En Julio Iglesias había más de lo que se veía en la superficie. Es una realidad extensible a la mayoría de personas. Lo paradójico es que quien lo defiende respecto al cantante es el filólogo Ignacio Peyró, otrora asesor del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, autor de no pocas publicaciones, asiduo columnista en El País y un sinfín de rasgos más para esbozar una trayectoria extensa. Toda una personalidad culta que se enfrenta al panorama –cuasi– pop de la mano de ‘El hombre que enamoró al mundo’. Una personalidad que desde 2022 desempeña las labores de director del Instituto Cervantes de Roma afianzando su papel como erudito de la lengua española.
«El español es una lengua muy homogénea que sirve para que se entiendan gentes de partes del mundo abosultamente distantes», opina: «En general la comunidad hispanohablante ha tenido muy buenas instituciones para ayudar a mantener esa unidad en la diversidad de matices y eso es un tesoro». El filólogo natural de Madrid es de la opinión de que «tenemos más cuidado y preocupación por el idioma de lo que creemos».
Y no lo dice por decir. Durante algunos años fue el encargado de escribir los discursos del que fuera presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. De él opina que «se le ha respetado muchísimo y tenía un gran sentido del humor y de la ironía», aunque las numerosas meteduras de pata en sus intervenciones han acabado ocupando un espacio en la memoria y la cultura populares. «También dice la cultura popular que quien tiene boca se equivoca», rebate Peyró, que ejemplifica: «En tiempos de Coolidge como presidente de Estados Unidos, hablaba tres o cuatro veces al mes y ahora un presidente del gobierno habla todos los días varias veces».
"¿Cómo no se van a publicar libros sobre una persona que ha vendido 300 millones de discos?"
A más palabras más riesgo de equivocarlas y cometer errores y los del antiguo inquilino de la Moncloa no pasaron desapercibidos ante una sociedad que acabó por convertirle, en parte, en un meme. Una «forma suprema de inmortalidad», define el término el autor de una biografía sobre Julio Iglesias que le ha llevado a salir en The Times, entre otros muchos y múltiples medios. «Se publican libros sobre arte asirio y sobre el cultivo del albaricoque, ¿cómo no se van a publicar sobre una persona que ha vendido 300 millones de discos y ha sido el primer artista español que ha triunfado en el mundo, abriendo la puerta a tantos otros, y que ha sido el primero que lo ha hecho en nuestra ñengua y en Estados Unidos y en el mundo anglosajón?», plantea y no tarda en responder: «Lo llamativo es que no se hayan publicado más».
Lo cierto es que no es un gran aficionado a su música. En la casa de Ignacio Peyró nunca se escuchó a Julio Iglesias. Lo confiesa en el prólogo de una obra que funciona, desde el principio, como respuesta a la pregunta que –sabía– le iban a hacer tantas veces: «¿Por qué?», como el que da título al texto introductorio. Un por qué –así, separado– que, dada la primera incursión de un hombre acostumbrado a asuntos «serios» en el mundillo del espectáculo, suena algo parecido a «¿qué hace una chica como tú en un sitio como este?». Una frase que bien podría haber bautizado alguna de las canciones del propio Iglesias. Al final se la quedaron la película de Fernando Colombo y el tema de Burning.
Aun así, el director del Instituto Cervantes en Roma no esconde su fascinación hacia un personaje del que escribe que «–dicen– canta poco, compone menos, no toca nada y baila mal», pues percibe su vida como una «novelesca, divertida, trepidante, llena de anécdotas y llena, al final, de una cierta trascendencia cultural». Su prólogo le delata: «Hay una España que se deja leer a través de él».

Peyró empieza a enumerar. «Está desde el tardofranquismo con nosotros, canta en la primera noche de transición durante el primer recuento electoral, sufre la amenaza de ETA en sus propias carnes, está impulsando a Aznar cuando gana en el 96 y está intentando mediar entre la administración de Bush y Zapatero cuando se llevaban mal los dos gobiernos, está detrás de la primera separación pública que hubo en España cuando ni siquiera había Ley del Divorcio», relata: «Prácticamente nadie ha estado en más sitios y, por eso, de alguna manera a través de él se entrevé parte de la historia de España».
Si a eso le sumas sus constantes apariciones en la prensa del corazón derivadas de su relación con Isabel Preysler, no faltan ingredientes para construir al «novio de derechas que todas las madres de derechas sueñan para sus niñas de derechas en un mundo [...] de derechas», que escribió Francisco Umbral. Para engendrar un «‘sex symbol’ de la menopausia», según Time, o un personaje que «en años de canción protesta, parecía demasiado conforme como para protestar por nada», según ABC. Todo ello lo desentraña Peyró entre unas páginas que, desde sus primeros párrafos ya señalan: «Tal vez lo más ecuánime es pensar que, a imagen de otras invenciones españolas –la paella, la sangría o el Quijote–, Julio Iglesias no debía funcionar, pero ha funcionado. Tenía que ser Juan Pardo, pero fue Julio Iglesias».
"Contar una vida es también contar una época de la historia"
El mismo Julio Iglesias que protagoniza sin saberlo –el autor ha intentado contactar con él, recibiendo «con alivio» siempre un silencio por respuesta– la publicación de Peyró. Una que, en sus palabras, «surge por el interés por un personaje que había conquistado todo el mundo menos el terreno de la literatura: que había estado en todas partes, pero no había estado en la literatura». «De alguna manera, el cantante no tenía un buen cantor», apunta el escritor: «Hay trabajos buenos, pero no con la vocación de ser como las de André Maurois sobre Disraeli o Lord Byron; es decir, contar una vida es también contar una época». Esa falta de presencia entre páginas la atribuye el madrileño a «cierto prejuicio cultista».
Rehuyendo del prejuicio aterriza este jueves en La Casona de San Feliz el director del Instituto Cervantes de la capital italiana. Acompañado por el responsable del espacio, Héctor Escobar, el filólogo abre las puertas del enclave a las 19:30 horas con el ‘El hombre que enamoró al mundo. Una vida de Julio Iglesias’ bajo el brazo. El encuentro, enmarcado en el ciclo ‘Bienvenido Mr Libro’, sirve para mostrar los detalles de la vida de un artista del que «quizá podríamos haber estimado un poquito más el no haberlo dado tanto por hecho». Todo de la mano de una publicación que, sin preverlo, saca a la luz Ignacio Peyró en una suerte de «homenaje a aquella ligereza, a aquella alegría, a aquella inocencia» que, sobre las tablas y en cualquier escenario antes de retirarse de la vida pública, desprendía su protagonista.