Temeraria, indómita o valiente. Estos son algunos de los calificativos que se han utilizado a lo largo de la historia para calificar a Doña Urraca de León, la reina de los leoneses. Todo tipo de peripecias ocurrieron en su vida hasta que llegó a reina, en el 1109, con el compromiso de casarse con el rey Alfonso de Aragón, y también después, con el reinado de su hijo Alfonso VII, el llamado "Emperador de León". Doña Urraca fue una mujer independiente y todo lo que esté relacionado con ella y con su historia suscita, siempre, mucho interés. Hasta sus monedas.
La moneda de doña Urraca es del año 1117 y fue documentada por primera vez en 1891 por un mallorquínLa reina Urraca, como así la denominan la mayor parte de sus dineros tuvo unas acuñaciones de "una calidad artística extraordinaria", explica Acacio Rodríguez, experto en numismática nacido en Robles de la Valcueva y afincado, actualmente, en Madrid. Destaca que, "con diferencia", estas monedas son las "más buscadas y raras de toda la época medieval en Hispania", y él tiene una de ellas. Y, ¿por qué tan difíciles de encontrar? Cuenta Acacio Rodríguez que son "muy escasas y muy antiguas. Hace dos años apareció uno de sus dineros cerca de Mansilla de las Mulas y ahora esta". La suya data de 1117 y se la ha seguido la pista durante varios siglos. "La moneda tenía ya cierta fama. Fue primero avistada en 1891 por el mallorquín Álvaro Campaner, que publicó en un documento académico que decía que "aparece la Reina sentada con un cetro en la mano izquierda, con un florón, trébol o lirio, rodeada de la leyenda ‘Vrac Regin’ y en el reverso con la palabra ‘Legionensi’, que significa reina de los leoneses"", explica Acacio Rodríguez. Después, de esta moneda se conoce que salió de España hacia Foix, en el sur de Francia en 1936 durante la Guerra Civil y que "por la trazabilidad conocida, se trata de la misma pieza", habla el coleccionista leonés. Más tarde, volvió a la familia a la que perteneció, estuvo guardada y tiempo después salió a la venta. Fue ahí cuando Acacio pudo hacerse con ella "en una subasta online por 14.000 euros, aunque lo normal es que hubiera costado 20.000". Y es que, este tipo de monedas que, asegura, "duran minutos en la subasta", son "las más caras de toda la época medieval española. A poco que se vea la acuñación, aunque la plata esté ennegrecida, ya vale más que la mejor dobla de oro de los Reyes Católicos", apostilla el coleccionista.
"Colección de colecciones"
Sobra decir que si Acacio Rodríguez es experto en numismática, la moneda de doña Urraca no es la única que tiene en su poder. La colección de este leonés, que él mismo ha bautizado como ‘Reino de León en Hispania’, es variada y rica en muchos aspectos, aunque destaca una característica concreta: "Solo colecciono monedas que tienen algo alusivo a León, o en las que el león viene antes que el castillo". Acacio Rodríguez se fija en la palabra que aparece en sus monedas: "Leo, Legio, Legioni, Legiones... va evolucionando en las diferentes acuñaciones". También en el símbolo del animal que aparece en los distintos tipos de dineros: "Como los grabadores solo veían gatitos, ponían unos leones muy mansos". E incluso en las coronas: "Encontrar similitud con las que aparecen en las pinturas del Ayuntamiento, por ejemplo, es difícil ya que estas obras se pintaron en el siglo XIX y no se conocía muy bien cómo eran las tiaras", comenta el coleccionista. La variedad es infinita, porque como él mismo señala "pocos reyes en España pueden competir con León en la variación de acuñaciones".
Cada vez que Acacio Rodríguez hace una búsqueda para encontrar una pieza más que añadir a su colección solo le presta atención a la historia y las leyendas que cuentan las monedas, y nunca al valor económico que puedan tener. Por eso, aunque la moneda de doña Urraca es la más especial que tiene en su haber, hay otros dineros que han conquistado a este coleccionista que comenzó con su afición hace ya más de veinte años. Él mismo comenta que tiene "una colección de colecciones", puesto que ha ido recopilando objetos de distintas épocas, orígenes y de otros expertos en numismática como él. Una de las más especiales es la ‘Leione Munita’, acuñada por el rey Miro en León en el año 480. Otra "muy buena" que posee es la ‘Bergidum Munita’, acuñada en Cacabelos. Respecto a épocas históricas, por ejemplo, destacan las monedas suevas «que son las más caras» y, por supuesto, también tiene alguna que se le resiste por el momento como "la moneda de Lancia, de la que estoy en búsqueda".