Cuando Héctor Viñuela cantaba el tradicional "¡Viva la Montaña!" para cerrar una multitudinaria verbenade la Feria del Pilar en Boñar no imaginaba que iba a ser su última canción sobre un escenario. Cuando al final de la misma le salió del alma, con la emoción de otra noche mágica, el grito de "¡Viva León, hostia ya!" no sabía que eran sus últimas palabras en un escenario. Ya tenía asumido que en el horizonte estaba su profesión de maestro, ademáshabía aprobado las oposiciones, "pero me había aferrado a la idea de un año más de verbenas, diciendo adiós a los pueblos que tantos recuerdos me traen pero…".
Pero, ya se sabe, la pandemia, nada que explicar. Y Héctor asume la dirección del Colegio Rural Agrupado en el que es ‘profe’, el CRAMaestro Emilio Alonso de Lorenzana, y decidió de manera definitiva colgar el saxo y el micro y agarrar fuerte la tiza.
El abrazo con su amigo Fonsín el de Redipollos, el que más sabe de orquestas de verbena, lo deja todo bien claro. Hay mucha nostalgia, pero los dos saben que es lo que hay.
- ¿Fue duro decidirse?
- Mucho, pero…
Y es que Héctor Viñuela, Héctor el de Cañón en la actualidad, se subió a un escenario con 17 años y ya no se bajó. Muchas verbenas, muchas anécdotas, muchos kilómetros… Poco a poco fue subiendo peldaños hasta llegar, hace cuatro años, a lo que en León es la cima de las orquestas, el Grupo Cañón. «Más allá de esta orquesta en León no hay y salir de León no me lo planteé nunca»,explica Viñuela.
Recuerda el cantante y músico de La Seca con mucha nostalgia y una sonrisa cada vez que habla de sus inicios, en familia, aquellos cuatro años (desde los 17 a los 21) «con mi tío Chus Viñuela y el grupoCometa, aunque Chus a veces le cambiaba el nombre y le llamaba Familia o cosas así». Fueron los años que Héctor llama "de remolque" recordando que llegaban a los pueblos y tocaban en los escenarios que hubiera, con todo tipo de anécdotas. "Y, sin embargo, creo que es una etapa que debemos pasar los músicos de orquesta. Yo cuando veo a alguno de estos jóvenes que llegan algo ‘crecidos’ siempre digo: ¡que falta de remolque tenéis!".
Y forjado en el remolque fue creciendo en su mundillo Héctor Viñuela, que después de con su tío Chus estuvo un año en Atabal "y después me llamaron de San Francisco, donde pasé tres años muy buenos; aprendiendo y disfrutando". Al final de los mismos llegó su ‘fichaje’ por Cañón, sorprendente para él que, recuerda, que un día "hice un comentario En Cañón conocí el fenómeno fan, algo increíble, decíamos que nos gustaba la tortilla y nos llevaban tortillas; un grupo de un pueblo de Palencia fueron a vernos 35 vecesprivado de que en León la única posibilidad de algo mejor era Cañón… y a los tres días encuentro un mensaje en Facebook del dueño de Cañón de que quieren hablar conmigo".
Y llegaron para Héctor Viñuela cuatro años difíciles de olvidar, con muchos bolos, muchas verbenas, cerca de cien fechas… "Lo que sientes en una orquesta así es alucinante, al margen de verbenas a topeen Cañón conocí incluso el fenómeno fan, ni te lo imaginas". Y cuenta algunas anécdotas. "El año que Kat, nuestra batería, hizo aquellos vídeos de ‘Diario de una orquesta’ como dijeran ‘¡cómo nos gusta la tortilla!’ al día siguiente aparecían no sé cuántas tortillas en el escenario, teníamos que pedir queno nos llevaran más tortillas". Y un caso singular es el de "un grupo de chavales de un pueblo de Palencia, Acera de la Vega, que no es que nos llevaran a tocar al pueblo, es que después fueron a vernos a 35 pueblos, en Segovia, en Madrid… una pasada, organizaban el fin de semana para vernos".
No le pedimos más anécdotas y recuerdos pues se hacer palpable que la nostalgia le mata. "Creo que tardaré un tiempo en ir a una verbena, no me veo abajo sólo me veo en el escenario". En cualquier escenario que para eso hizo el recorrido completo, del remolque al camión escenario más grande de Castilla y León, que lo es el de Cañón.
- ¿Nos has contado muchas alegrías, y una pena?
- No haber tocado nunca en mi pueblo, La Seca. Me lo compensa que en aquella verbena de Boñar estaban todos mis amigos y es un excelente recuerdo final, me deja muy buen sabor de boca aquella verbena que acabó con el himno oficioso de la montaña leonesa y un “¡Viva León. Hostia ya! que me salió el alma".
Pues eso.
Héctor deja el micro y el saxo de Cañón para ser ‘dire’ del cole
Héctor Viñuela era para casi todos "el cantante de Cañón, orquesta en la que llevaba cuatro años después de pasar por San Francisco y otros grupos. Pero el músico de La Seca, donde nunca tocó, ha decidido pasar página para dedicarse en cuerpo y alma a su otra pasión, el magisterio, con el añadido de ser el director del colegio. "No ha sido nada fácil", reconoce "pero creo que el cole requiere todo mi tiempo"
03/04/2022
Actualizado a
03/04/2022

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