El arte urbano que ilumina La Bañeza

Con más de 70 artistas invitados, la última edición del festival ArtAeroRap ha cambiado por completo varias fachadas del centro, donde el poder de la imagen capta la atención de vecinos y visitantes

Pedro J. Abajo
28/08/2016
 Actualizado a 18/09/2019
En las paredes de la parte posterior de un edificio de la calle Lepanto (visible desde la calle Tejadillo) El Rojo firma un impresionante graffiti donde el artista juega con las luces y las sombras. | ABAJO
En las paredes de la parte posterior de un edificio de la calle Lepanto (visible desde la calle Tejadillo) El Rojo firma un impresionante graffiti donde el artista juega con las luces y las sombras. | ABAJO
Caminar por las calles del centro de La Bañeza y quedarse ensimismado viendo las obras de arte que decoran decenas de muros y fachadas ya es algo habitual entre los vecinos y los visitantes que se acercan a la ciudad por cualquier motivo. A unos porque le encanta, a otros porque le parece "ensuciar las paredes", las cuestión es que a todo el mundo le llama la atención la nueva cara que presentan los edificios en los que el ArtAeroRap ha marcado su huella.

Más de un centenar de artistas especializados en arte urbano llegados desde distintos puntos de la geografía nacional, pero también de fuera de España ya tienen su hueco en algún lugar de La Bañeza, donde han dejado estampada su firma –a veces ilegible o difícil de entender– pero también una obra de arte de grandes dimensiones y con mensaje escondido.

La idea surgió tras ver el éxito que en Salamanca tiene el Arte Urbano del Barrio del Oeste, convertido en importante recurso turístico local, y la afición por el graffiti de un grupo de jóvenes bañezanos que quisieron cambiar el aspecto de algunas fachadas "muertas" y muros "tristes" del centro de La Bañeza. Para ello, con apoyo municipal y de los propietarios de los inmuebles y solares, organizaron un festival que cada mes de agosto ha ido creciendo de forma imparable, convirtiéndose en un referente en el mundo del spray.

"Yo vengo porque mi amistad con Toño (uno de los organizadores del evento) es muy fuerte y no podía decirle que no", explicaba a La Nueva Crónica uno de los graffiteros que cada año desde hace cuatro han estado en La Bañeza dando vida a la fachada de un edificio de tres o cuatro plantas. "Oímos hablar del festival en Fitur y quisimos venir a aportar nuestro granito de arena", reconocía otra artista de Madrid que debutó por primera vez hace quince días en el ArtAeroRap con un mural de casi tres metros de alto por doce de largo.

"No pretendo que mis trabajos gusten; es mi forma de expresarme y a veces mis sentimientos no son fáciles de explicar" apuntaba otro de los participantes, cuya obra es de las que «no me acaban de convencer, pero será que no entiendo» o "es horrible, si yo fuera el propietario de la vivienda mandaba a un albañil revocar toda la pared", a juicio de un par de vecinos.

Como estas historias hay cientos de anécdotas que cada año surgen tras el fin de semana de convivencia [a veces difícil, otra apasionante] de graffiteros y vecinos. En esta ocasión ha sido casi una semana –de hecho el viernes aún se ultimaban retoques– por la dificultad de los trabajos y el resultado es una visión distinta de una serie espacios urbanos que se han visto renovados de la mano de profesionales o aficionados que no sabían dónde estaba La Bañeza hasta que conocieron el ArtAeroRap y quisieron dar colorido a esta ciudad leonesa.
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