Los inolvidables: Toribio, de cómo montar un imperio con 3.155 reales y un macho de carga

Toribio G. Fierro, de Tolibia de Arriba, fue un ganadero que buscó en la arriería una salida más productiva y desde tierras asturianas montó una empresa que sentó las bases de un imperio, el de una de las familias más poderosas del siglo XX

14/12/2025
 Actualizado a 14/12/2025
Toribio G. Fierro, uno de aquellos paisanos que montó un imperio de la nada.
Toribio G. Fierro, uno de aquellos paisanos que montó un imperio de la nada.

Muchas veces en el origen de una gran fortuna hay un olvidado personaje, en no pocas ocasiones es uno de esos que en nuestros pueblos llaman «un paisano», en contra posición de esos grandes y trajeados empresarios. 

Hace tan solo unos días que se hizo pública la lista Forbes de las 100 mayores fortunas del país y entre ellas aparecían dos ‘ramas’ de los Fierro, una familia con origen en Lugueros y en las que el nombre que se repite es el de Ildefonso Fierro, cabeza de una de las mayores fortunas del siglo XX si no la mayor.

Pero entre esos que llamamos ‘los viejos del lugar’, en el municipio de Valdelugueros, de quien se repetía el nombre era de Toribio Fierro (en realidad Toribio González Fierro)un paisano que cuando ya tenía grandes empresas seguía poniendo en la profesión de su carnet de identidad ganadero pues, explicaban quienes le conocieron, «siempre decía que se sentía un ganadero»;que un día buscó en otra ocupación propia de la comarca, la arriería, la forma de hacer cierta fortuna y acabó montando el «imperio Fierro» desde Lugueros y Asturias, que fue por donde buscó la salida natural.

Toribio (que era el padre del citado Ildefonso)nació en Tolibia de Arriba el 27 de abril de 1848. Diez años más tarde la familia se trasladó a Lugueros, pues allí tenía buena parte de ‘sus tierras’ el padre de familia, José Ildefonso González. Un patrimonio familiar valorado en 45.000 reales, según consta en la carta de dote al citado Toribio en 1878. «En esa suma total se incluye tres machos de carga, seis vacas, cuatro cabras, quince ovejas, dos corderos y dos cerdos», apunta el investigador Roberto Cubillo. Al casarse Toribio recibió una dote de 3.155 reales, la misma que sus hermanos, que es en lo que estaban valorados «algunos prados, algunas tierras... y lo más valorado, un macho de carga, tasado en mil reales». 

El famoso chalet de la familia Fierro, de Toribio, antes de la guerra, en la que fe destruido.
El famoso chalet de la familia Fierro, de Toribio, antes de la guerra, en la que fe destruido.

Toribio se asoció con su padre y en pocos años aquellos 3.155 reales y se habían multiplicado hasta los 13.000 reales y la mirada puesta en Asturias, donde Toribio se asoció con su hermano Félix e iniciaron una exitosa aventura comercial, Fierro Hermanos, que abrieron su primer comercio en Muros del Nalón y después lo hicieron en Soto del Barco y San Esteban de Pravia. Una fábrica de conservas de pescado era la más productiva, aunque no la única pues la llegada del ferrocarril, las minas, la siderurgia... propiciaron la multiplicación de los negocios Fierro, ya con hijos ‘en el barco Fierro’, a compra venta de pescado, carbón y madera;exportación de carbones, agencia de aduanas, consignación de buques... hasta una compañía naviera. Se decía que aquella carta dotal de 3.155 reales la había multiplicado Toribio por más de 500 cuando los precios solamente se habían duplicado;y seguía creciendo. 

Pero por ese camino vamos hacia los poderosos empresarios cuando el protagonista era aquel Toribio de Tolibia al que le gustaba mantener en su carnet el oficio de ganadero, regresar a Tolibia, pasar temporadas con sus amigos de la infancia y la escuela...

Pese a la riqueza acumulada, la biografía de Ildefonso Fierro escrita por Elena San Román con el título de ‘La aventura de un emprendedor’ señala que «el inventario de bienes de Toribio le retrata como lo que siempre fue, un hombre de campo. Aunque a su muerte (el 17 de junio de 1928)ya llevaba tiempo viviendo en León se había preocupado de mantener su patrimonio agrícola y ganadero. En Lugueros dejaba una pequeña cabaña que explotaba a medias con un casero y en su casa de León tenia también animales de granja, entre otros, medio centenar de gallinas. (...) En León estaban sus inversiones urbanas de mayor entidad. Toribio González Fierro se había hecho allí con una importante finca muy céntrica en la mitad de aquella finca había edificado su vivienda era el número 20 de la calle Padre Isla (el famoso Chalet de Padre Isla sede de la Cámara de Comercio) con una gran huerta, un jardín y las cuadras para los animales».

En su testamento legó una verdadera fortuna, con especial atención a seis de sus nietos, hijos de su hija Elena, fallecida prematuramente en la famosa Gripe Española y cuyo marido, un médico asturiano que había ejercido en Lugueros, tenía graves problemas mentales a causa de las duras experiencias vividas en IGuerra Mundial cuando se alistó voluntario en Francia.

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