Esta iniciativa partió de la asociación Solidarité Maurienne en beneficio de personas desfavorecidas socialmente (inmigrantes, parados de larga duración, discapacitados o mujeres víctimas de maltrato), quienes están empleados por la asociación para la fundición, recorte y tratamiento químico de las piezas, así como para su ensamblaje en la escultura final durante la última fase.
El proyecto llegó a España en el curso 2008-09, dentro de un taller de grabado y estampación y a partir de entonces en diferentes Institutos de Enseñanza Secundaria de Castilla-La Mancha, Castilla y León y Galicia se han elaborado gradados y estampaciones guiados por profesores de diferentes materias.
Cada grabado es el resultado de un laborioso trabajo que sigue una antigua técnica. Primero, está la parte creativa, es decir, el diseño del dibujo que decorará el aura. Después, se somete la plancha a un proceso químico que fija el dibujo en la plancha y finalmente se realiza un proceso de estampación en papel, usando un tórculo.