La agenda apretada de la Fundación Obra Social de Castilla y León (Fundos) no impide a su director, José María Viejo del Pozo, abrir las puertas de la misma para charlar sobre algunas de las muchas actividades desempeñadas por esta entidad «privada e independiente» que está a punto de afrontar la que será una de las grandes citas del próximo 2026, el Año Gaudí. La efeméride llegará a la provincia y al resto de tierras gaudinianas tras una celebración de especial relevancia para la institución: este lunes se cumple exactamente una década desde la firma del acta de su constitución.
«Han sido diez años de un trabajo absolutamente extenuante que ha implicado diseñar y construir de cero un proyecto fundacional”, explica Viejo, que, aunque tilda de «muy complejo» el proyecto, diagnostica como «muy satisfactoria» su situación actual. Y, entre los hitos a remarcar, el director de Fundos destaca «la creación de la identidad», que nació bajo la «marca confusa» de España Duero y que erige a la entidad afincada en León como «continuadora de la obra benéfica social de la antigua caja, sin los recursos de la caja y sin un banco», pero manteniendo «ese espíritu de las entidades privadas, que contribuyeron de forma esencial a la construcción de un tejido económico y financiero que permitió vertebrar el territorio, y de las entidades preexistentes»; en su caso, la Real Sociedad Económica de Amigos del País de León.
Tampoco pasa desapercibida para el director la recuperación del antiguo Monte de Piedad, transformado en el actual Montecredit; una institución que, «adaptada a los nuevos tiempos», ha cosechado más de 70 millones de euros destinados a crédito social, 60.000 usuarios y más de 98.000 préstamos concedidos, «teniendo presente que el 98,4 por ciento de los usuarios recuperan sus garantías». «Otro hito de especial trascendencia en León, obviamente, es la recuperación de la Casa Botines y la creación del museo», añade el entrevistado sobre un espacio que abrió sus puertas al público general en el año 2017: «Nosotros siempre lo explicamos de una forma gráfica: en menos de mil días, transformamos un edificio de oficinas en el museo privado más visitado de Castilla y León».
"En menos de mil días, transformamos un edificio de oficinas en el museo privado más visitado de la comunidad"
No es el único espacio revitalizado fruto de la actividad de Fundos, que también ha recuperado el Auditorio Fundos Fórum de Valladolid y ha creado el Centro Cultural Fundos Fórum Salamanca y el de Soria. Aun así, la trascendencia de la musealización del edificio de Antonio Gaudí en la capital provincial habla a través de sus cifras: 700.000 visitantes, 20 exposiciones temporales, 700 actividades culturales y educativas, cuatro ediciones de cursos de verano, más de 70.000 asistentes a las cuatro Ferias Modernistas y un sinfín de reconocimientos, como el premio European Museum of the Year, el Enya, el Premio Ceca Cultura y Patrimonio y, sin ir más lejos, la Negrilla de Oro de 2024. Todo ello es «la ratificación del trabajo que ha hecho un equipo de 20 profesionales de un nivel extraordinario». También, la muestra de que la fundación es ya «un referente en gestión privada museística» de Castilla y León.
Pero no solo del museo vive Fundos. En palabras de José María Viejo, las ramificaciones de la entidad posicionan esta tierra como eje central de su actividad. De ello dan cuenta el centro logístico de patrimonio creado en San Andrés del Rabanedo y la emisión del Canal Saber y la gestión de la editorial Saber Books y del archivo de Fundos, que cuenta con más medio millón de unidades documentales desde el siglo XII hasta la actualidad, desde la misma ciudad en la que se encuentra su sede. «El compromiso y la implicación de la fundación con León es indiscutible», apunta el director.
Botines y el Año Gaudí 2026
Tanto la sede de Fundos como el Museo Casa Botines son ejemplos de esa implicación. El edificio de Gaudí, emblema de la arquitectura modernista de finales del siglo XIX y principios del XX, dio hace unos meses por finalizada la restauración de su exterior y, en la actualidad, los trabajos en su interior avanzan, teniendo previsto el término de su primera fase el próximo mes de junio, coincidiendo con la celebración del Año Gaudí. «En este momento tenemos encapsuladas las dos primeras plantas sobre las que ya se está actuando», explica Viejo sobre unas obras encabezadas por Jesús Moreno, «el museógrafo de referencia del Museo del Prado». La renovación del sistema de calefacción, el sistema de iluminación y la museografía auspiciada por los hallazgos de un comité científico dotará al monumento capitalino de unas condiciones idóneas para la colección de Fundos, que paulatinamente ha ido adquiriendo nuevas piezas; por ejemplo, elementos del mobiliario y el ajuar originales de las viviendas de los propietarios del edificio, Mariano Andrés y Simón Fernández.
«Este nuevo museo va a ser mucho más confortable para las colecciones y para los trabajadores y visitantes, mucho más potente desde el punto de vista de la calidad y la relevancia de la exposición permanente y mucho más eficiente desde el punto de vista de la gestión de la seguridad y de la dinamización cultural», continúa el director sobre el futuro de un espacio que se ha convertido «en un centro cultural de primer nivel nacional e internacional» y que, además, es un gran reclamo para las empresas. «Hemos celebrado grandes eventos como el Open Museum Forum, y cada año acogemos 80 ó 90 eventos de empresa», añade Viejo: «Nos sentimos muy orgullosos de ser no solo el museo de los visitantes, sino el museo de las empresas. Eso es importante poque permite generar un modelo de sostenibilidad económica para el museo y generar oportunidades de sinergia y de colaboración entre instituciones culturales y empresariales».
Las obras sobre el exterior –en las que Fundos ha invertido más de un millón de euros– y el interior del museo forman parte del Plan Gaudí 2026, que pretende «posicionar a Botines como un referente museístico internacional en la difusión y el estudio de la obra de Gaudí» a través de 14 programas y 55 acciones. «En total vamos a invertir más de cinco millones y medio entre la restauración exterior, la renovación interior, la compra de colecciones y el centro logístico, que es un complemento fundamental para el propio museo», relata el entrevistado: «No sé si existen precedentes de una inversión estrictamente privada de este calibre».
Lo que los visitantes del centro museístico podrán apreciar a partir de junio de 2026 será una planta baja reconvertida en «un gran ágora; una plaza abierta en la que va a fluir la arquitectura y que va a contar con muchos elementos tecnológicos y con un diseño de mobiliario que va a recordar a la tienda de telas del siglo XIX». También, una planta noble que explicará cómo era la vida de las familias que habitaban el edificio; quiénes eran y por qué lo promovieron. «Además, vamos a abrir una exposición temporal en torno a Gaudí, que será nuestra gran aportación a la conmemoración del centenario de su muerte», apostilla Viejo: «Será una exposición muy novedosa, titulada ‘Gaudí y la ciudad moderna’, que contará con las grandes aportaciones que hace Gaudí a la arquitectura doméstica de finales del siglo XIX». En sus palabras, «el público podrá visitar esas tres plantas absolutamente transformadas que darán la pista de cómo será el resto del museo», que, previsiblemente, pondrá término a su restauración final en 2028. Todo de la mano de una inversión «acometida exclusivamente con recursos propios» en su práctica totalidad.
El estreno de esa primera fase coincidirá con una efeméride que «para Fundos supone responsabilidad y compromiso». «Responsabilidad para con nuestro proyecto, para con nuestros públicos y compromiso para con la marca, la bandera, la marca que gestiona el museo, Gaudí», expresa el director de la fundación: «Para la provincia, indudablemente, supone una oportunidad y está en mano de todos aprovecharla: el Año Gaudí 2026, ya declarado uno de los grandes acontecimiento culturales que va a vivir España a lo largo del año que viene, va ser, junto con el Jacobeo, el acontecimiento con más proyección internacional».
"Tendemos la mano a todos para ponernos las pilas y disfrutar del gran escaparate que será el Año Gaudí"
El primer paso para la celebración lo dio Fundos el pasado mes de octubre con la constitución del Comité de Honor; una entidad que pone de relieve la importancia de «la implicación de todos los agentes, desde las administraciones públicas hasta las entidades privadas de carácter social y cultural». El siguiente paso será la constitución del Comité Organizador, que se encargará de articular un programa de actividades. «Estamos trabajando con la Junta de Castilla y León y con la Universidad de León, hemos trasladado propuestas a la Diputación y al Ayuntamiento de León y también hemos hablado con el Ministerio de Cultura», señala Viejo: «Entidades de muy diverso tipo están colaborando y cooperando y nosotros tendemos la mano a todos para ponernos las pilas y disfrutar del gran escaparate que será esta celebración».
Esa cooperación trasciende las fronteras provinciales, trasladándose a todos los rincones que cobijan monumentos de Antonio Gaudí a lo largo de la geografía nacional. Este mismo miércoles, el Museo Casa Botines entregará el III Premio León de Plata a la Sagrada Familia de Barcelona; galardón que, en sus dos primeras ediciones, cayó en manos de la Cátedra Gaudí de la Universidad Politécnica de Cataluña y del Capricho de Comillas. «Este año se han producido acontecimientos muy significativos: la Sagrada Familia ha celebrado el centenario de la Torre de San Bernabé y ha coronado la Torre de Jesús, convirtiendo al edificio en el templo más alto de la cristiandad», justifica Viejo: «La Junta Constructora de la Sagrada Familia ha desarrollado una labor que podríamos calificar de épica y que reciba este premio dice mucho del mismo: mantener relaciones institucionales de amistad y cooperación con grandes instituciones como esta, con la que hemos firmado hace tiempo un convenio de colaboración y que también va a tener un papel y una implicación importante en el nuevo museo».
La entrega de galardón, así como la próxima celebración del centenario de la muerte del arquitecto catalán son solo algunos de los planes que Fundos tiene por delante. La renovación inmediata del Centro Cultural Gaya Nuño de Soria, la ejecución de la última fase del centro logístico de patrimonio –que estará completamente operativo a lo largo del próximo año–, la consolidación de Fundos School, el lanzamiento del segundo programa Executive en León, la creación del Instituto de Innovación Social de Castilla y León bajo la marca HAB Social, todas las novedades editoriales de Saber Books, la concesión de la Medalla al Mérito de Obra Social y la creación del Premio Nacional de Crítica de Arte ‘Juan Antonio Gaya Nuño’ son muestras de su agitada agenda y de su vocación ambiciosa. Todo de la mano de unos objetivos claros. «Nuestra obsesión es el impacto social, provocar un cambio significativo. No toleramos la insignificancia; no buscamos el reconocimiento, pero sí la influencia», zanja José María Viejo del Pozo: «Nuestros proyectos buscan generar valor, ser relevantes, ser significativos y transformadores y en eso estaremos siempre».