El espectacular Spiderman

Pedro Ludena comenta la película 'Spider-Man: Cruzando el Multiverso' de Joaquim Dos Santos, Kem Powers y Justin K. Thompson

Pedro Ludena
09/06/2023
 Actualizado a 09/06/2023
Imagen de la última y espectacular aventura animada del hombre-araña. | MARVEL STUDIOS
Imagen de la última y espectacular aventura animada del hombre-araña. | MARVEL STUDIOS
‘Spider-Man: Cruzando el Multiverso’
Directores: Joaquim Dos Santos, Kem Powers, Justin K. Thompson.
Intérpretes: Shameik Moore, Hailee Steinfeld, Daniel Kaluuya, Oscar Isaac.
Género: Acción / Aventura.
Duración: 136 minutos.

En 2018, ‘Spider-Man: un nuevo universo’ tomó al mundo por sorpresa como la mejor película de animación de ese año, y posiblemente de la última década, con un estilo nunca antes visto que revolucionó las técnicas de esta clase de cine, combinando lo mejor de la animación por ordenador con dibujos tradicionales al estilo cómic, dando la impresión de que uno de estos cobrara vida ante nuestros ojos. Todo ello como formato para una historia redonda, cargada de toda la acción y la emoción que cabe esperar de una aventura del superhéroe más icónico y humano jamás salido de las viñetas. Ahora, esta segunda entrega, ‘Spider-Man: Cruzando el multiverso’, busca no solo repetir, sino superar el éxito de la primera, tarea que se antoja casi imposible para cualquier otro proyecto. Pero parece que los creativos detrás de esta saga ya están acostumbrados a balancearse cada vez más lejos y tienen telaraña para rato.

La trama tiene lugar un año después (no cinco, como los que se ha hecho esperar esta secuela) de que Miles Morales, el nuevo Spiderman, descubriera que no era el único hombre araña del universo, sino que había variantes del superhéroe en infinitas dimensiones paralelas. Esta vez Miles deberá viajar a través de este ‘multiverso’ arácnido para hacer frente a un villano que amenaza a todas las realidades, aunque puede que el verdadero enemigo esté mucho más cerca de lo que cree.

En otra ocasión, como demostraba hace poco más de un año la taquillera ‘Spider-Man: No Way Home’, el mero estreno de una película de Spiderman sería suficiente para sacar de casa a muchos ‘boomers’ y que echen una canita al aire recordando sus historietas con latente nostalgia. Pero parece que la cosa cambia para muchos cuando se le añade la nota de ser una cinta de animación, aunque poco o nada tiene que ver con los dibujos que les hacían soportar sus hijos los sábados por la mañana. A aquellos aún les queda por aprender lo que los responsables de esta franquicia llevan aprovechando desde 2018: que la animación es la llave para desbloquear los límites de la realidad. ‘Cruzando el multiverso’ nunca podría recrearse en ‘live-action’, su personalidad, su mensaje y su acción están integradas en la misma esencia de sus dibujos. No puedes sacar la animación de esta historia, del mismo modo que no puedes sacar la historia de la animación.

Aún pisándole los talones a su predecesora, puede que esta no sea la mejor cinta de animación de todos los tiempos, pero es una fuerte candidata a la mejor animada. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, de manera que con toda esta reseña no me daría ni para describir un solo fotograma de la infinidad que componen cada segundo de esta obra, que late con pulso propio. Reto a cualquiera a encontrar un momento estático en todo su metraje, donde cada trazo, cada silueta, está en constante cambio, como si saltaras constantemente de una viñeta a otra del comic más detallista jamás dibujado. La película se reinventa con cada nueva escena, variando su estilo y su paleta de color según el personaje que esté interviniendo o la significación del momento, de manera que el tono visual reacciona al tono mismo del guion, como si cada idea se describiera con su respectiva ilustración, hasta el punto de que uno podría verla sin audio, a costa de perderse su tremenda banda sonora, y entenderla solo por su lenguaje narrativo. Sencillamente espectacular.

‘Spider-Man: Cruzando el multiverso’ es hija de su tiempo, pero no un algoritmo bastardo nacido en despachos y reuniones de accionistas, sino un prodigio abrumador fruto de la imaginación y la creatividad bruta. No le da las cosas masticadas a su audiencia, en todo caso la sobrestima, confiando en que su joven público objetivo, natural de la era de la comunicación, sobreestimulado por ‘Instagram’ y ‘Tiktok’, será capaz de soportar el bombardeo desmesurado de información al que esta le somete, donde sin terminar de procesar la última incredibilidad y ya estas presenciando otra. No me cabe duda de que se convertirá en una de las películas más pausadas de la historia, haciendo necesario verla mínimo a cámara lenta para poder apreciar todos y cada uno de los detalles en cada instante de la misma. Para cuando termina, te ha dejado sin aliento y la cabeza como un bombo, pero con los pelos de punta, lo más parecido a montar en una montaña rusa sin moverte de la butaca.

Pero que los árboles no os despisten del bosque, porque todo este esteticismo, sin nada que contar, sin sustancia, caería en saco roto. Por suerte aquí no se da el caso, siendo capaz de presentarnos a cientos de Spiderman diferentes sin olvidarse de sus protagonistas, que crecen a la par que esta continuación con respecto a la película original. El mensaje del héroe sigue vigente, ‘un gran poder conlleva una gran responsabilidad’, pero aquí se cuestiona cuan alto puede ser el precio a pagar por ese poder y para con quien es dicha responsabilidad. Un concepto tan rico que se toma hasta el ecuador de su duración para plantearse y que comienza a desarrollarse, sin llegar a culminar, en su segunda mitad, esperando cerrar este dilema en una tercera parte. He aquí la principal razón de sus baches de ritmo. La cinta arranca como un tiro, todo es frenesí y multicolor, pero habiendo finalizado este prólogo vibrante, nos adentramos en un primer acto más calmado, donde se pone de relieve el conflicto personal y familiar que supone ser Spiderman. Una parada necesaria para que todo lo que viene detrás tenga un peso dramático considerable y no sea solo un despropósito epiléptico, pero que la aleja de la redondez argumental de la anterior entrega.

‘Spider-Man: Cruzando el multiverso’ marca un nuevo hito en la animación, con un estilo tan definido como sus personajes, cargada de matices y sorpresas que serán la guinda del pastel para los más ‘frikis’ del hombre-araña. Una experiencia difícil de poner en palabras y que solo se puede apreciar en toda su gloria en la pantalla de cine más grande posible.
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