Fincias es un pintor que se prodiga en nuestra ciudad siempre aportando novedades y cultivando un estilo muy particular basado en el dibujo, el color y la geometría. Este año su exposición mantiene muchos de los motivos de años anteriores, unos venidos directamente de su etapa de publicista y otros ya directamente emparentados con la pintura. Al hablar de sí mismo y de su evolución nos dice: «yo soy ilustrador, vengo de la publicidad y la ilustración, pero hace 15 años comencé en la pintura, 15 años de pico y pala trabajando en esto y con tener un sueldo para llevarme a casa me basta; es muy duro y en Madrid peor, porque hacerte un hueco en Madrid y Barcelona es muy difícil y es una cosa que merece la pena».
A veces trabajar le quita de muchas otras actividades interesantes como comenta: «Muchas veces sacrifico el salir al campo para irme a pintar, el de la pintura es un mundo complicado».
De su etapa como ilustrador y publicista aparecen cuadros como la moto o las zapatillas desvaneciéndose de las que habla: Las motos y las zapatillas vienen de la publicidad, de la cultura pop, mi estilo es un expresionismo pop, es expresionismo puro con un toque pop relacionado con la vida moderna, porque estamos rodeados de publicidad por todos lados». Estos cuadros son la conexión de su pintura con la publicidad que nos rodea, las zapatillas que llevan todos los chavales en plena desintegración, como deshaciéndose y añade: «es que a mí no me interesa coger la realidad y por ello humanizo las cosas, pero es que como he sido ilustrador tantos años al final me sale». Y añade: «Humanizo, sin querer, pero humanizo todo».
Una novedad que aparece en esta exposición son dos cuadros sobre arquitectura y lo relaciona con sus paisajes como cuenta: «Inicié las imágenes de la arquitectura porque también está muy ligada al entorno, a la Naturaleza. Alternaba Naturaleza y arquitectura, pero me di cuenta que necesito seguir trabajando en la arquitectura, pese a que al final preferí seguir con la Naturaleza, porque me estaba sintiendo tan cómodo con ella que seguí, dejando la otra más apartada. Sin embargo, hay piezas que se han vendido en Madrid, por ello aquí solamente han llegado dos. En la próxima exposición habrá más arquitectura porque cada lenguaje nuevo que yo meto necesita estudio previo, análisis y mucho tiempo. No puedo ya bajar el nivel porque las cosas hay que hacerlas bien o no se hacen».
Con respecto a sus cuadros sobre la Naturaleza y los paisajes relata: «Yo he sido ilustrador de literatura infantil muchos años y mi naturaleza es como de cuento, muy onírica, tiene un aire infantil, como de los sueños, no es una naturaleza real, me gusta pintar esa naturaleza, una naturaleza que no existe, que si los árboles son rojos los ponemos rojos y esa es la naturaleza que a mí me gusta, pero no quiero reflejar la naturaleza tal como está, sino una naturaleza que tenga movimiento, que tenga vida, que si yo soñara me apeteciera meterme en esos paisajes».
En sus cuadros siempre hay diagonales, siempre hay un juego de diagonales por todos los lados, hasta los paisajes están torcidos y todas las caras siempre están inclinadas generalmente y eso se nota más en el conjunto de los dos cuadros de los animales que están unidos, león y búho es un triángulo ascendente para que subliminalmente cree esa sensación de optimismo.
Su forma de trabajo va por capas. cuando aplica una necesita que esté completamente seca para continuar con la siguiente y en su estudio tiene una secadora industrial para casos extremos porque es muy importante que se seque una capa antes de dar la siguiente, como a veces aplica bastante materia si la capa previa no está lo suficientemente seca se le caería la pintura aplicada.
Los temas que trae son variados, animales, muchachas, medusas, nenúfares, paisajes y los últimos: la arquitectura y un detalle de una escultura famosa bajo el título ‘Concepto de un mármol divino’, de la que se puede disfrutar de su boceto, como de otros cuadros porque trae los bocetos de varios cuadros donde ve lo que va a pintar, si en el boceto pide la geometría, la mete, y lo mismo pasa con el color tan llamativo en su obra del que dice: «El color siempre ha estado dentro de mí, toda mi vida desde el principio» y ello se nota bastante en esta exposición, además de esa visión humanista de muchos de los elementos que pinta como comentaba anteriormente.
En cuanto a su modo de trabajar lo hace de un modo introvertido como dice: «Soy muy intimista con mi trabajo, lo hago todo en soledad y no soy como los artistas que lo publican todo diciendo cómo trabajan y no es porque quiera ocultar nada, sino porque es una cosa muy personal».
Sobre su relación con la ciudad de León explica: «Siempre me encanta exponer en León, primero porque está muy unido a Zamora y yo me siento muy de aquí, de la tierra, por el apellido y por todo y sobre todo porque me siento muy bien acogido en la galería Alemi».
Nos despedimos de él que ya considera que su obra puede considerarse Arte, porque el arte debe transmitir, si no transmite es que algo está fallando y piensa que sus cuadros no fallan porque son bien aceptados por los espectadores y clientes.
La exposición de Fincias continuará en la galería Alemi de la Plaza de San Marcelo hasta el día 23 de diciembre.