Imaginarios construidos con la seducción de la insinuación

La joven artista leonesa Graziela Fernández rinde tributo al escritor alemán Sebastian Brant con la muestra que acoge el Espacio emergente del CLA

Joaquín Revuelta
06/05/2015
 Actualizado a 02/09/2019
Pablo Martínez, Graziela Fernández, Teodoro Martínez, Jesús Celis y Luis García en la presentación. | MAURICIO PEÑA
Pablo Martínez, Graziela Fernández, Teodoro Martínez, Jesús Celis y Luis García en la presentación. | MAURICIO PEÑA
Dos jóvenes artistas acaparan en la actualidad todo el protagonismo del Centro Leonés de Arte. Por una parte, Miriam Vega con ‘El cuerpo expuesto’, que todavía podrá visitarse hasta el próximo 17 de mayo, y por otra Graziela Fernández, que el pasado 22 de abril inauguraba en el Espacio emergente del CLA una singular muestra de dibujos, textos y obras pictóricas que bajo el título genérico ‘La nave de Brant (El loco, el necio y el trazo vertical’)’ supone una reflexión sobre la locura, una muestra que permanecerá abierta al público hasta el 31 de agosto.

Durante el acto de presentación de la exposición comisariada por Pablo Martínez, propietario de la galería de arte Espacio E, el diputado de Cultura, Teodoro Martínez, reparó en la calidad y  originalidad de los dibujos de la joven artista leonesa formada en Salamanca, dibujos a los que en algunos casos les faltan partes sin pintar y que en opinión de Martínez no solo logra llamar la atención sino que "uno tiende a rellenar esos vacíos de una manera inconsciente".

Los dibujos están hechos en papel milimetrado y vegetal, la manera de la artista de aunar tradición y renovación Graziela Fernández inició su intervención aludiendo a la frase que abre el díptico editado con motivo de la exposición y en la que sugiere que algunos proyectos que se presentan como novedosos tienen en realidad su origen en otros más antiguos. Al menos en su caso  reconoce que el punto de partida de su obra se encuentra en las creaciones de aquellos artistas que la han precedido.

Una expresión tan coloquial y del momento presente como "¡Qué pedrada tienes!" le llevó a buscar su lógica en el mundo medieval, donde se percató de que ya entonces el loco o el necio suscitaba un enorme interés, hasta el punto de que los médicos de la época indagaban en el cerebro humano con la intención de descubrir el origen de la locura.

Sobre esta cuestión, indicó la artista leonesa, también trabajó el escritor alemán Sebastian Brant en su obra ‘La nave de los necios’, un autor al que ha querido rendir homenaje en el título y en la propia naturaleza de una exposición que desde el punto de vista formal se sostiene en unos dibujos realizados en papel milimetrado y vegetal, que es la manera que Graziela Fernández ha encontrado de aunar tradición y renovación.

PabloMartínez, comisario de la exposición, no quiso entrar en detalles de ‘La nave de Brant’, agradeciendo eso sí el apoyo brindado por la Diputación Provincial a los artistas jóvenes que como en el caso de Graziela Fernández les permite dar a conocer su obra en un marco tan emblemático como el Centro Leonés de Arte, donde anteriormente han expuesto artistas leoneses de renombre.

Luis García, responsable de exposiciones y publicaciones del Instituto Leonés de Cultura (ILC), sí quiso ahondar en la propuesta de la joven artista leonesa al recordar que el CLA se inauguró en el 2007 como sede del legado de Díaz Caneja, "un artista que es pintor y poeta al mismo tiempo", y la muestra de Graziela Fernández es el primer proyecto específico de una artista emergente que hace relación a esa vinculación directa entre lo que sería el mundo de la literatura y el de las artes plásticas.  

Graziela Fernández pone encima de la mesa todas esas cuestiones que hoy en día son latentes en la sociedad Para García se trata de un proyecto que tiene muchísimo interés desde diferentes vertientes y enfoques, "no única y exclusivamente desde el aspecto de revisión de un pasado que parece que está más presente de lo que podría pensarse; es decir, es una reflexión hecha por una artista joven que curiosamente nos muestra una gran madurez, que construye imaginarios simplemente con la seducción de la insinuación y que deja que el espectador participe de alguna manera en esa construcción tanto figurativa como de color y sobre todo simbólica introduciéndonos en un territorio del pensamiento, pues, aunque parezca que no, los jóvenes de hoy piensan, meditan y se posicionan, y en este caso en concreto con una perspectiva crítica con respecto al hombre, con respecto a quiénes somos, a dónde vamos, qué está pasando en esta sociedad que comete errores después de 500 años, y nos seguimos cuestionando quiénes somos y a dónde vamos y en qué barco nos queremos montar. Graziela pone encima de la mesa todas esas cuestiones que hoy en día son latentes en la sociedad".
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