Mientras última la grabación del que será su tercer trabajo discográfico, la compositora e intérprete leonesa Rut Marcos repite por tercera temporada consecutiva en ‘La Voz’ como vocal coach, esta vez dentro del equipo de Laura Pausini.
– En ‘La Voz’ trabaja entre bambalinas. ¿Le gustaría estar más presente en un medio en el que la imagen lo es todo?
– Me encanta estar entre bambalinas, porque se está mucho más a gusto. Estar en la palestra en un concurso de televisión, concursando y siendo juzgado es muy complicado. Hay que tener la cabeza muy fría. Se producen situaciones en televisión que para personas como yo, a las que les afectan mucho las cosas y que tienen un carácter más bien sensible, no las soportarían. Yo estoy mucho más tranquila entre bambalinas. Puedo hacer mi trabajo, que es asesorar a los concursantes, que no enseñarles porque en tan poquito tiempo tú no puedes enseñar a una persona a cantar. Tienen que venir un poco hechos de fábrica ya, que es una de las claves de la filosofía del programa, que vengan ya con una base, que no partan de cero. No somos una academia. Estamos ahí para asesorarles y muchas veces hacer de psicólogos, que estén tranquilos ayudarles a ensayar. Es el concepto del vocal coach.
– ¿Cómo se eligen los equipos?
– Este año estoy en el equipo de Laura Pausini, que es la encargada de seleccionar a los integrantes. Se hace primero un casting por todas las ciudades de España al que se presenta muchísima gente. Hay un equipo de casting en el que estuve el primer año. Vi un poco la dinámica. De entre todos los aspirantes tienen que quedar cien concursantes.
Con Laura Pausini llevo una semana trabajando y me parece una persona con las ideas muy claras – ¿Quién elige a qué equipo asesora cada vocal coach?
– Es algo que nos viene impuesto. El primer año estuve con Rosario y el segundo seguí porque ella estaba conforme. Estábamos las dos muy a gusto. Rosario se ha ido y Laura Pausini ocupa ahora su lugar. No sé en base a qué criterios se hizo el primer año. Quizá por carácter. La persona que estaba el primer año ejerciendo estas labores nos conocía a los vocal coach de manera personal. Sabía con quién podíamos congeniar mejor.
– ¿Cuáles son las claves del éxito de ‘La Voz’?
– Fundamentalmente se debe al factor de estar escuchando sin ver. Las audiciones a ciegas. Es una fórmula distinta. Es el morbo de esperar si se dan la vuelta o no y de preguntarse por qué no se habrán girado con un concursante en concreto y por qué con otro sí lo hacen. La gente en casa se interesa por este tipo de cosas. Otra de las claves del éxito del programa es la música en directo. Hay unos músicos que están tocando siempre y parece como si estuviéramos en un concierto. Creo que también es importante.
– ¿Cree que habrá diferencia entre trabajar con Rosario y con Laura Pausini?
– A Rosario la conozco más porque ya he estado dos años con ella. Es una persona muy pasional. Le puede mucho el nervio en el sentido musical. Pero es una persona muy normal, con su familia, con sus hijos... Tiene los pies en la tierra. Es muy trabajadora y tiene muchísimo carisma. A mí me trató muy bien. Fue muy educada y muy generosa conmigo. Muy atenta. A Laura Pausini la conozco poco. Llevo una semana trabajando con ella pero me parece una persona con las ideas muy claras, con mucho carácter y muy profesional. Eso me gusta. Creo que voy a aprender mucho con ella.
Me considero una persona muy afortunada de haber tenido como maestra a Yolanda Montoussé – ¿Cómo valora los casos de miedo escénico que han sufrido recientemente artistas de reconocido prestigio como Pastora Soler y Joaquín Sabina?
– A mí me ha pasado en algunos momentos. No a ese nivel de paralizarme, pero sí en algunos momentos la carrera de una persona que es muy perfeccionista y que intenta superarse cada día es un poco complicada porque es una lucha constante contigo mismo de intentar... Acabas un concierto y estás feliz porque ha sido apoteósico, pero luego llega la inseguridad de empezar a pensar que en el siguiente lo vas a tener que superar. Es una lucha constante con uno mismo para no defraudar al público. Es una presión muy grande. No dejamos de ser seres humanos que estamos expuestos a circunstancias de la vida. Además de ser una persona pública tienes una vida, una familia, unos problemas como los que puede tener cualquier persona. Hay muchas veces que no puedes estar emocionalmente y con la cabeza al 100%. Claro que entiendo perfectamente lo que les ha pasado. Es complicado. Si tienes una circunstancia personal complicada es muy difícil subirse a un escenario. No tiene por qué impedírtelo, no estoy diciendo que sea el motivo, pero el nivel de exigencia de cada uno influye. En el caso de Pastora Soler me consta, porque he trabajado con su marido, que es una persona muy muy exigente consigo misma y muy perfeccionista.
– ¿Se logra superar o luego cuesta cada vez más subirse al escenario?
– Después de un episodio de estas características. Yo no lo he sufrido a ese nivel de dejar la música, pero sí que tienes temor a volver a subirte al escenario, pero la única forma que hay de superarlo es subiéndote y viendo que estás ahí, que es lo que más amas en la vida y que no vas a renunciar a lo que más te gusta. Pienso que el nivel de exigencia tiene que tener un cierto freno porque si tú estas con esa constante presión de exigirte a ti misma hay que ser un poco generoso con uno mismo y pensar que si un día me equivoco en una nota, soy humana, no pasa nada, no me van a fusilar. Hay que
ser un poco generosos con uno mismo y un poco realistas, porque la perfección no existe. Para cantar perfecto perfecto perfecto me pongo un disco. El escenario lo que tiene es eso, la cosa de hacerlo en vivo. Yo lo veo así.
El disco sigue una línea de soul y rock y alguna pincelada de lírica para aprovechar la versatilidad – Canta lírica, zarzuela, rock, soul... ¿Le ha beneficiado el hecho de tocar tantos estilos musicales o más bien le ha perjudicado?
– Por una parte me ha beneficiado, pero por otra me ha perjudicado. De cara al respeto profesional de la gente hay muchísima gente que me admira por mi versatilidad. Estoy muy agradecida y eso te permite vivir diferentes experiencias. No sólo cantar rock por ejemplo, si no subirte a un escenario con una orquesta sinfónica o actuar con un cuarteto de jazz o estar en un musical. Puedes vivir experiencias muy diferentes y eso ha sido muy enriquecedor para mi. Luego a la hora de entrar en el mercado discográfico es un hándicap terrible. Ellos buscan un producto muy definido, una marca y en el momento que eres versátil parece que no te encajan en ningún sitio. Esto me ha perjudicado muchísimo. Es un mundo difícil. Eso sí, si te necesitan para grabar una cuña publicitaria, para eso eres fenomenal porque cantas a la primera y les ahorras mucho tiempo.
– Ha tenido maestras como Yolanda Montoussé o Teresa Berganza. ¿Le han aconsejado centrarse en una especialidad o que cultivase esa variedad de estilos?
– Me considero una persona muy afortunada por mi maestra fundamental, que fue con la que estudié toda mi carrera. Es Yolanda Montoussé, asturiana y alumna directa de Alfredo Kraus. Tuve la grandísima suerte de que nunca me prohibió hacer nada. Siempre me dijo que teniendo una voz fantástica y tan versátil podía hacer lo que más me apeteciese. Si una persona tiene una técnica, cante lo que cante nunca se va a hacer daño en la garganta siempre que sea un repertorio adecuado al tipo de voz. Al tener una voz tan versátil yo puedo cantar varios géneros. No todo el mundo tiene ese timbre. Teresa Berganza también me dijo que hiciese lo que me apeteciera, porque si cantas con técnica no tienes que tener ningún problema. Llevo muchos años haciendo muchas cosas a la vez.
– Está ultimando el lanzamiento de su nuevo disco. ¿En qué fase se halla?
– Estamos en fase de grabación de instrumentos. Hemos terminado los arreglos de las diez canciones propias que están en el disco. En ese sentido, he estado muchos años llevando temas de aquí para allá. Tuve la suerte de conocer a Pablo Domínguez, que es ex componente y fundador de La Quinta Estación. Le encantó mi voz, le encantaron mis canciones... Yo tampoco sabía cómo eran mis canciones. No me valoraba en ese sentido, pero le encantaron porque tienen mucho sentimiento y podemos hacer algo muy bueno. Parece que me leyó la mente, porque yo no sé tocar todos los instrumentos. Chapurreo la guitarra y el piano y con eso hago mis maquetas. Canto encima y hago mis armonías. Él me ha hecho ahora los arreglos. Yo le orientaba y le decía que me gustaría que esta canción me gustaría que fuera por aquí o por el otro lado. Él parecía que hacía magia porque daba exactamente con lo que yo quería. Ha habido mucho feeling y es una persona con un talento extraordinario que está sacando en mis canciones lo mejor de mí.
– ¿Cuándo estará terminado y cómo se va a llamar el disco?
– El disco queremos que esté terminado antes de mayo. Estoy barajando varios títulos, pero no está decidido.
– ¿Cómo valora la labor de composición que ha llevado a cabo para este disco?
– Es algo muy difícil. Para hacer estos diez temas llevo años. He compuesto muchas cosas, pero algunas no me convencían. Es una labor muy complicada que tiene además su proceso de madurez. Cuanto más vas aprendiendo mejor te salen las cosas. A mí siempre me movió la inquietud de tener algo que decir, de intentar demostrar que aunque mucha gente cree que no tengo marca yo creo que tengo una marca clarísima. Lo he tenido muy claro desde muy joven. La música con energía, con garra y muchísima fuerza. Soy una persona muy pasional. Ésa es mi marca.
Tengo recuerdos de épocas buenísimas porque coincidimos un montón de gente talentosa – ¿Sigue el disco una línea concreta o aborda varios estilos?
– Va en una línea de soul y rock, pero hay alguna pincelada de lírica para aprovechar esa versatilidad, pero es sólo algún detalle, porque para eso ya hice el disco de lírica. Me apetecía hacer otra cosa. Este será mi tercer disco. Hicimos uno en directo de rock con una banda que tuve con versiones de los años 70. Luego está el de homenaje a la lírica española. También tengo temas sueldos de música dance con DJ Kone y Marc Palacios.
– ¿Qué recuerdos tiene de su etapa como vocalista y directora de la orquesta San Francisco?
– La mayoría de los recuerdos son buenísimos. Para mí no era ir a una verbena. Cada vez que me subía al escenario era un concierto, pero me veía estancada. Tengo recuerdos de épocas buenísimas porque coincidimos en el escenario un montón de gente talentosa. Tuve la suerte de compartir escenario con mi hermana muchos años y fue maravilloso. Pueden más los buenos que los malos. Lo pasé fatal porque parecía que habían arrancado algo de mí, pero poco a poco lo veo en la distancia y creo que fue lo mejor que pude hacer.
– También tiene un peso importante en su carrera la labor docente...
– Le dedico prácticamente toda la semana, porque es de lo que vivo, es mi trabajo fundamental ahora mismo. Me aporta muchísimas cosas porque me gusta enseñar. He sido estudiante y sé lo que es tener un sentimiento por la música. También he tenido algún sinsabor porque también hay gente muy desagradecida y algunas veces te encuentras con sorpresas. Hay veces que ayudas a gente que luego no responde. Y eso a veces te hace sufrir, pero en general la docencia me da momentos maravillosos y estoy a gusto con mis alumnos y noto su cariño. Tengo lleno absoluto en la escuela con una lista de espera terrible. No se me quiere ir nadie y eso para mí es un orgullo, porque algo estaré haciendo bien.
– ¿Está a gusto ahora mismo Rut Marcos o siente que le falta aún dar el salto definitivo?
– El momento actual de Rut Marcos es de felicidad. Creo que me he encontrado a mí misma. Es algo que me ha estado comiendo la cabeza durante muchísimo tiempo. Un poco de preguntarme dónde está mi identidad, de no creer en mí, con muchas dudas en un mundo tan competitivo. Pero llegas a un punto de madurez en el que poco a poco y con trabajo y siguiendo mi labor he ido consiguiendo una estabilidad emocional y también laboral con un prestigio que hace que la gente confíe en ti. También está el hecho de que hayan contado conmigo por tercera vez en La Voz, que ha coincidido con el momento en que un productor ha creído en mí al 100%. Este año han pasado cosas maravillosas en el plano musical Teresa Berganza me dijo en su última visita que tenía una voz extraordinaria y que no entendía cómo no estaba llenando teatros. Todo esto me ha dado estabilidad. Habrá gente mejor, pero va a ser que la chica vale. Estoy muy a gusto, pero yo soy una persona muy inconformista e intento siempre mejorar. Me gustaría dar un saltito más, pero bueno ya se verá. Lo que tenga que pasar que pase, pero sobre todo quiero disfrutar de cada cosa que haga. Es algo que he aprendido desde siempre. Es lo que me va a quedar.
"Hay gente que admira mi versatilidad"
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10/02/2015
Actualizado a
13/02/2019

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