"Hay que ser cautos con el ‘presunto’ Murillo"

Máximo Gómez Rascón, responsable de patrimonio del obispado, se muestra escéptico sobre la autoría de Murillo del lienzo de Santa Marina de León

Fulgencio Fernández
13/04/2015
 Actualizado a 17/09/2019
La deteriorada obra que García Melón atribuye a Murillo. | IMAGEN MAS
La deteriorada obra que García Melón atribuye a Murillo. | IMAGEN MAS
El experto en arte y máximo responsable de patrimonio del obispado, Máximo Gómez Rascón, se mostraba ayer muy «escéptico y cauto»sobre la posible autoría de Bartolomé Esteban Murillo para un lienzo que se encuentra en la iglesia de Santa Marina de León, bastante olvidado, incluso sin marco.

Esta autoría del gran pintor la documenta el notario leonés Alfonso García Melón, quien le ofrece pelos y señales a nuestro colega Miguel ÁngelNepomuceno en una larga entrevista publicada en Leonoticias y de la que se hahecho eco otros medios.

GómezRascón reconoce que conocía las investigaciones de García Melón, «desde hace mucho tiempo, quizás dos décadas, y yo mismo le facilité estas investigaciones hace tiempo. Ahora he visto sus argumentos, que deben seguir el camino oportuno, pero, insisto, que a nivel personal me mostraría muy cauto, hay muchos bocetos de Murillo, otros atribuidos... No lo sé».

No se quiere ‘mojar’ el responsable de patrimonio del obispado sobre la autoría de Murillo pese a la extensa batería de argumentos que ofrece el notario leonés en su larga entrevista con Nepomuceno. También él reconoce que lleva décadas trabajando en este asunto y explica cómo comenzó a interesarse. «La sospecha comenzó cuando me pareció advertir las formas redondeadas y los trazos característicos de la pintura de Bartolomé Esteban Murillo. Comencé a investigar su vida y su obra, viajé a Sevilla y a varios lugares para seguir al detalle la obra expuesta, guardada u olvidada del pintor sevillano y me fui encontrando con que los detalles coincidían con otras pinturas del mismo autor en las que las variantes y los personajes así como los detalles de los allí representados se parecían a los de Santa Marina».

A partir de ahí reconstruyó la historia completa de la peripecia de estaAparición de la Virgen y el Niño a San Félix de Cantalicio que, reconoce, «se la encargaron a Murillo los capuchinos de Cádiz para el retablo mayor de su iglesia conventual, la cual quedó inacabada por fallecimiento de Murillo».

García Melón pide protección para esta obra que él tiene muy claro que es de Murillo y Gómez Rascón n o adelanta nada, pues no es decisión suya, aunque apunta a que habría que investigar a fondo los indicios apuntados para que cambie el escepticismo inicial.
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