Explosión de luz en la Maragatería

Virginia del Arco expone 'Estetipaco' en la Casa Museo de Santa Colomba de Somoza hasta el 3 de agosto

Mercedes G. Rojo
31/07/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Virginia del Arco trabajando en una de sus última creaciones.
Virginia del Arco trabajando en una de sus última creaciones.
No es la primera vez que las obras de Virginia del Arco llenan las salas de la Casa Museo de Santa Colomba de Somoza, inundando de luz y de color este singular espacio expositivo que se abre al público en pleno corazón de Maragatería, para acercar a propios y extraños el arte proveniente tanto de creadores y creadoras de nuestra provincia como de otros lugares allende nuestras ‘fronteras’, precisamente porque el arte es algo universal que se comunica con el espectador en un lenguaje que va más allá de procedencias y culturas. En ocasiones, este acercamiento de la obra de Virginia, ha sido en solitario, en ocasiones participando en muestras corales como la que el pasado año rindió homenaje a la escritora Concha Espina.

Este año lo vuelve a hacer coincidiendo con la reinauguración de la Casa Museo que tras su remodelación ofrece a público y artistas un espacio expositivo mucho más acorde con los tiempos que vivimos, ocupando una de las dos salas destinadas a este fin, aquella a la que se accede desde el corredor maragato, lo que confiere a sus obras un mayor diálogo con la propia casa, aspecto muy apropiado si tenemos en cuenta los materiales utilizados en la misma, tan ligados a esa tradición textil, a esas técnicas de reutilización tan propias de todas las culturas tradicionales.

Y es que, en esta ocasión, la obra que nos ofrece esta catalana largamente afincada en tierras maragatas nos transporta a un mundo de plasticidad y color en el que se unen arte y artesanía, pasado y presente, tradición y creación para mostrarnos todo un rico y personal mundo onírico en el que confluye el homenaje a las diferentes culturas y a la herencia ancestral de nuestras abuelas.

Bajo el original título de ‘Estetipaco’ (palabra creada a partir del nombre de las técnicas utilizadas en las obras que la componen: escultura, tejido, pintura, tapiz y collage) se nos muestra una Virginia aparentemente diferente a la que conocíamos hasta ahora, la artista de los crayones, de los óleos, que nos mostraba sobre todo paisajes y detalles llenos de color; aparentemente diferente porque, aunque cambia la forma y la técnica de expresión, reconoce mantener en esta nueva muestra «el mismo rumbo, la exaltación del color, la búsqueda del ritmo, la dinámica de la creatividad», dejando en los paisajes creados en esta serie «volar la imaginación y la intuición con los materiales para dar vida a la obra».

En cada una de estas nuevas piezas Virginia va superponiendo elementos en función de lo que desea expresar. Dice trabajar «con la intención, la intuición y la improvisación y con los años de experiencia adquirida al encuentro de un orden bello y natural» mientras crea un mundo sugerente y mágico, con brillos que renacen y se expresan cuando reciben luz; una originalidad del Estepitaco que es la expresión última de la atracción que siempre sintió por la técnica del collage, en la que ya había trabajado a partir de diferentes texturas de papel y pintura. El origen de esta muestra se remonta a 2012, cuando comienza a trabajar con toda la diversidad de materiales que aparecen en cada una de las piezas que ahora podemos disfrutar reunidas tras un arduo trabajo de años que iba compaginando con otras obras de caballete y diferentes técnicas. Ha ido «recuperando bordados y ganchillos hechos con esmero por mujeres de anteriores generaciones; dando singularidad a materiales que nos brinda la naturaleza; obteniendo volumen y formas con bellos tejidos; creando puntadas de hilos para exaltar ritmos; usando seda y terciopelo para ofrecer majestuosidad, puntillas para inspirar; utilizando la elocuencia de los botones y abaloriosen combinación con el poder de la pintura» hasta hacerlos participar de una creación artística que camina en una misma dirección.

Laserie Estepitaco, que por primera vez sale a la luz como colección, encuentra en este espacio de la Somoza el marco perfecto para mostrarse, lo que hace que su autora se sienta muy satisfecha de contribuir con ella a la inauguración de la remodelación de la Casa Museo donde se muestra, un lugar lleno de encanto en el que el público se encontrará frente a una obra ante la que la artista recomienda dejar volar la imaginación para su mayor disfrute. Como suele ocurrir con los buenos libros, dice verse a menudo sorprendida por el descubrimiento que otros hacen en sus obras de nuevos personajes, de visiones diferentes que vienen a complementar la suya; elementos figurativos dentro de las distintas abstracciones: una obra que anima a dejarse sorprender por la infinidad de posibilidades que su observación nos ofrece.

Difícil expresar con palabras todas las sensaciones que esta nueva muestra de Virginia del Arco despierta en quien la contempla, por ello, lo mejor es acudir a disfrutarla en persona aprovechando que aún podemos verla en la Casa Museo de Santa Colomba de Somoza hasta el sábado 3 de agosto, en horario de 11:00 a 15:00 y de 16:00 a 20:00 horas.Feliz visita.
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