Casado con la leonesa Manuela Alonso Fernández, doctora en Psicología y profesora en la Universidad de León, a la que conoció durante un congreso en Madrid, Juan Ceada es un perfecto conocedor de León y un profundo admirador del carácter leonés. «A León vengo a menudo, sobre todo en verano, porque la familia de mi mujer es de aquí», señala el veterano político onubense, que sin embargo hasta ahora no había tenido oportunidad de exponer en esta ciudad ni de presentar ninguna de sus numerosas publicaciones, que incluye dos obras de teatro, centenares de artículos de prensa, una novela y dos poemarios. Aún así, Ceada quiere destacar que en la exposición ‘De palabras y colores’, que se inaugura el próximo martes en el Auditorio, «tengo seis poemas que están inspirados y escritos en León. Uno de ellos es una elegía dedicada al gran literato leonés Urbano Santos Alonso. Yo siempre digo en Huelva que León es mi segunda ciudad. Mi poesía, de alguna forma, vincula el norte con el sur», señala el poeta onubense, que hace referencia a un poema dedicado a León en el que se hace eco de la diáspora leonesa en el sur que tuvo como resultado que algunos de los pueblos de la provincia de Huelva adopten el apellido de León, como es el caso de Cañaveral de León y Arroyomolinos de León. «Los leoneses que llegaron a Huelva se instalaron en el norte de la provincia, lo que es el paraje del Parque natural de Sierra de Aracena y Picos de Aroche, y la verdad es que no tiene nada que ver la filosofía de vida de la sierra de Huelva, donde se instalaron los leoneses, con la filosofía de la gente de la costa. Son dos comarcas que, a pesar de pertenecer a una misma provincia, se diferencian tremendamente. En la primera existe un rasgo, una manera de entender la vida que se me asemeja mucho al norte, a León, y en la costa, evidentemente, es una forma de entenderla más andaluza y vitalista».
Juan Ceada recuerda que su primera visita a León se produjo hace más de treinta años. «Me hospedé seis o siete días en el Hostal de San Marcos, antes de ser alcalde de Huelva», recuerda el político y escritor andaluz, que desde que conoció a la que hoy es su mujer durante un congreso de Humanidades en Madrid, sus visitas a León han sido mucho más frecuentes.«León me cautivó, me enamoró. León es una ciudad terminada, que combina lo antiguo y lo moderno. Tenéis dos joyas que representan lo mejor del gótico y el románico, y después aquí la gente son racionalistas, son kantianos. Kant entendía que la razón mueve el mundo y yo le digo muchas veces a mi mujer que es verdad que la razón tiene mucha fuerza, pero que aquí en el sur la razón no es solo la que mueve el mundo», sonríe el veterano político y escritor, que tampoco quiere olvidarse de la excelente muestra del modernismo que también ostenta León, como es la Casa Botines diseñada por el arquitecto Antonio Gaudí. «Además de la cantidad de reyes que ha tenido León y de haber sido la cuna del parlamentarismo, el hecho de haber tenido una burguesía ilustrada da un contenido, un peso y un poso que se nota perfectamente en la cultura, en la manera de expresarse, etc. Con Urbano Santos Alonso, mi cuñado escritor y crítico literario, mantuve largas conversaciones al respecto, y tengo un poema, que es una elegía dedicada a su memoria, que el visitante de la exposición podrá escuchar recitada por mí en su dispositivo y que está musicada aquí en León».

De la novela ya publicada, ‘La ola del Sur’, Juan Ceada asegura que se basa fundamentalmente en la lucha entre dos amores en los años de la Transición, el amor por la lucha contra el franquismo y el que inspira al protagonista de la novela una mujer, lo que sugiere que estamos ante un relato con elementos autobiográficos. «La novela se desarrolla en una ciudad del sur, después en Madrid, en París y en China», destaca Ceada, quien a principios de 1978 y como militante de la ORT fue invitado por el Gobierno chino y la Universidad de Pekín a visitar el país. «Había terminado la Revolución Cultural y China quería abrirse al mundo. Recuerdo que estuvimos dos meses hablando con los mandatarios chinos y dando conferencias en algunas universidades», comenta este veterano político y escritor cuya poesía ha ido evolucionando desde la vertiente más social de sus primeros escritos hasta la más intimista de sus últimos poemas. «Ten en cuenta que la poesía nace de las convicciones propias y de la sociedad. Uno no se puede separar de su entorno», argumenta Ceada, que reconoce que la lectura del Quijote de Cervantes en sus años escolares fue lo que le animó a escribir poesía, así como la escucha del cante flamenco. «El Quijote me enseñó una cierta armonía de las palabras. Si te das cuenta el comienzo de la obra de Cervantes parece un poema», destaca el poeta onubense, para quien también el flamenco le ha proporcionado esa armonía sonora que busca en su poesía.
Preguntado si se siente un tanto decepcionado por cómo ha evolucionado la política de este país, Juan Ceada recuerda que él fue uno de los firmantes del Pacto de Antequera de 1978 que abrió el camino a la autonomía plena de Andalucía. «A los andaluces nos tocaba el artículo 143, que suponía una vía más lenta que la que proporcionaba el artículo 151. Los andaluces nos rebelamos y firmamos un pacto todos los partidos políticos. Yo entonces estaba en la ORT, un partido marxista, y firmé con la UCD, Alianza Popular, los socialistas, los andalucistas y el Partido Comunista de aquellos tiempos. El 4 de diciembre de 1978, dos días antes de aprobarse la Constitución, se firmó este histórico pacto. Yo entonces comprendí que en aquel momento histórico tan apasionante que fue la Transición Española, que ahora tanto se cuestiona, había que cerrar las heridas y entender que había que pasar página y abrir otra. Entre nuestros objetivos no estaba derrotar a los adversarios políticos sino apostar por la convivencia y abrir un camino de mínimos donde confluyeran las diversas fuerzas, que en definitiva fue la Constitución, para seguir adelante. Y nos ha servido, pues llevamos cuarenta años de Constitución. El consenso es necesario para avanzar en la política y los partidos de ahora quizá están más pendientes de la vida interna que de la sociedad. Se ha perdido vocación en la política y creo que eso es muy difícil de recuperar. Pero sí sería bueno una reflexión en la que volviésemos un poco a comprender que hay cosas que tenemos que defender juntos. Si unidos ya nos cuesta, cómo vamos a avanzar en un mundo globalizado como el actual si actuamos separados. El asunto catalán es un problema de no entender que estamos en Europa. Dentro de quince años los gobiernos perderán autonomía en favor de las instituciones europeas. Soy consciente de que no pasan por su mejor momento, pero estoy convencido de que es esto o la nada. Parafraseando el título de uno de mis poemarios, en Europa sobran economistas y faltan poetas».