ‘Elizabeth’, que éste defendió con vigor en el Festival de Río de Janeiro de 1970 con Augusto Algueró, compositor de otro de los hitos del cantante, ‘Te quiero, te quiero’, al frente de la orquesta y coros. «La compusimos pensando en Nino. Es, por ejemplo, una canción que nosotros como intérpretes nunca la hubiéramos podido cantar por el registro que tiene. Le salió bordada», opinan los integrantes del Dúo Dinámico, que también compusieron para el valenciano ‘Por culpa tuya’, que mostraba a un intérprete más juvenil que incluso se atrevía con el jazz. «Las tres canciones que compusimos para él, las hicimos al principio de una época en que nos había retirado de los escenarios, y son tres modelos distintos de canciones. ‘Por culpa tuya’ es muy pop, a lo Tom Jones, y Nino la cantaba muy bien», reconocen.

Pablo Herrero recurre a la mitología para explicar cómo hubiera derivado la trayectoria personal y profesional de Nino Bravo de no haber encontrado la muerte en la carretera aquel fatídico 16 de abril de hace cincuenta años. «Los héroes griegos que morían jóvenes eran un mito para la eternidad e iban directamente al Olimpo. Ese fue el caso de Nino Bravo, que de no haber encontrado la muerte tan pronto hubiera podido desarrollar una gran carrera profesional, hubiera conocido a su hija pequeña, hubiera tenido una vida familiar que no pudo concluir. Y luego, como nos pasa a todos, hubiera tenido que bajar escalones, pero yo creo que él, que era un chico sencillo, los hubiera bajado con la misma dignidad que los subió», asegura el co-autor de ‘Libre’, que al igual que ‘Un beso y una flor’ marcó un punto de inflexión en la carrera del intérprete valenciano, una canción que habla de una persona joven cansada de tanta represión y que lucha por la libertad. «Era una visión utópica de una tierra utópica y en un momento utópico», concluye el coartífice de una canción erigida en himno.
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