Esquiando con perros

Se parecen a los lobos, son perros, huskies que llevan en la sangre la genética de tirar por el trineo de sus dueños, en este caso los leoneses Roberto Marcos y José Luis Tascón, que practican este deporte desde el año 1992 y lamentan que no lo haga nadie más en León

Fulgencio Fernández
06/03/2016
 Actualizado a 10/09/2019
Roberto Marcos en el trineo, con los huskies preparados para iniciar el recorrido ante la evidente expectación, incluso de la TPA. | MAURICIO PEÑA
Roberto Marcos en el trineo, con los huskies preparados para iniciar el recorrido ante la evidente expectación, incluso de la TPA. | MAURICIO PEÑA
Decenas de niños que disfrutan de la Semana Blanca en la estación de Pajares se detienen para ver pasar a un trineo tirado por perros. «¡Cómo mola!» es la frase más repetida, pero los hay que van más allá:«¿Porqué no hacemos eso en el cole?». Los perros se alejan por la pista de esquí de fondo, los monitores decretan el fin del descanso para ver el trineo pero los chavales insisten en que quieren «eso». Nada nuevo.

- Es cierto que cuando salimos a las estaciones les llama mucho la atención a los niños;lo reconoce Roberto Marcos Arias quien, junto a José Antonio Tascón López, son de los pocos que practican este viejo deporte en la provincia de León. «Yo creo que somos los únicos que tenemos perros entrenados para ello. En León no hay nada, que nosotros conozcamos y llevamos muchos años, aunque sí hay un grupo que quiere comenzar, los de canicross».

Roberto y José Antonio son de la Sobarriba y llevan muchos años disfrutando de salir con sus trineos tirados por perros. «Llevamos con ellos desde el año 1992, entonces lo hacíamos con alaskas».

Se refiere Roberto Marcos al malamute de Alaska, uno de los perros tradicionales de tirar por el trineo, pero «pronto cambiamos a los huskies pues los alaska eran algo agresivos, los huskies son perros mucho más dulces, agradecidos, es una gozada salir con ellos».

Recuerda que comenzó a andar con ellos cuando le regalaron un alaska y «lo utilizaba para andar en bicicleta, después, en el año 99, ya hice con José Antonio el Camino de Santiago e íbamos en un trineo con ruedas del que ya tiraban los huskies, llamaba mucho la atención, de hecho nos hicieron varios reportajes en el Camino».

Aún siguen practicando con el trineo rodante en salidas por los montes de la Sobarriba pero cuando realmente disfrutan es cuando llega la nieve. «En la actualidad tenemos 8 huskies, dos bracos alemanes, que también los llevamos a la nieve, y un teckel. Solemos subir a Vegarada, San Isidro, Pajares, los jueves por la tarde y los fines de semana». Reconocen que todos estos perros requieren muchos cuidados pero, «si no los vas a cuidar no tengas perros. Nosotros los tenemos en la Sobarriba, con perreras muy amplias y, sobre todo, en una finca con mucho campo, donde pueden correr y donde pasan la mayor parte del tiempo».

- ¿Y merece la pena tantos cuidados para dos meses, más o menos, que puede haber nieve?

- Todo depende de lo que te guste, como la caza, la pesca o tantas cosas. A nosotros nos encanta y claro que nos merece la pena, al margen de lo que nos gustan los perros, para salir con el trineo o no, a los animales hay que atenderlos todos los días y si no te gustan...

Lo que lamentan es la escasa afición que hay a las carreras de trineos en León, de hecho ellos se han federado en Asturias y compiten en el Principado. «Tampoco es donde más afición hay. El País Vasco y los Pirineos son los lugares de más tradición, con citas como la famosa Pirena, aunque no se celebra desde el año 2012».

Los leoneses han competido en Asturias y también en lugares como Burgos, con buenos resultados, aunque no es lo que les preocupa. «Nunca nos lo hemos tomado como una competición, de hecho los huskies no son los mejores para competir, son mejores los alsacianos pues los nórdicos aguantan muy bien el frío pero corren menos, son menos veloces, pese a lo que son competitivos».

De nuevo aparecen al fondo, después de haber rodeado la montaña. Los chavales de la semana blanca de nuevo clavan los bastones para verlos llegar, para acercarse a los perros que «esperan órdenes» de sus dueños después del trabajo. Los sueltan, fin del trabajo.

- Venga, para la Sobarriba, que allí os espera la merienda.

Parecen entenderlo. Lo entienden.
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