Es tal la dependencia que tienen de estos pequeños mamíferos, que las variaciones en las poblaciones de topillo se reflejan en las de los búhos campestres.
Habita zonas abiertas, preferentemente humedales con yerbas altas, baldíos y zonas de pradera. Para la elección de sus territorios, tanto de reproducción como de invernada, siempre elige zonas con abundante cantidad de presas. En invierno, esta búsqueda de alimento fácil le lleva a elegir zonas de cultivo o zonas más humanizadas. En esa época invernal, no es difícil ver agrupaciones de búhos campestres en dormideros de hasta 100 o más ejemplares.

Las fotos que acompañan a este artículo están hechas desde el coche. Algunos de esos búhos estaban tan cerca que no éramos capaces de verlos. Tan solo al levantar el vuelo a pocos centímetros del vehículo podíamos verlos y localizar su nueva posición. Y es que entre la vegetación seca, tan solo los ojos les delatan.
El vuelo del búho campestre es totalmente diferente al de otras rapaces nocturnas, asemejándose más al de un ratonero. Su forma estilizada, su cabeza pequeña y los peñachos que la adornan, son otras características de esta preciosa ave.

Los búhos campestres son unos grandes aliados del hombres, ya que su dieta se basa casi íntegramente en topillos, tan molestos y perjudiciales para la agricultura. En los casos en los que se registra sobrepoblación de esta especie, los búhos campestres ponen un mayor número de huevos, e incluso pueden llegar a criar dos veces por temporada.