‘Sueños’ se inspira en una de las obras filosóficas de mayor trascedencia de Quevedo: “Sueños y discursos de verdades descubridoras de abusos, vicios y engaños en todos los oficios y estados del mundo’. Considerada como una de las obras cumbre de la literatura en prosa del Barroco español y articulada en cinco partes, sirve como reflexión íntima de la degradación y descomposición del imperio español mediante el uso de alegorías, sarcasmos e ironías. José Luis Collado, como adaptador, y Gerardo Vera, como director, la han transformado, a pesar de su dificultad y complejidad, en una propuesta de carácter escénico. «El gran hallazgo de Collado y Vera consiste en establecer con el espectador tres canales de dramaturgia: el propio infierno de los sueños, la coordenada histórica de la descomposición del barroco y la biografía del propio Quevedo», dice Echanove. «Mediante la conjugación de estos tres canales asistimos a los últimos momentos de la vida de Quevedo y observamos cómo es el enfrentamiento contra el poder, el carácter redentor de la obra y también su propia muerte». Echanove encabeza un reparto en el que también se integran Beatriz Argüello, Ángel Burgos, Críspulo Cabezas, Markos Marín, Antonia Paso, Marta Ribera, Chema Ruiz, Eugenio Villota y Abel Vitón. «Somos una compañía muy disciplinada, muy perfeccionista... Nos gusta mucho hacer nuestro trabajo y también celebrarlo después». ¿Y no corre el riesgo de que, siendo el cabeza de cartel, se desate su ego? «Llevo cuarenta años trabajando y no tengo tiempo de tener ego. La escuela de un actor es la vida», asegura.

Juan Echanove se ha aproximado al personaje ahondando en su obra. «Siempre me ha seducido y fascinado. Soy un profundo admirador de su obra. Quevedo no se hace solamente poniéndote unos anteojos o una perilla. Se hace con la pulsión de su alma, que es facinerosa, desatada en el amor, camorrista... Es un vividor como pocos, bebedor como muchos... La composición del personaje ha de ser profunda. Si lo exterior no está soportado por algo interior se convierte en un simple remedo». El protagonista de ‘Sueños’ cree que Quevedo «disfrutaría como un enano en la España de ahora». «Siempre se anticipaba a todas las conjuras, estaba al tanto de todo lo que ocurría en la Corte, intrigaba como el que más y era muy dado a tirar de espada... Sería ahora un periodista necesario y muy odiado por algunos», añade. ‘Sueños’, también, hace acopio de la ironía «porque acompaña siempre a Quevedo» pero no es un montaje propiamente humorístico «sino que se sitúa en otro terreno de la dialéctica».
Echanove recuerda que «el último personaje que se hace en teatro siempre es el que vive contigo». No obstante, este Quevedo supone para él una referencia relevante en una trayectoria de muchos años. «Es un personaje que me ha costado mucho pero al mismo tiempo me ha dado una gran satisfacción al ver que he podido hacerlo y además bien. Eso me confirma que en los 40 años que llevo trabajando como actor no lo he hecho del todo mal».