"La película es una especie de montaña rusa de emociones"

El Musac estrena en León el documental ‘ReMine, el último movimiento obrero', con la presencia de su director Marcos M. Merino 

Joaquín Revuelta
22/01/2015
 Actualizado a 02/09/2019
La mujer siempre ha jugado un papel determinante en el movimiento minero. | MARCOS M. MERINO
La mujer siempre ha jugado un papel determinante en el movimiento minero. | MARCOS M. MERINO
Casi una semana después de su estreno comercial en los cines La Dehesa de Ponferrada, el laureado documental ‘ReMine, el último movimiento obrero’, se presenta esta tarde en la capital leonesa, en concreto en el Musac, donde se realizarán dos pases a las 17:00 y 20:15 horas con la presencia de su director, Marcos M. Merino, que tras la proyección mantendrá un encuentro con el público asistente, donde presumiblemente explicará los pormenores de este largometraje de la productora asturiana Freews que se centra en la huelga minera llevada a cabo en 2012 como protesta a los recortes del Gobierno y dondeMerino pone el objetivo en lo que podría llamarse el corazón de la lucha obrera, pues para el cineasta gijonés "los mineros asturianos son todo un mito en este país y esta es una película sobre las emociones de los seres humanos que habitan en las cuencas mineras asturianas". En opinión del periodista y cineasta gijonés ‘ReMine’ aborda "una historia universal sobre la dignidad de los trabajadores", lo que en el campo de la ficción sería equiparable al trabajo desarrollado en Inglaterra por un cineasta como Ken Loach, cursando al espectador "una invitación a participar en un universo prácticamente desaparecido en Europa" y que a su juicio "fue determinante en la construcción del llamado Estado del Bienestar que hoy se está derribando", de ahí lo del ‘ultimo movimiento obrero’ que acompaña al título.

En León lo intentamos con los cines comerciales, pero no hubo interés, y el Musac se mostró encantado de acoger nuestro proyecto Marcos M. Merino se muestra muy satisfecho de la respuesta que está teniendo el documental en las once ciudades españolas que lo han acogido o lo  harán a lo largo de este mes de enero, siendo muy significativo el hecho de que en León, una provincia prioritaria por su estrecha vinculación con el sector, se haya estrenado en una sala comercial en el caso de Ponferrada y en un museo de arte contemporáneo en la capital leonesa. Merino comenta que en breve también se proyectará en Ciñera y en Teruel con el objetivo de cubrir lo antes posible las tres cuencas carboníferas. "En León lo intentamos con cines comerciales, pero no hubo interés por su parte, y el Musac se mostró encantado de acoger nuestro proyecto", reconoce el periodista y realizador asturiano, para quien esta campaña de exhibición responde a la pretensión de que ‘ReMine’ "lo vea la mayor cantidad de gente posible, porque es una película muy oportuna, que agita mucho al espectador desde el punto de vista emocional, como estamos comprobando en todas las proyecciones, y porque el objetivo de la película siempre fue reivindicar a las cuencas mineras y el papel determinante que han tenido en los derechos laborales y sociales tanto en España como en Europa", explica Merino.

Es una película que agita mucho al espectador desde el punto de vista emocional, como estamos comprobando en las distintas proyecciones Otro objetivo que se marcó la productora Marta F. Crestelo y el director Marcos M. Merino fue que ‘ReMine, el último movimiento obrero’ se viera en las mejores condiciones posibles de imagen y sonido, "porque hay mucho trabajo detrás de este documental", como por ejemplo una banda de sonido grabada en 5.1 realmente espectacular y que significó siete meses de montaje. "Lo extraño es que hayamos conseguido seducir a los exhibidores, pues con este tipo de producto es complicado", reconoce Merino, un profesional sin antecedentes familiares en la minería, lo que a su juicio ha sido determinante a la hora de enfrentarse a este proyecto. "La historia mantiene una distancia prudencial con los hechos.Aunque desde un punto de vista observacional sea muy emotiva, pienso que esa distancia es determinante para el relato, sobre todo por el hecho de que yo no haya vivido en Asturias los últimos veinte años. Soy asturiano, de La Calzada, el barrio obrero de Gijón por excelencia, pero me fui a Madrid a estudiar y allí he permanecido durante las últimas dos décadas trabajando en televisión", reconoce el director, que siempre tuvo claro que tenía que ser una historia que a pesar de estar repleta de aristas políticas tenía que llegar a los trabajadores evitando en lo posible todo tipo de estereotipos y prejuicios. "Para eso era importante trabajar el campo de las emociones y a base de paciencia y de perserverancia, de pasar muchas horas con ellos, donde se mostraron muy receptivos con el equipo, ha hecho posible reflejar esas emociones que andábamos buscando. Al final es un cúmulo de circunstancias que el montaje remata, por supuesto, pero que sin el rodaje tampoco existiría. El montaje siempre da forma a lo que se ha hecho previamente, pero tiene que estar rodado con una intencionalidad. Más como está montado este documental, que prescinde de la voz en off y carece de entrevistas, que está filmado a través de un relato que se produce ese mismo verano, con decenas de personajes que entran y salen para componer el personaje colectivo, y que además tiene ese carácter emocional pretendidamente universal para que todos los trabajadores, independientemente del país al que pertenezcan, puedan sentirse identificados con la lucha de estos mineros. En este sentido, la película es una especie de montaña rusa de emociones", asegura su director, que es consciente del papel que la mujer ha jugado no solo en el componente emocional sino reivindicativo del documental. "Sin las mujeres el movimiento minero sería otra cosa. La película lo refleja muy bien cuando un grupo de mujeres que no se conocen de nada, amas de casa la mayoría, hijas y sobrinas relacionadas con la minería, se reúnen en una asamblea que organizan en mitad de la calle y en apenas tres horas de debate consiguen crear un calendario de movilizaciones. Allí estaba la emoción, al igual que en la relación de esas mujeres con los encerrados. Como no se nos permitió el acceso a los encerrados lo que hicimos fue contarlo a través de los testimonios de sus mujeres. Constituyen un elemento narrativo determinante en la película y muy llamativo", reconoce.

Buena parte del material rodado por Marcos M. Merino para ‘ReMine’ está presente en el libro-DVD ‘resistenciaminera’ publicado junto al fotoperiodista y Premio Pulitzer Javier Bauluz, no descartando tampoco la opción de realizar con el tiempo una serie de televisión de tres capítulos. Pero la prioridad en estos momentos es seguir presentando el documental en certámenes tan importantes como el de Biarritz.
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