José Ignacio García: "Prefiero crear una historia alrededor del libro que reseño"

El escritor y crítico literario vasco acude este viernes a la casa museo de Antonio Pereira para presentar su nueva publicación ‘26 soldaditos de plomo’

30/11/2023
 Actualizado a 30/11/2023
El escritor donostiarra y crítico literario de La Nueva Crónica durante una presentación de ‘26 soldaditos de plomo’.  | L.N.C.
El escritor donostiarra y crítico literario de La Nueva Crónica durante una presentación de ‘26 soldaditos de plomo’. | L.N.C.

La casa museo de Antonio Pereira, situada en el nº 19 de la Avda de la Facultad, servirá este viernes de escenario, a partir de las 20:00 horas, a la presentación de ‘26 soldaditos de plomo’, la nueva publicación del escritor y crítico literario José Ignacio García, que reúne una buena parte de las reseñas de libros publicadas durante los últimos tres años en La Nueva Crónica. El autor vasco estará acompañado por David Rubio, director del citado periódico. 
 
– Siempre ha dicho que comenzó su carrera literaria en León y que reencontrarse con esta ciudad tiene para usted un significado especial. 
– Así es. Llevo casi treinta años llevando a gala que empecé a sentir el cosquilleo de la palabra escrita en León, y no voy a desdecirme ahora. En León he publicado la mayoría de mis libros, en León nació ‘Contamos la Navidad’, en León he recibido premios importantes, como ‘La Armonía de las Letras’, y en León, gracias a La Nueva Crónica he empezado a ser reconocido como crítico literario a nivel nacional. Y, además, cada vez que regreso a León siento un cosquilleo muy especial y me reencuentro con amigos que ya son eternos. 

 – También ha confesado que Antonio Pereira fue su referente en aquellos primeros años, por lo que presentar este viernes ‘26 soldaditos de plomo’ en la casa museo del escritor villafranquino, del que se celebra este año su centenario, tampoco es para usted un hecho baldío. 
– Antonio Pereira ha sido siempre faro y referente. De hecho, una reseña sobre sus cuentos reunidos publicados por Siruela cierra el libro. Y pisar por primera vez su casa es un sueño tan importante para mí como aquel homenaje que ‘Contamos la Navidad’ le rindió aquí, en 2009, a los pocos meses de su marcha. Entonces fuimos muchos los que estuvimos con él en el pensamiento y los que honramos a Úrsula, su viuda. Ahora me gustaría estar rodeado por muchos amigos, para compartir con ellos una vivencia tan especial. 

 – Otro motivo que liga su persona y este último libro a León es que desde hace algunos años desempeña la tarea de crítico literario en La Nueva Crónica y que esta publicación se nutre mayormente de las reseñas literarias publicadas en este periódico leonés. Además va estar acompañado en la presentación por su director David Rubio. 
 – Como decía antes sólo puedo rendir gratitud a La Nueva Crónica por la oportunidad que me brindó hace tres años de escribir literatura sobre la literatura que otros autores habían publicado antes. David Rubio y Joaquín Revuelta confiasteis en mí, me disteis la posibilidad de escribir sobre autores de todo el país, dando libertad absoluta a mi modo de entender los libros y la manera de hablar de ellos. Por eso más del 80% del libro son reseñas publicadas en La Nueva Crónica. Y nadie mejor que David Rubio, un enamorado de la palabra bien empleada, para conducir la presentación. 
 
– También la literatura leonesa tiene un especial protagonismo en este proyecto editorial, pues son varios los autores que convergen en el mismo. También le he oído decir que León sigue siendo la gran locomotora literaria de la comunidad. 
 – León es, sin duda, la gran locomotora literaria de la Comunidad. Hay provincias que les cuesta encontrar algún narrador referencial –que es el género del que me ocupo– pero en León abundan y los exportamos. Efectivamente hay bastantes reseñas de autores y editores leoneses en el libro, quizás alrededor del 20%. Y teniendo en cuenta que aparecen autores de todo el país, me parece una media excepcional aunque, por ponerle un pero, acaso demasiado masculina. Y más teniendo en cuenta que otra de las marcas de identidad que rigen mis reseñas es alternar quincenalmente el sexo de sus autores y autoras. 
 
– ¿Cómo ha sido la experiencia de recorrer las nueve provincias de la Comunidad con el ciclo de conferencias ‘La llamada de los libros’ organizado por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua? 
– Ha sido enriquecedora y extenuante a la vez. La gira empezó demasiado titubeante, precisamente –y bien que lo siento– en León, pero luego fue cogiendo vuelo. Esa tarea «de apostolado literario», como alguien la ha bautizado, me ha permitido descubrir a algunos escritores importantes, reencontrarme con amigos descatalogados y conocer lectores apasionados y agradecidos por los títulos que les he desvelado. Y también me ha servido para valorar lo poco conocidos que son los grandes escritores de la Comunidad cuando abandonan su bloque vecinal, su barrio o, como mucho, las fronteras de sus ciudades. 
 

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José Ignacio García con varios ejemplares de su último libro. | L.N.C.

– En una entrevista con motivo de este ciclo de conferencias me comentó el significado del título del libro. ¿Podría recordarlo de nuevo para nuestros lectores?
– Cómo no. El año pasado, Fernando Chamorro, el patriarca de una estirpe de impresores leoneses, me dijo que Gutenberg al crear la imprenta había cambiado la historia de la Humanidad con 26 soldaditos de plomo. Y, puesto que estas reseñas están armadas de palabras compuestas con esos 26 tipos, me pareció un título de lo más adecuado para el libro. 

 – ¿Qué le sugiere la concesión del Premio Cervantes a un escritor al que me consta que admira profundamente, como es el lacianiego Luis Mateo Díez? 
– Me sugiere que, de cara al exterior, hay una desconexión evidente entre los grandes que viven en la gran ciudad y los que siguen aferrados a su tierra. A los primeros se los valora y reconoce, los otros parecen vivir en la periferia del universo cultural. Aun así, por supuesto que me alegro por Luis Mateo. El premio es absolutamente merecido, por tantas novelas que nos han hecho felices a sus lectores. Cuando conocí la noticia escribí que se había declarado fiesta mayor en Celama. Y me vino a la memoria una entrevista reciente en televisión en la que nuestro flamante premio Cervantes le confesaba a Jesús Marchamalo que hubiera cambiado cuatro o cinco de sus novelas por aprender a bailar.

 – Sus reseñas literarias siempre tienen un toque muy personal, donde tampoco renuncia a contar las circunstancias que han rodeado la lectura del libro comentado.
 – Lo acabas de definir maravillosamente, mis reseñas son literarias. No críticas despiadadas sobre literatura. No me gusta ser un forense deshumanizado que destroce y diseccione los libros con una frialdad técnica. Prefiero crear una historia alrededor del libro que reseño y sugerir sutilmente lo que más me ha conmovido de su argumento, sus diálogos o sus personajes. Así trato de conseguir crear una especie de relato atractivo sobre libros que me han cautivado, y así lo han entendido ya bastantes lectores que se han asomado a las páginas del libro. Hay quien dice también que nunca hago valoraciones negativas. Y yo siempre respondo igual: entre los miles de libros que se publican cada año, sólo puedo hablar sobre unos pocos. ¿Para qué voy a perder el tiempo con los muchos que no merecen la pena? Para esos, la mejor crítica es el silencio que conduce inexorablemente al olvido.
 
 – Por cierto, nos conocimos a través de su hermoso proyecto ‘Contamos la Navidad’ que este año no se va a hacer realidad. ¿Le ha faltado tiempo o consideró que el ciclo se había acabado?
 – ‘Contamos la Navidad’ será siempre uno de los amores literarios de mi vida. Pero, como en los romances entre personas, hay rupturas inevitables. El tiempo erosiona muchas relaciones. Y es mejor dejar a tiempo un buen recuerdo del proyecto que alargarlo y condenarlo a convertirse en un cadáver carcomido por el desprestigio. 
 
 – ¿Cuál es su diagnóstico del mundo editorial?
 – Lo he dejado escrito en mis reseñas más de una vez, el mundo editorial actual y la buena literatura son dos raíles paralelos y casi siempre enfrentados. Raramente convergen o se entrecruzan. Cada vez proliferan más los libros de autoayuda, los de dudosa autenticidad que firman influencers o personajes mediáticos, o los superventas basados en argumentos impactantes y truculentos, enladrillados con un lenguaje demasiado socorrido y facilón. Esa literatura de consumo que suelen publicar los grandes grupos editoriales tiene poco o nada que ver con la literatura de calidad, la que publican por lo general sellos menores, valerosos e independientes, aun sabiendo que, con las riadas milenarias de publicaciones que arrasan el mercado cada temporada, muchos libros magníficos pueden pasar absolutamente desapercibidos para los lectores. E incluso para los críticos literarios.

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