Hace unas semanas, el día del Carmen, una familia de la Tercia se reunía en Viadangos para mantener una vieja costumbre, la de recordar los orígenes de la familia en este pueblo que es una de las cunas de la trashumancia. En el recuerdo la figura del patriarca, ‘el abuelo Ezequiel’, ganadero, empresario, emprendedor y una leyenda; entonces en la ganadería y hoy, manteniendo el nombre, en la hostelería y las fábricas de embutidos. Allí estaban las tres generaciones que siguieron sus pasos, fieles a la filosofía del fundador.
La etiqueta creada para los primeros pasos del negocio hostelero lo dice: Restaurante Ezequiel. Desde 1945.
Es decir, este año se cumplen 80 años de la fundación, marcados en el recuerdo por los nombres del patriarca (Ezequiel) y la matriarca (Visitación), por Amador e Inés, Ezequiel (Ziqui) y Ana y desde hace unos meses ‘Anina’, que regenta el que han abierto en Madrid.
Ochenta años de fidelidad a un nombre, a una memoria, a una filosofía y a una comarca, La Tercia, pues aunque se han expandido jamás dejó de ser Villamanín el corazón de la empresa, donde ha creado más de 100 empleos. Por ello, el Ayuntamiento de Villamanín, que estos días celebra sus fiestas patronales, ha decidido llevar el nombre de la empresa al que en el pueblo llaman el parque viejo (porque hay otro posterior), que se llama oficialmente Parque Ezequiel.
Tiene sentido que en su 80 aniversario sea elegido el parque tradicional, el de toda la vida, en el que seguramente jugaron Ziqui y sus hermanas, sus hijos y el resto de la familia. Por otra parte, ya estaba bautizado el parque nuevo con otro nombre realmente ilustre, el de Doña Angelita (Ángela Ruiz Robles), la maestra, hija del pueblo e inventora del precursor del libro electrónico.
Puede presumir Villamanín de llevar en sus parques dos nombres que representan lo mejor que ha dado este pueblo del Alto Bernesga.