¿Y cuántos leoneses han visitado en el parque de Quevedo el temple que está allí instalado? ¿Cuántos se ha acercado a contemplar su cubierta interior?
Estos dos templetes tienen unas techumbres construidas por el taller de carpintería de la Escuela Taller de Restauración del Centro Histórico de León y del Centro de los Oficios, dependiente del Ayuntamiento de León. En este centro Agustín Castellanos Miguélez y Ricardo Cambas Vallinas llevan más de treinta y dos años enseñando a trabajar la madera a varias generaciones de alumnos. Sin embargo, su trabajo ha ido más allá, ya que también han enseñado a muchos profesores de formación profesional en sus cursos monográficos de carpintería de armar, arte /oficio en el que son reconocidos como uno de los mejores talleres de Europa.
Sus enseñanzas se traducen en obras concretas y así, al mismo tiempo que indican a los alumnos la manera de trabajar la madera realizan una obra real. De este taller han salido los nuevos artesonados del Palacio de Canedo, la iglesia de Robledo de Losada, las ermitas de San Bernardino y de Villaverde de Arriba y más recientemente el que se acaba de instalar en el pórtico de la iglesia de Valcabado del Páramo.

Pero no solo eso. La ciudad no valora sus murallas, el recinto amurallado más grande de Europa de casi tres kilómetros de muralla. Tampoco valoramos la importante arquitectura del siglo XVI que conserva la ciudad.
Por todo ello, es necesario que desde la administración y desde los medios de comunicación se hagan eco del excelente trabajo que están realizando en este taller Agustín y Ricardo, que son muy valorados fuera de León. A modo de ejemplo en uno de sus cursos en Andalucía han realizado una réplica de las puertas de la Alhambra de Granada.
La armadura que se ve en La Chantría, reproduce la que estuvo en la escalera del desaparecido Palacio de Enrique II, de la calle de la Rúa y otras de las armaduras, que han instalado, reproducen las técnicas de obras tan extraordinarias como las del capítulo de San Marcos o la iglesia de San Francisco el Grande de Villafranca del Bierzo.
El valor que tiene este centro no solo es desconocido para los leoneses de a pie, sino también para las propias instituciones, tanto que hasta el propio ayuntamiento pensó en cerrarlo. Por ello y para que no vuelva nunca a pensarse lo mismo, insto a los leoneses a visitar estas dos obras que se encuentran en la Chantría y el parque de Quevedo, y que se den cuenta del valor que tiene el Centro de los Oficios de León: a defenderlo y a presumir del mismo.