El XXI Ciclo de Músicas Históricas de León, que organizan el Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) y el Ayuntamiento de León a través de la Concejalía de Acción y Promoción Musical, regresa este jueves al Auditorio Ciudad de León con la presencia sobre el escenario de Armonía Concertada, formado por la soprano María Cristina Kiehr, el tenor Jonatan Alvarado y el vihuelista Ariel Abramovich, que a partir de las 20:30 horas con entradas a 12 euros interpretarán el programa ‘The Josquin songbook’ en torno a la figura de Josquin Desprez. Según reza las notas del programa «en los libros de los vihuelistas españoles del siglo XVI, aparecen obras de los grandes polifonistas flamencos, que se ponían en cifra para ser interpretadas instrumentalmente. En estos mismos libros se hallan también piezas con una voz principal cantada. De estas dos realidades parte este programa, en el que dos voces y una vihuela homenajean al ‘divino’ Josquin Desprez, el compositor más famoso de su época, figura central de la escuela franco-flamenca, y lo conectan con música española del tiempo (Morales, Peñalosa); el repertorio termina con el conmovedor tombeau que a su muerte escribió Nicolas Gombert».
La soprano argentina María Cristina Kiehr cambió el estudio del violín por el de canto, donde de la mano de su maestro René Jacobs adquirió los conocimientos fundamentales para iniciarse en la vertiginosa vida que supuso consagrarse a la música. Simultáneamente, como co-fundadora del Daedalus Ensemble, el cuarteto vocal La Colombina, y el Concerto Soave con Jean-Marc Aymes, afianzó su identidad artística, lo que le permitió también explorar otros horizontes musicales.
Por su parte, el tenor bonaerense Jonatan Alvarado dio sus primeros pasos en la música cursando estudios de guitarra en el Conservatorio de su ciudad natal Mercedes. Frecuentó también el curso de Dirección Coral, Orquestal y Composición en la Universidad Nacional de la Plata. Conforma junto a Florencia Menconi, Ariel Abramovich y Breno Quinderé el ensamble Da Tempera Velha, dedicado al repertorio castellano tardo Medieval y del primer Renacimiento, y también colabora con regularidad con la agrupación de música Medieval Sollazo Ensamble.
Deslumbrado por una fantasía de Luys de Narváez, Ariel Abramovich decide, aún adolescente, su exclusiva dedicación al repertorio para laúd y vihuela del siglo XVI, decisión que mantiene hasta el día de la fecha sin mayor arrepentimiento.