En su proyecto ‘La voz encontrada’, que puede visitarse hasta el 1 de mayo en el Laboratorio 987 del Musac, Alegría y Piñero indagan en las perspectivas que el habla ofrece en materiales elementales como el barro, la caña o la madera. A través del modelado y la escucha atenta, los artistas buscan sonidos orgánicos en la materia, que acaban concretándose en fonemas reconocibles en cuatro esculturas de las que emerge un habla artificial. Así, los artistas sitúan la voz más allá de la garganta, la lengua o los labios y la encuentran entre las manos, el barro y el aire.

Luis Martínez Campo es artista. Su práctica se desarrolla fundamentalmente en los ámbitos del sonido, la música y la educación, donde la escucha, la creación sonora, la improvisación multidisciplinar o las grafías no convencionales del sonido resultan claves para acercarse a sus propuestas.
En su trabajo tienen especial importancia los procesos creativos colaborativos. Ha realizado proyectos con DA2, Universidad de Salamanca, Menhir, UAW/MF, Teatro el Mayal, Electra Teatro, La Farsa Barro-k, Juventudes Musicales de León y Spanish Theatre Company.
En la actualidad es responsable del área de sonido y escucha en la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, donde ha desarrollado el proyecto ‘Los sonidos de la escuela rural’ y ha realizado el comisariado del ciclo ‘Secuencias’ y colaborado en ‘Voces que caminan’ .