Hylas

Por Bruno Marcos

Bruno Marcos
15/05/2018
 Actualizado a 15/09/2019
‘Hylas y las ninfas’ (1896), de John William Waterhouse. ::  L.N.C.
‘Hylas y las ninfas’ (1896), de John William Waterhouse. :: L.N.C.
Ha aparecido un libro de manera casi milagrosa. Una pequeña editorial de un pueblo de Astorga ha rescatado un manuscrito inédito de hace treinta años, y este es un breve poemario y el poemario rescata, a su vez, a un argonauta de hace más de veinte siglos, un personaje mitológico cuya representación inspiró al poeta al verla en el Museo de León, donde fue restaurada ya que había sido borrada por una agresión en 1936, cuando el museo, que estaba en el plateresco edificio de San Marcos, se volvió prisión.

En la mitología griega Hylas era el hijo de un rey al que había dado muerte Heracles, quien lo adoptó y amó, llevándolo consigo a navegar hasta que las ninfas lo raptaron debido a su belleza. Heracles lo buscó sin hallarlo y finalmente la nave partió sin él.

Son estos nueve poemas, seguramente, trasunto de un amor pasado El poeta, Miguel Escanciano, recrea en nueve poemas momentos de la travesía, el paisaje marino como una experiencia sensorial y corporal, hasta que Hylas, al ir a recoger agua a un bosque, desaparece. Son estos nueve poemas, seguramente, trasunto de un amor pasado, de un estado de contemplación y de gracia, que queda paralizado en el tiempo fijando el recuerdo como una imagen de plenitud.

Y todo esto tan especial ocurre en los mismos días en los que nos dicen que los poetas jóvenes de hoy no han leído poesía alguna, que empezaron a escribir en redes sociales para desahogarse, forzados por los sentimientos, desprovistos de la ayuda de la tradición, del apoyo de Homero, Safo, Horacio, Marcial, Catulo y todos los demás… La poesía, hasta ahí han entrado los bárbaros, a esa catacumba deshabitada y afantasmada. Claro que décadas de editores que no leían, luchas intestinas crudelísimas por botines paupérrimos, una educación de espaldas a ella y lectores en vías de extinción han obrado el esperpento: Que los jóvenes lleguen ágrafos a su corazón.

A su vez el mito de Hylas ha estado hace poco de actualidad a nivel mundial porque el magnífico cuadro del pintor prerrafaelita John William Waterhouse, que representa la escena en la que las ninfas emergiendo desnudas de las aguas se acercan a Hylas para apoderarse de él, fue retirado por un tiempo de la sala de exposiciones en la que se exhibía en Manchester para reflexionar sobre cómo se representa a la mujer. No repararon los promotores de esa reflexión en que en este caso el bello y el raptado es él. Por supuesto, desconocían que en el mosaico de León quien más desnudo sale es Hylas.
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