"El hogar no era solo un lugar, era todo un mundo"

Noemí Suárez y Álvaro Argüelles son los creadores del documental ‘Soy Montaña:Fue hogar’ que hoy se proyecta en la Fundación Sierra Pambley y el viernes en el Hogar del Pensionista de La Robla

29/11/2023
 Actualizado a 29/11/2023
Álvaro Argüelles y Noemí Suárez ante la Casa Forno de Murias. | INÉS PINTO
Álvaro Argüelles y Noemí Suárez ante la Casa Forno de Murias. | INÉS PINTO

«Este proyecto —El documental 'Fue hogar'— nació con el objetivo de reivindicar y contribuir a nuestra cultura leonesa; creemos que lo ha logrado, con éxito, en las numerosas proyecciones realizadas por la provincia: Riaño, La Robla, los valles del Torío y  el Bernesga, la comarca de Ordás... lo han acogido muy bien». Así explican Noemí Suárez Blanco y Álvaro Argüelles de la Fuente el recorrido que ha tenido un trabajo que esta misma semana se vuelve a proyectar en dos escenarios diferentes: Hoy miércoles (a las 19 horas) en la Fundación Sierra Pambley de León, y el viernes día 1 de diciembre (a las 18,30 horas) en el Hogar del Jubilado de La Robla dentro de los actos de su Semana Cultural.  

Noemí Suárez y Álvaro Argüelles han apostado por reivindicar esos lugares de nuestra cultura y nuestra tradición como «algo que es mucho más que un lugar, el hogar, protagonista de este trabajo, es un ejemplo, el hogar era todo un mundo creador de tradición. Aunque ahora sea en apariencia solo una habitación vacía». Y han llenado esa habitación vacía de historias y de música, pues, señalan, «a través de la música tradicional y la gente que la ejecuta damos un punto de vista diferente dentro de estos lugares; mostramos a algunas personas que (incluso desde edad temprana) sienten el arraigo por tradiciones y lugares que no llegaron a conocer o apenas recuerdan y recreamos pequeñas escenas que fueron cotidianas en el mundo rural y dentro de estos lugares para, en definitiva, no olvidar de dónde venimos ni lo que fuimos y poner en valor nuestros pueblos y el mundo rural; en este caso, especialmente la montaña leonesa».

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Un buen número de músicos reunidos en el hogar para la grabación, en pandemia . | FUE HOGAR

Señalan los autores que muchos recuerdan las vivencias de una crianza rural, las ventajas de naturaleza y el propio lugar. «Pero ‘rural’ ya no implica labor de campo; actualmente ‘rural’ es turismo, calidad agroalimentaria, recursos endógenos, valor de los espacios, tradición, ... Aunque muchos pudimos ver y practicar aún las esencias de antaño, las actividades, labores y lugares como el pajar, la cuadra o el hogar». 

El hogar es el principal protagonista del documental pues, recuerda Noemí Suárez, «tuve la gran suerte de ver muchos en acción.  Actualmente el ‘hogar’, la ‘cocina de curar’ o la ‘cocina de humo’ (la denominación varía según la zona) solo es, en el más afortunado de los casos, una habitación trancada en una casa deshabitada en un pueblo casi vacío y, sin embargo, era la parte fundamental de la casa. Donde se llevaban a cabo todas las tareas relacionadas con la alimentación». 

Así recuerdan, y están en el trabajo, como «las pregancias que hoy cuelgan vacías y olvidadas siempre sostenían, sobre el fuego, una pota. Y el humo que se generaba no solo servía para curar y conservar los alimentos, era también un buen método de secado y mantenía a los roedores alejados. Las tajuelas ahora vacías y solitarias fueron el atrezo de varias escenas cotidianas, como picar remolacha para los gochos, hilar o reposar el cuerpo cansado tras una larga jornada. El fuego del hogar era elemento esencial que tras las labores diarias e inclemencias del tiempo, sobre todo en la montaña, congregaban al amor de la lumbre y entre los escaños a la familia y vecinos. Y allí surgían filandones que eran y son hoy en día tradición».

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Leo y Adri Ferreras, jóvenes músicos tradicionales y también actores ocasionales en la grabación de ‘Fue hogar’. | INÉS PINTO / N. SUÁREZ Y A. ARGÜELLES

Y al calor de todos ellos se acunaba la tradición oral con toda su mitología, sus leyendas, canciones, aconteceres y decires, «que baila como las llamas del tiempo hasta nuestros días. Pues entre las paredes negras y los atisbos de otra vida conservamos hoy día todo nuestro ser. Lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos siempre. Tras esas puertas ahora cerradas siempre nos quedará esa imagen de nuestros abuelos hablándonos, daba igual de qué. Imágenes que regresan a tu memoria en cualquier momento o situación de esta vida que ahora nos toca a nosotros vivir. Recuerdos que te forman y te arraigan a la tierra. Tiempos pasados que nos empapan de una magia especial», cuentan los autores de este reconocido trabajo que les ha dado un buen número desde que lo grabaron, en tiempos de la pandemia, fundamentalmente en una casa con hogar en Sorribos de Alba, el pueblo de Noemí Suárez, aunque también en el Museo de Riaño, el Museo de los Pueblos de Mansilla o la restaurada Casa Forno de Murias de Ponjos. Y contaron con la colaboración de un buen número de músicos y otros colectivos vinculados a la cultura tradicional de esta provincia pues, como insisten Noemí Suárez y Álvaro Argüelles, ‘Fue hogar’ trata, ante todo, «de reivindicar y contribuir a nuestra tradición, a que no caiga en el olvido y a destacar el valor que estos lugares tuvieron y todo lo que llevaron hasta nuestros días». 

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