Fuerza, misterio y belleza

Julia D. Velázquez expone tres imágenes como homenaje al cliché de la mujer del sur de España, a partir de una estética que evoca las pinturas del mítico Julio Romero de Torres

Joaquín Revuelta
04/02/2016
 Actualizado a 12/09/2019
Julia D. Velázquez posa junto a las tres fotografías de su serie ‘Tierra’ que se exponen desde ayer miércoles en el Camarote Madrid. | DANIEL MARTÍN
Julia D. Velázquez posa junto a las tres fotografías de su serie ‘Tierra’ que se exponen desde ayer miércoles en el Camarote Madrid. | DANIEL MARTÍN
La fotógrafa leonesa Julia D. Velázquez inauguró este miércoles en el Camarote Madrid una breve muestra de la serie ‘Tierra’ que, en palabras de la artista, nace como "homenaje al cliché de la mujer española, dotándola de una estética más característica del sur de España y que nos recuerda a las musas de Julio Romero de Torres". Para Velázquez se trata de tres imágenes que ensalzan, dentro de un canon ya establecido culturalmente, los valores que la artista reconoce en ese prototipo de mujer, como son fuerza, misterio y belleza.

Julia D. Velázquez asegura que la serie ‘Tierra’ recoge más imágenes que las tres que integran la breve muestra inaugurada en el Camarote Madrid, donde va cambiando no ya el concepto sino el color, con el fin de que cada imagen tenga su propio significado.

La artista reconoce que en la serie ‘Tierra’ ha querido mantener esa estética propia que suele tender a lo oscuro, aunque incorporando en este caso algunos elementos clave como son el rojo, la peineta, el moño, el pendiente, el sombrero cordobés y, sobre todo, "la figura rotunda de la mujer", una mujer morena, con ceja ancha, ojos grandes y una expresión que destila un poco de melancolía, como puede apreciarse en una de las tres imágenes de la muestra.

El carácter retro que inspiran las fotografías de Velázquez se ve tan solo alterado por el tatuaje que luce una de las modelos, un toque actual con el que la artista leonesa ha querido aunar a varias generaciones de españolas.

Del misticismo que inspira la primera de las tres fotografías, donde se ve a contraluz el rostro de una mujer en actitud de rezo, se pasa al carácter más prosaico de la imagen de otra mujer en actitud de paciente espera, donde curiosamente el fondo es el mismo pero con un tratamiento completamente diferente que remarca el carácter espiritual y terrenal de una y otra imagen, hasta desembocar en una tercera con el fondo limpio que hace resaltar aún más la silueta de una mujer que conjuga tradición y modernidad.

En la actualidad Julia D. Velázquez está redactando nuevas ideas para próximos proyectos, donde solo adelanta que abandonará temporalmente el retrato para explorar nuevos territorios.
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