Dichos premios reconocen la labor de aquellos docentes de la rama de artes que mediante la creación de un espacio artístico que conjuga la labor educativa de la enseñanza reglada con la presentación o exposición de elementos artísticos realizados por los estudiantes para el fomento y desarrollo de la cultura visual, tanto de los propios participantes (estudiantes y docentes) como de todos aquellos que por una u otra causa pueden visitar o participar de forma meramente contemplativa de dichos espacios.

A rasgos generales, el proyecto consiste en la intervención sobre dicha fachada mediante la elaboración de grandes murales, previamente tratados, trabajados y diseñados en el aula sobre el borrador de papel, traspasados y dibujados sobre este «gran lienzo» con cinta de papel adhesivo y que reflejan alguno de los momentos o acontecimientos más importantes de los que se celebran en distintas épocas del curso en el centro, convirtiéndose por su localización en un gran panel publicitario que se comparte con todos aquellos viandantes o personas que acuden al colegio, y que a su vez utiliza toda la comunidad educativa a modo de gran escenario en determinados momentos.
Esta actuación, de carácter fugaz y efímero, se utiliza como una fortaleza intrínseca al propio sistema educativo marista, la de hacer al niño, y al joven, protagonistas de su propio aprendizaje, a través de experiencias integradoras de lo pedagógico, lo espiritual y lo social.