Javier Ruibal: "El gen de este siglo es el del éxito a costa de lo que sea"

Cantautor lejano al inmovilismo con guitarra, cuida las letras como un poeta. De raíces andaluzas, amigo de muchos géneros y enemigo de los refritos, trae este domingo a León un sinfín de ‘Sugerencias’

Fulgencio Fernández
02/04/2016
 Actualizado a 12/09/2019
Javier Ruibal actúa este domingo en el Teatro San Francisco dentro del ciclo 'Músicas del mundo'.
Javier Ruibal actúa este domingo en el Teatro San Francisco dentro del ciclo 'Músicas del mundo'.
El teatro San Francisco nos ‘regala’ en la programación de este fin de semana la presencia (este domingo, a las 19:30 horas (entradas a 15 euros) de uno de esos nombres imprescindibles de la música en las últimas décadas, Javier Ruibal, cantautor pero mucho más, un tipo coherente, con una carrera sólida, sin grandes picos pues, él mismo explica que "los que no viajamos con demasiada infraestructura musical nuestra mejor, y casi única, arma es el trabajo que vamos haciendo día a día. No nos planteamos, al menos yo no me lo planteo, hacer piruetas rocambolescas para llamar la atención del público pues te arriesgas a que sólo les interese vernos hacer esa pirueta y después te abandona. Queremos seguir captando la atención con nuestros encantos, si tenemos, y con nuestros argumentos". Y el tiempo ha demostrado que claro que Javier Ruibal tiene encantos y argumentos. Lleva más de tres décadas demostrándolo. "Estamos con los últimos detalles del doble CD y doble DVD conmemorativo del 35 aniversario de carrera musical. Estamos muy contentos con el sonido y la imagen, en unos días ya estará en la calle".

Me parece deplorable lo del ‘flamenquito’, como un flamenco bajo en colesterol y cafeína; es decir, nada Otro ilustra andaluz (Ruibal es del Puerto de Santa María, donde nació en 1955), el escritor Juan Manuel  Caballero Bonald hace una más que ilustrativa definición del cantautor. "Javier Ruibal dispone de una exquisita y rigurosa voluntad de integración en la historia social con la que convive. Sus canciones son a la vez hermosas y solidarias, íntimas y participativas, personales y universales. Pienso que sus perseverantes poderes de convicción dependen, sobre todo, de esa doble sensibilidad humana y artística de Ruibal, lo que no deja de ser una lección inolvidable".

No extraña la admiración de los poetas hacia el cantautor pues Ruibal es uno de esos cantautores que cuida sus letras con mimo de poeta y también los arreglos que hace. Se siente muy cercano a gente como Alberti o García Lorca. "Hay que estar siempre intentando ofrecer alicientes nuevos, me aburren mucho los refritos, volver una y otra vez a lo mismo... o parecido".

En el flamenco ocurre como en la literatura con los best-sellers, interesa más la rumbita que una buena soleá Tal vez por ello Ruibal cultiva muchos géneros, vive en la frontera y le gusta alejarse de los tópicos y lo comercial. En su música están presentes los aromas de géneros tan diferentes como  el flamenco, la música sefardí y magrebí, el jazz o el rock, aunque dado su origen gaditano y los intereses comerciales tuviera que verse obligado a huir de las etiquetas. "No es sólo problema de la música. Hay mucha afición a compartimentar, a poner etiquetas y clichés; no les gusta lo que no controlan, lo que les inquieta. Ami me tocó sufrir una etiqueta que me parece deplorable, la de flamenquito, como si fuera un  flamenco bajo en cafeína y colesterol. Lo que ocurre es que detrás ya no hay nada, sólo negocio. Los productores ven el negocio aunque no sepan lo que es un soleá; y algunos artistas que sí lo saben se encuentran con que no les van a grabar una soleá porque les interesa una rumbita".

- ¿Quién tiene más culpa, el artista, el productor, el mercado...?
- Todos. Parece que en el gen del ser humano actual, del siglo XXI, está escrita solamente la palabra éxito, a costa de lo que sea, no importa lo que dejes en el camino. Pero no ocurre sólo en la música, ahí tienes el fenómeno de los best-sellers en literatura, que nos ofrecen un producto fácil de leer y también de olvidar ¿Para qué te van a ofrecer un seguiriya de calidad?, mejor una rumbita, la bailas y para la semana que viene consumirás otra, que es de lo que se trata".

Javier Ruibal, frente a ello, se mantiene fiel a su estilo y a su forma de entender el arte. Huye de los tópicos y de los refritos, apuesta por una música «que soliviante, que te levante del sillón, que te incite a la rebeldía».

- La vieja aspiración de los cantautores.
- No solo de los cantautores. Diría más, me gusta la música que soliviante y me gusta todo lo que soliviante, como actitud en la vida pues me preocupan otras muchas cosas más allá de la música. Leo los periódicos, veo lo que pasa, y compruebo cómo nos indignamos... pero no ejercemos una presión real para cambiar las cosas. La música y la vida están vinculadas, si no avanzamos nosotros no va a avanzar la música, si no aparece una nueva espiritualidad no habrá deseos de que el arte esté mucho más presente.

Un gran tipo al que merece la pena escuchar. Ya lo decía Caballero Bonald: "Destacaría la identificación de Ruibal con una muy concreta tradición popular y, a partir de ahí, a sus modales de artífice de una nueva -actualizada- concepción artística de esa tradición. La soldadura resultó perfecta en todo momento: lo popular se alió con lo culto sin ninguna fisura, con una impecable eficiencia. Podría decirse que Ruibal canta acordándose de lo que ha vivido".
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