Como la noche de Fin de Año y con la misma precisión que marcan sus manecillas, las campanas de la Real Casa de Correos repicaron a las doce del mediodía de este sábado ante el jolgorio de cientos de personas que se acercaron a la Puerta del Sol para celebrar el 150 aniversario del reloj más ilustre de Madrid. «¡Una, dos, tres... diez, once doce!», gritaron los asistentes para, acto seguido, entonar un emotivo «Cumpleaños Feliz». Ataviados con gorros de Papa Noel o pelucas de colores y provistos de uvas y botellas de champán, niños y mayores fueron testigos de una mañana muy especial.
«Llevamos un buen rato esperando este momento», exclamaba Manoli, recién llegada de Andalucía. Una fila más atrás, Pepe, que asistió acompañado de su nieta Carmen, bendecía la emoción del ambiente, «todos los días no se cumplen 150 años». Con el gesto radiante, Carolina y Siri, naturales de Valencia y Suiza, respectivamente, apuntaban que «al no haber vivido nunca» una Nochevieja en Sol, «decidimos que sería nuestra primera vez».
Aunque a sus casi 80 años dice «estar mayor para las próximas uvas», Rosa tampoco quiso perderse un cumpleaños cargado de recuerdos: «Cuando era joven, veníamos toda la familia con las guitarras y lo pasábamos fenomenal». Cualquiera de los presente fue parte de un festejo que pilló desprevenidos a numerosos turistas. «Nos hemos enterado al ver tanto ruido», confesaba un grupo de italianos. Todos coincidieron en señalar al reloj como «un símbolo de Madrid» y algunos, incluso, fueron más allá: «No es un símbolo, es el símbolo».
La fiesta en la calle era parte del abanico de actividades abiertas al público que preparó la Comunidad de Madrid. A primera hora, la directora general de Patrimonio Cultura, Paloma Sobrini, presentó a uno de los relojeros encargados del mantenimiento del reloj, Jesús López, quien desgranó todos los secretos de su maquinaria. «Cerca del 95% del reloj original que el maestro, José Rodríguez Losada, donó gratuitamente al Ayuntamiento siglo y medio atrás, forma parte de la maquinaria actual», reconocía. Fue la reina Isabel II quien se encargó de inaugurarlo el 19 de noviembre de 1866, el día que se cumplían 33 años de su primera proclamación.
El magnífico trabajo de Losada -que tuvo que salir de España e instalarse en Londres en 1828 por su implicación en una conspiración liberal- no sólo se ha manifestado a lo largo del tiempo como una obra maestra por su precisión, sino que también se ha convertido en todo un símbolo para los españoles, que siguen prefiriéndolo a ningún otro a la hora de escuchar las campanadas de la Nochevieja.
El reloj de Losada ya tiene 150 años
El relojero leonés puso hace un siglo y medio a punto un reloj que cada año llega puntual a la cita para estrenar calendario en la Puerta del Sol madrileña
20/11/2016
Actualizado a
14/09/2019

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