La magia del 58 ¿ni una mosca este verano?

¿Moda, leyenda urbana o eficaz? Es la última, y extendida, moda para combatir la molesta presencia de moscas en lugares públicos (y privados), la colocación de carteles con este enigmático número

Fulgencio Fernández
11/06/2023
 Actualizado a 11/06/2023
En la estantería, rodeado de botellas o moscas de pesca, aparece el cartel del 58.
En la estantería, rodeado de botellas o moscas de pesca, aparece el cartel del 58.
Gerardo, el del Mesón Pico Gallo, se afana en hacer carteles (parece que tienen que ser a mano) con el número 58, a rotulador grueso, para colocarlo en todos los rincones y paredes. Tiene que aguantar las bromas de los clientes, y familia, que no parecen muy convencidos de la eficacia de este último invento contra las moscas. Él se defiende con dos argumentos contundentes: «Si no hacen efecto tampoco creo que las atraigan, nada se pierde; pero lo que está claro es que Rosi los puso el verano pasado en el garaje y no tuvo ni una mosca».

Ni por esas. Pero él sigue.

Paco Castañón también tiene el 58 en la pared de Casa Senén en Vega de Gordón, y defiende argumentos similares. «Aquí vinieron Gelín y Pelé y dijeron que era un gran invento. No pasa nada por probar, pero yo creo que funciona.

El caso es que van proliferando los carteles. Intentos de lucha contra las moscas —bastante pesadas estos días de tormenta— que se suman a las bolsas y botellas de agua en la puerta, los famosos gadget en las mesas que han proliferado en los cámpings... pero parece una batalla perdida a la vista que las ventas más habituales son los tradicionales matamoscas manuales y los sprays que acaban con las moscas y hasta con la capa de ozono.

A los reticentes les cuesta trabajo aceptar «la magia del 58». Lo primero que encuentras en las redes es desconfianza de los expertos frente a la fe de los creyentes en el invento. «Los entomólogos son claros al respecto: no existe base científica alguna».

Dos famosos cocineros vascos explicaron en la ETB que a ellos les funcionaba en su restaurante y el número de creyentes volvió a multiplicarse. Tanto que hasta han hecho circular una explicación, poco científica y comprobable: «Por su particular modo de ver, la mosca percibe que el 58 es una tela de araña».

Lo que sí es cierto, que nada se pierde por ponerlo y que no funcione.
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